Según una encuesta de la consultora EY, la mayoría de las empresas tiene sus ventas estancadas o en baja.
Menos financiación por parte de los bancos, ventas estancadas o en caída, inversión al mínimo y proyectos solo a partir de 2015. Ese es el panorama que arroja una encuesta realizada por la consultora EY Argentina, en conjunto con el Instituto Argentino de Finanzas (IAEF). Es la undécima edición de la encuesta sobre fuentes de financiamiento y perspectivas de inversión de las empresas, y participan 70 compañías de los principales sectores.
En relación con sus ventas, el 55% de los consultados sostuvo que permanecieron constantes o decrecieron. "A su vez, en comparación con el 2013, la cantidad de compañías que pudieron sostener un crecimiento de su rentabilidad se redujo a sólo el 33%", señaló Pablo De Gregorio, socio de EY Argentina.
Con respecto a cómo financiaron las compañías sus proyectos, "este año se notó una menor actividad de financiamiento de los bancos, en especial los extranjeros", agregó el ejecutivo de EY.
De Gregorio expresó que "el mercado de capitales no logra constituirse como una alternativa viable y será necesario revisar los efectos del nuevo marco normativo si pretendemos revertir esta tendencia". Por otro lado, sólo el 48% de las empresas manifestó que tomará deuda en los próximos seis meses, ya que en el actual contexto inflacionario los bancos no pueden ofrecer lo que las empresas necesitan".
Los proyectos de inversión previstos para el año 2015, de acuerdo con lo expresado por quienes contestaron, son principalmente medianos y pequeños (71%) y se acentúa la tendencia a pedir una mayor tasa de retorno.
"Entre los encuestados el impacto de la situación del sector externo fue importante al momento de tomar una decisión de inversión, pero se vislumbra que el ciclo de inversiones comenzará a revertirse luego de 2015", agregó el socio de EY Argentina.
El 88% de los participantes manifestaron que corregir el efecto de la inflación en sus estados contables mejoraría como estos reflejan su solvencia. "La alta inflación y el difícil dimensionamiento de su impacto en las empresas, genera distorsiones importantes a la hora de medir la generación de valor y definir la justa carga impositiva", añadió De Gregorio.
Como reflexión final, De Gregorio mencionó "el ambiente de negocios puede no ser el más propicio, pero somos optimistas. El 88% de los encuestados contestó que piensa que sus empresas tendrán un mayor valor dentro de 5 años. Los empresarios deberán involucrarse para que se generen las condiciones necesarias para que éste optimismo no se traduzca en una desilusión".