Promete que los gastos corrientes crecerán 18,5% y las transferencias, sólo 9%. Hoy el gasto sube casi 45%. Recortan recursos a Planificación e Interior y Transporte
Como ocurre cada año, el Gobierno previó en el proyecto de ley de Presupuesto 2015 que aplicará un fuerte torniquete al gasto público. Pero, a diferencia de periodos anteriores, el ajuste proyectado es incluso mayor a la inflación oficial. Para el año entrante, el Poder Ejecutivo contempla una expansión del gasto de 13,2% y una variación de los precios del 14,5%, según se desprende del articulado presentado ayer en el Congreso. El gasto total previsto es de $ 1,251 billón.
De acuerdo con los datos presentados ayer en el Congreso por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Economía, Axel Kicillof, los gastos corrientes de 2015 totalizarán $ 1,089 billón, o 18,5% más que al cierre de este año (previsto en $ 919.366,9 millones). Entre estos se destaca el ítem Transferencias corrientes, que contempla subsidios al sector privado, tanto sociales (AUH) como económicos (al transporte y la energía).
En cuanto a los gastos de Capital, Kicillof proyectó un incremento del 21,2% en la Inversión real directa ($ 40.056,2 millones) y una suba de apenas 7,7% en las Transferencias de Capital ($ 108.566,2 millones), que incluyen envíos de dinero para obras a provincias y municipios y el financiamiento a empresas públicas. También una fuerte contracción, del 73,8%, en la Inversión financiera. En este caso, la comparación pierde sustento, ya que en 2014 este rubro contempló el pago de la indemnización a Repsol por la expropiación del 51% de YPF. Son $ 40.000 millones que no se contemplarán en 2015).
Aplicar esa previsión significaría un freno de mano. Según datos de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), el gasto total primario de la Administración Pública creció hasta fines de agosto un 43,2% interanual ($ 583.478,1 millones) y un 44,8% si se contempla el pago de intereses de deuda.
En lo que va de 2014, las arcas públicas volvieron a soportar el incremento de los subsidios al sector energético que agotaron todos sus créditos originales a mitad de año, debieron recibir refuerzos y crecieron 87% interanual, según ASAP. Además, el financiamiento del transporte creció 49% interanual y el del transporte de energía, 58% interanual. Contra esto, el Ejecutivo prevé una expansión del 9% para todas las transferencias corrientes de 2015.
Según el economista y diputado de Unidad Popular Claudio Lozano, entre lo presupuestado originalmente en 2014 para gastos corrientes y el crédito vigente producto de ampliaciones presupuestarias, existe una diferencia de $ 190.256,5 millones. En otras palabras, el gasto se incrementó hasta ahora un 23,1% sobre lo previsto. “Cobra central importancia el aumento en las ‘transferencias corrientes al sector privado’ que aumentaron en $74.479,3 millones”, afirmó Lozano. De esa cifra, “apenas $ 4.500 millones” corresponden al aumento de las Asignaciones Familiares y otros $ 64.489 millones fueron a subsidiar energía.
El débil aumento de las transferencias corrientes y de capital significó una menor previsión de recursos para los ministerios de Planificación y de Interior y Transporte. Sus créditos se contraerán en términos reales. La cartera de Julio De Vido recibirá 9,8% más de dinero que en 2014 y la del precandidato a presidente Florencio Randazzo, 5%.
A pesar de este recorte del gasto previsto, el Ejecutivo afirmó que se sostendrán políticas públicas tendientes “al sostenimiento de un mercado de consumo interno que, desde la demanda, aliente la inversión y el crecimiento económico”, estipulado en 2,8%.
Para financiar los gastos, el Gobierno acudirá a una batería de recursos que incluyen los adelantos transitorios del Banco Central y colocaciones de deuda en el mercado interno destinadas a captar “los excedentes de liquidez de los que gozan los inversores institucionales como los bancos y las compañías de seguro”, según el Mensaje que acompaña el proyecto de Presupuesto.