Las ventas de títulos de la deuda de ayer indican que el mercado no espera un escenario de catástrofe. Más allá de lo que decida el Gobierno frente a los vencimientos inminentes con el FMI, los operadores están pensando en qué ocurrirá en marzo
La forma de operar de las manos grandes del mercado no viene anticipando una catástrofe. Siempre creyeron que se le pagará al FMI. Por eso salieron ayer a vender bonos de la deuda para tomar las ganancias de las últimas ruedas.
El problema es que los más conservadores tienen dudas y no quieren asumir riesgos y como bien lo señaló un operador de Buenos Aires Valores (BAVSA) “las balas llegaron hasta los bonos corporativos donde hubo una fuerte presión vendedora”. Obligaciones Negociables de primera línea perdieron precio y tienen rendimientos más elevados.
Los títulos de la deuda que inciden en el riesgo país como el Bonar 2035 y el 2041, bajaron hasta 1,3% e hicieron subir el riesgo en 19 unidades (+1%). De esta manera, perforaron el techo de los 1.900 puntos al cerrar en 1.906 puntos básicos.
Los bonos Globales AL30D y GD30C que se utilizan para hacer las operaciones de dólares financieros tuvieron caídas de 2,2% y de 1,4%, respectivamente. La demanda sobre estos títulos para hacerse de dólares hizo que el MEP aumentara $ 3,42 a $ 223,75 y el contado con liquidación $ 3,36 a $ 233,17.
El costo del cable quedó en 4,2% que es el precio de transformar un dólar MEP en un dólar contado con liquidación. En otras palabras, ese es el valor de fugar el dinero y ponerlo en cuentas del exterior; también está lejos de anunciar un escenario de catástrofe.
La dilación de negociar la deuda con el FMI originó todo tipo de especulaciones y no fue una buena estrategia, porque marcó pisos más altos para el dólar.
No hay que pensar que hoy habrá un mercado entusiasta porque se pagó, pero al menos desacelerará las subas de la divisa y detendrá la caída de los bonos.
Otro dato a tener en cuenta son los depósitos en dólares, que en enero vienen teniendo mejor promedio que en diciembre. La última semana del mes pasado, cuando los depósitos llegaron a USD 15.753 millones, fue por los inversores que llevaron sus divisas a cajas de ahorro en dólares para no pagar el impuesto a Bienes Personales. Hoy los depósitos están en un promedio de USD 15.400 millones que supera los USD 15.200 millones promedio de diciembre. Es una señal de que no hay intranquilidad en los que tienen sus ahorros en el banco.
Lo que habrán notado las manos chicas es que hay un cepo invisible para comprar el cupo de USD 200 dólares. La mayoría se encuentra con un aviso que dice: “Para realizar esta operación deberás activar tu cuenta en dólares presentando la documentación de ingresos así podremos analizar tu caso”. Con este impedimento de la Unidad de Información Financiera (UIF) lograron recortar esas ventas mensuales a menos de la mitad.
En el mercado libre o “blue”, donde las manos son más chicas y la información es escasa, el dólar llegó a cotizar a $ 223,50 pero cerró a $ 222,50, que representa una suba de $ 1,50 respecto al día anterior.
Si se apostara a que no hay pago, el escenario sería más catastrófico. Alguien puede preguntarse por qué si están seguros de cumplir con el FMI sube el dólar. “El problema no es el vencimiento del viernes y el martes sino el de marzo, y el mercado anticipa con los precios lo que va a venir”, señaló un operador.
El pago no va a cambiar esta realidad. Podrán subir los bonos porque aparecen compradores rezagados, pero nadie cree que esos títulos se disparen porque están en peligro hasta que se suscriba la Carta de Intención que es la verdadera meta, la que define lo que vendrá.
El día no ayudó al Gobierno que, en el mercado mayorista, donde el dólar subió 6 centavos a $ 104,77, tuvo que vender USD 100 millones, principalmente para importaciones de hidrocarburos, aunque también por demanda de importadores nerviosos por la escasez de divisas. Las ventas fueron a los que compran insumos necesarios para las industrias. Pero fueron escogidos y los dólares no alcanzaron para todos.
Las reservas sintieron esta venta a la que se sumó el pago de USD 70 millones a China, el derrumbe mundial del oro de más de 1% y la caída del euro, la libra esterlina y el reminmbi, la moneda china, frente al dólar. El combo hizo que las reservas bajaran nada menos que USD 355 millones a USD 38.517 millones.
La Bolsa con negocios por $ 762 millones, un volumen escaso, tuvo una rueda con poco entusiasmo pese a que el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, subió 0,21%.
Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones y de ETF’s (índices de bolsas y materias primas) que cotizan en las plazas de Nueva York- operaron $ 4.720 millones. Entre los ETF’s, el de Brasil que aumentó 1,5% (EWZ) y el de energía (XLE) que subió 1,2% fueron los de mejor performance y los que más satisfacciones están dando a los inversores argentinos desde que salieron al mercado. El índice de emergentes (EEM), en cambio, bajó 1,2%. Entre los ADR’s predominaron las caídas. Entre las pocas alzas se destacaron MercadoLibre (+1,7%) y Ternium (+1,7%).
Para hoy, desde el criterio de los grandes inversores, el Gobierno va a pagar porque tiene más para perder que ganar. El pago no cambiará la situación del mercado que se seguirá cubriendo con dólares de un futuro con escasas reservas.
Lo que podría desencadenar el pago es una división interna en el Gobierno porque nadie paga al FMI si no está seguro de llegar a un acuerdo, salvo que la idea sea ganar tiempo hasta marzo.