La entidad elevó los rendimientos de sus pasivos remunerados al 40% anual, devengará un costo en el año equivalente a USD 17.800 millones o 3,9% del PBI
Después de 14 meses en los que se registró una firme aceleración inflacionaria, el Directorio del Banco Central, en su habitual reunión de política monetaria de los jueves, decidió subir la tasa de referencia de 38% a 40% anual. A su vez, creó un mercado a 180 días con el mismo activo al 44 por ciento.
Este incremento en las tasas de referencia también se extendió a los ahorristas, pues al mismo tiempo la entidad dispuso elevar al 39% nominal anual los rendimientos mínimos para las colocaciones a plazo fijo en pesos por parte de las para personas humanas hasta $10 millones, y al 37% anual para personas jurídicas (empresas).
“El Banco Central estaría moviéndose en la dirección sugerida por el FMI al ir subiendo progresivamente las tasas para llevarlas a un nivel real positivo. Con estos cambios las tasas continúan en terreno negativo, dado las expectativas sobre las tasas de inflación”, dijo a Infobae Paula Gándara, Head Portfolio de Adcap Asset Manager.
“Mediante estos cambios, el BCRA mejoró los rendimientos nominales para los depositantes que enfrentaron tasas reales negativas en el 2021 de entre 6 y 8 puntos porcentuales. Tanto la suba de tasa como la nueva definición de cliente minorista van en busca de volver más atractivos los instrumentos en pesos mientras que a los bancos se los tienta ampliándoles la capacidad de colocación en Leliq, que es el instrumento de mayor tasa”, destacaron desde Portfolio Personal Inversiones.
También -y probablemente el cambio más importante- es la creación de una Leliq a mayor plazo, de 180 días con tasa de 44% anual, mientras que desaparecerán en forma progresiva los Pases pasivos a siete días. Solo quedarán los Pases a un día de plazo.
“Esto estaría en línea con una de las exigencias del FMI para el acuerdo. Si bien incentivaría en parte el ahorro, impactaría sobre la tasa que cobran los bancos a personas, y en financiamiento en tarjetas. Ante una suba de tasas, los bonos ligados a la tasa Badlar serían los más beneficiados”, comentaron los expertos de Research for Traders.
“En términos de tasa efectiva anual (TEA), la actual Leliq de 28 días rinde ahora 48,3% y la de 180 días 48,9%, por lo que el premio por estirar plazo no parece convincente”, reportó la correduría Cohen SA.
Para Roberto Geretto, economista del fondo Fundcorp, “la suba de tasas del BCRA no parece que vaya a cambiar el panorama. No solo porque una tasa del 40% anual sigue estando por debajo de la inflación esperada, sino porque de poco sirve si no es parte un nuevo esquema macro acordado con el FMI”.
“Continuar con déficit primario es sinónimo de continuar con inflación alta. La historia económica argentina demuestra que los elevados déficits son financiados con emisión monetaria. Pensando en el rojo fiscal de 2022, en el punto de partida que deja 2021 (inflación en torno a 50%), aumento de tarifas de 20% y que este año habrá que ajustar el tipo de cambio al menos 40%, que es la tasa que el BCRA paga por los pasivos monetarios, cuesta pensar que la inflación vaya a ubicarse por debajo a 58% anual”, describió Walter Morales, presidente de Wise Capital. “Ahora, si se comienzan a usar Precios Máximos/Cuidados para medir el IPC, no tiene que extrañarnos que la inflación del 2022 se ubique por debajo de 51%”, advirtió.
Alberto Ramos, analista de Goldman Sachs, consideró que el alza de tasas es “un paso muy pequeño en un largo camino hacia la normalización monetaria y financiera” del BCRA, cuando “en gran medida, la autoridad monetaria perdió la capacidad de controlar la liquidez interna ante la necesidad de cubrir grandes montos de financiamiento fiscal -monetización del gasto público-”.
Mientras que para los analistas de Delphos Investment, las medidas del BCRA “van en la dirección requerida por el FMI aunque parecen muy moderadas considerando que la inflación parece tener un piso de mediano plazo por encima del 3% mensual”.
La suba de tasas tras más de un año en el que la inflación mostró tendencia alcista, se vincula con la necesidad de retener dentro del sistema el excedente de pesos emitidos.
