La economía crece menos y hace más riesgosas las emisiones de deuda de las empresas en el mercado de capitales. Pero la fuerte emisión monetaria y la menor cantidad de colocaciones garantizan un fondeo más barato que el año pasado para los colocadores beneficiando a los títulos de menor plazo y más riesgosos con una menor sobretasa sobre la Badlar. En pesos se emite a corto plazo; en dollar-linked, a largo
La gran cantidad de pesos que hay en el mercado y la menor cantidad de emisiones de deuda abarata el fondeo para los colocadores de deuda más riesgosos y de menor plazo. Para los títulos de mayor riesgo, la sobretasa sobre la Badlar se redujo un punto porcentual, respecto del año pasado. Y las empresas más seguras ampliaron la diferencia entre los 18 y 36 meses a favor de los plazos cortos.
?Hay menos actividad económica, más pesos, la Badlar cae y faltan productos. Es una combinación que produce estos rendimientos?, dijo el portfolio manager de un fondo común de inversión (FCI).
?Es raro para este contexto. Por la situación económica, tendrías que tener más riesgo de impago. Pero los spreads sobre la Badlar son bajos por el exceso de pesos. Cuando la actividad económica decae, por lo general, se tiende a analizar más el crédito, a ser más selectivo. Pero en esta situación, los rendimientos están bajando?, agregó.
El año pasado, los bancos, por ejemplo, colocaban sus obligaciones negociables (ON) a 18 meses con un spread sobre la Badlar de 3 y 4 puntos. En tanto, este año los diferenciales van de los 2,5 a 3,8 puntos, según lo relevado por el Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC).
Además, la Badlar viene bajando sin pausa (5 puntos) desde mayo pasado también por el alto nivel de liquidez. Por la fuerte emisión monetaria y la falta de demanda de crédito, los bancos no necesitan cotizar los depósitos a plazo fijo por encima del 20%.
?Las colocaciones cortas, a 18 meses, salen con un spread más bajo del que deberían?, explicaron en un banco colocador. ?El diferencial con el plazo a 36 meses es mayor que antes?, agregó.
Por ejemplo, el banco Santander colocó en noviembre pasado a 3% a 18 meses y 4% a 36 (un punto de diferencia en los plazos) versus los 2% y 3,49% de este mes (1,5 puntos) para los mismos plazos.
?La diferencia está en que hay tantos pesos y la liquidez está en inversores de corto plazo, como los FCI ?t+1?, que tienen muchas Lebac terminan en bonos corporativos?, dijo el banquero.
Las letras que emite el Banco Central arrojan un buen rendimiento, de un 27% a 90 días, por encima de los rendimientos asociados a la Badlar, de un 23% a 18 meses.
?Al haber inversores que no pueden tener sólo Lebac en cartera, terminan matándose por el producto que hay bajando el margen?, agregó.
La fuerte liquidez también está motivada por la menor cantidad de emisiones de deuda, asociadas a un menor consumo, a la crisis del sector automotriz y a un menor nivel de inversiones. Según el informe del período enero a agosto del IAMC, la emisión de ON y valores de corto plazo cayó 54% (también explicado por la menor emisión de YPF) respecto del mismo período del año pasado.
?Los inversores más riesgosos ajusta más el spread?, agregó el porfolio manager de otro FCI. ?Se comprimen los negocios, y es sano que haya menos emisiones. Si no, en una economía que se achica que se agrande el financiamiento implicaría más apalancamiento y más riesgoso?, explicó.
En el mercado de pesos, las empresas apuestan a emitir deuda a corto plazo. Pero en el mercado de dólares sucede lo contrario.
Como el mercado apuesta a un salto devaluatorio, hay pocas empresas que emiten títulos atados al valor del dólar.
Los tomadores de dollar-linked aprovechan para emitir a plazos más largos: Vicentín colocó a tres años; Cresud y el Banco Ciudad, a cinco años. A pesar de que tras la devaluación el tipo de cambio se mantenga estable.