Según el proyecto que entró ayer, en el último año de Cristina el PBI crecerá 2,8%, habrá 15,6% de inflación y el dólar promediará $ 9,45, menos de lo que se negocia a futuro
El Gobierno reconoció ayer que, en sus mejores pronósticos, la economía apenas crecerá medio punto este año y las cuentas cerrarán con un déficit del 4% del Producto Bruto Interno (PBI). Así se desprende del proyecto de Presupuesto 2015 que el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, presentaron ante los diputados; y que además establece un dólar promedio a 9,45 pesos, una inflación del 15,6% y 2,8 puntos de crecimiento para el último año de mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
En una breve exposición, el ministro de Economía atribuyó el resultado financiero negativo al “pago por YPF, que aparece este año como gasto corriente” y reconoció además su preocupación por la caída del comercio exterior y la persistencia del déficit energético comercial. La oposición, como todos los años, calificó al texto oficial de “dibujo”, por lo que previsiblemente el kirchnerismo deberá aprobarlo sólo con votos propios. La discusión en la comisión de Presupuesto continuará dentro de una semana, con la intención de llevar la iniciativa al recinto a comienzos de octubre.
Kicillof explicó algunos de los números del Presupuesto por la desmejora del contexto económico internacional y admitió en ese marco que las exportaciones “están sufriendo un debilitamiento en su demanda”. “Esperamos un año en que el comercio internacional repunte pero tampoco un año excepcional”, sostuvo respecto de 2015 y destacó “la capacidad los reflejos para actuar frente a una realidad externa muy cambiante” que a su juicio viene demostrando el Gobierno.
Al entrar en el detalle del déficit, Kicillof rechazó vincular ese resultado con los subsidios. “Quienes tienen esa idea olvidan la cuestión central, que es la búsqueda del autoabastecimiento energético”, aseguró. Según el ministro, este año cerrará “con un déficit energético comercial cercano a los ocho mil o nueve mil millones de dólares”, lo que indica que “ha caído la tasa de aceleración de ese déficit”. Y apostó todo a Vaca Muerta. “Tenemos una perspectiva de que esta situación se revierta. Está cerca la solución”, remarcó.
El ministro pronosticó además “una desaceleración del incremento de precios”, luego de verse obligado a corregir las bajísimas previsiones de inflación que el Presupuesto 2014 establecía para este año. En aquel proyecto, el Gobierno estimaba un 10,4% de suba en los precios. Ahora, cree que 2014 cerrará con una inflación del 21,3%. Para ello, el Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNU) de los meses que quedan debería ser inferior a 1%.
Kicillof también debió retocar las previsiones sobre el dólar (pasó de estimarlo en un promedio de $ 6,33 a $ 8,21 para 2014) y el crecimiento (que el año pasado pronosticaba en 6,2% y según el ministro finalmente será de 0,5%). De concretarse, este último número evitará otra vez que el país pague el cupón PBI a fin de año.
En el artículo 38 del texto, en tanto, el Gobierno vuelve a prever el pago de vencimientos de la deuda con reservas. Ese punto destina u$s 11.899,2 millones al Fondo de Desendeudamiento Argentino (Fondea), que la Presidenta creó en 2010.
Del total de los gastos previstos, 58,7% irá a servicios sociales. Y en cuanto al reparto entre los ministerios, salieron ganando Desarrollo Social y Trabajo, cuyos presupuestos crecerán 29,9 y 27,8 puntos respectivamente. El que menos aumentará es el de Interior y Transporte, a cargo de Florencio Randazzo, para el que se prevé una variación positiva de solo 5%. Varios puntos menos que la inflación.