Hay que subrayar que en diciembre el BCRA le giró al Tesoro $685.000 millones en concepto de Adelantos Transitorios y Transferencia de Utilidades. Esta asistencia directa de emisión de moneda sin respaldo escaló a $2,128 billones a lo largo de 2021.
Esta suba de tasas de referencia de las Letras de Liquidez (Leliq) también impactará en el pago de intereses por los pasivos remunerados que emite el BCRA para esterilizar el exceso de pesos del sistema financiero, justamente, por la elevada emisión monetaria.
Solo el pago de intereses de esta deuda “cuasi fiscal” significó en 2021 una emisión de $1.346.054 millones ($1,35 billón), que en mayor medida fue reabsorbida dentro del creciente stock de Leliq y Pases pasivos, que concluyó en $4.729.772 millones ($4,73 billones), equivalentes a USD 46.000 millones o 120% de las reservas internacionales brutas.
En 2021, el stock de Leliq más Pases pasivos creció en $1.886.429 millones (+66,3%), unos 16 puntos porcentuales por encima de la inflación. Sin embargo, de ese monto, dos terceras partes correspondió al cumplimiento del pago de intereses devengado por esta deuda, unos $1.35 billón, lo que los economistas llaman “emisión endógena”.
Es decir que el efecto absorción de liquidez se acotó a unos $764.000 millones sobre $2,128 billones de emisión sin respaldo, que explica en parte por qué la inflación se aceleró este año respecto 2020 (de 36,1% a 50% interanual) aún con fuerte crecimiento del stock de estos instrumentos.
La suba de tasas mete más presión por las Leliq
Una tasa de Leliq en el 40% anual implica una tasa efectiva anual -de renovarse mes a mes los vencimientos de pasivos remunerados del BCRA- de un 48,3% en doce meses. Por lo tanto, de mantenerse constante el stock de Leliq y Pases, la entidad monetaria estará obligada a pagar intereses por $2,33 billones en 2022.
Según el proyecto de Ley de Presupuesto 2022, el Gobierno prevé que el tipo de cambio nominal se ubique en $131,10, con un ritmo de devaluación del 28 por ciento. En tal caso, el pago de intereses por Leliq y Pases alcanzaría -al tipo de cambio oficial- unos 17.770 millones de dólares. O un 3,9% de un PBI calculado en unos 450.000 millones de dólares.
“El Tesoro no puede seguir con este nivel de asistencia por parte del BCRA, diciembre fue un desquicio en lo monetario. Deberían bajar el gasto y en el mientras tanto elevar la tasa para financiarse en el mercado de deuda y no con la ‘maquinita’”, resumió el analista financiero Christian Buteler.
“Hay más pesos de los que la gente quiere tener. Con esta tasa de inflación (de más del 50%), la gente huye del peso, por lo que el dólar puede seguir subiendo (…) en un contexto de déficit fiscal y más emisión (monetaria)”, estimó el economista Enrique Szewach. El alto “nivel del gasto público, se financia con la maquinita (de emitir) del Banco Central”, afirmó.
Un informe de GMA Capital subrayó que “a la luz de que el stock de pasivos remunerados supera el 10% del PIB y que hará falta seguir esterilizando la monetización del déficit fiscal y cuasifiscal, la medida se da en un contexto en el que los Pases vienen ganando terreno y el stock de Leliq (el pasivo más “largo”) representa 45% del total de pasivos remunerados, lo que es el menor peso relativo desde septiembre de 2018″.
De todos modos, financiar parte del déficit con emisión no impide una aceleración en el crecimiento de la deuda del Gobierno. Según datos de la Secretaría de Finanzas, actualizados al 30 de noviembre de 2021, la deuda pública nacional, en dólares y pesos, crece a un ritmo más acelerado. En noviembre del año pasado, tuvo un aumento nominal de USD 5.168 millones, que llevó a un total de USD 353.514 millones, un máximo histórico nominal.
En dos años de gestión del presidente Alberto Fernández fue de USD 40.215 millones. La suba se dio por una mayor demanda y colocaciones de bonos en pesos y adelantos transitorios del BCRA a la Tesorería para cubrir el déficit fiscal, más allá de las partidas extraordinarias vinculadas con la irrupción de la crisis sanitaria.