La oleaginosa cerró ayer a USD 626,66 la tonelada en el mercado de Chicago, mientras que el trigo tuvo el mayor salto al subir USD 27,10 para concluir la jornada a USD 368,08 la tonelada. La guerra y la sequía en Sudamérica, los principales factores alcistas
La guerra entre Rusia y Ucrania se encuentra pronta a cumplir su primera semana y los combates se generalizan por todo el territorio del país invadido. Si bien los enfrentamientos entre estas dos potencias agroexportadoras no cesan y nada indica que lo haga en el corto plazo, tampoco lo hace la afectación de los mercados de granos, convirtiéndose en el principal fundamento alcista que encuentran hoy los operadores.
Así, el contrato de marzo de soja en el mercado de Chicago cerró ayer en USD 626,66 la tonelada, lo que implicó una suba de 3,59% o USD 22,51 con respecto al lunes, mientras que el de mayo, mes en el que la cosecha argentina empieza a ingresar en el mercado, saltó USD 19,57 y concluyó la jornada a USD 620,97 la tonelada. Así también lo hicieron sus subproductos, con el aceite creciendo USD 86,20 hasta los USD 1.693,13 la tonelada y la harina trepó USD 9,70 para ubicarse en USD 511,14 la tonelada.
Los cereales no fueron la excepción, sobre todo el trigo, el grano más afectado por este conflicto, teniendo en cuenta que un tercio de la exportación de este commodity a nivel mundial corresponde a estos dos países. Así, ganó un 7,36% o USD 27,10 y concluyó las operaciones a USD 368,08 la tonelada, mientras que el maíz mejoró su cotización en USD 16,63 y culminó la sesión en USD 291,23 la tonelada.
“Comienza a especularse con que la duración del conflicto será mayor a lo esperado y las consecuencias en términos de recursos y dificultades para Ucrania tendrán su impacto en la oferta de los cereales” (Uberti)
Estas subas pueden ser mejor apreciadas si se toma en cuenta la escalada de los precios que se produjo desde que Rusia reconoció la independencia de las repúblicas separatistas del Donbás en Ucrania, acontecimiento que marcó el principio del conflicto y disparó las cotizaciones. Desde ese momento la soja avanzó USD 38,21; el aceite USD 203,49; la harina USD 17,42; el trigo USD 75,23; y el maíz USD 33,66.
Según explicó a este medio el analista de mercado Juan Manuel Uberti, de la corredora de granos Grassi, las subas generalizadas de hoy responden a la intensificación de la invasión de Rusia a Ucrania. Para el especialista, las “sanciones por parte de las economías occidentales comienzan a generar interrupciones en transporte aéreo y marítimo, amenazando los flujos de comercio”.
Además, “comienza a especularse con que la duración del conflicto será mayor a lo esperado y las consecuencias en términos de recursos y dificultades para Ucrania tendrán su impacto en la oferta de los cereales”, detalló Uberti, por lo que entiende que “los precios se deberían mantenerse elevados mientras persista el conflicto bélico. En tanto, las novedades respecto de conversaciones, acuerdos o distanciamientos, será la principal fuente de volatilidad en los precios de los granos y de los commodities en general”.
Guerra y sequía
Para entender el porqué de estas subas, hay que tener bien en claro qué papel juegan estos dos países en el comercio mundial de granos. Según un informe realizado por el Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), entre Rusia y Ucrania se concentran el 78% de las exportaciones de aceite de girasol, mientras que en el caso del trigo aportan el 28% y en el maíz el 19%.
Ante este nivel de participación en el comercio mundial de commodities agrícolas, el trabajo consideró que “la posibilidad real de una restricción se tradujo en un aumento de los precios, pero también en una elevada volatilidad en estos mercados reflejando el nivel de incertidumbre reinante”. Este conflicto bélico, tiene gran parte de los despachos de granos del Mar Negro y del de Azov paralizados o con problemas para ejecutarse.
Entre Rusia y Ucrania se concentran el 78% de las exportaciones de aceite de girasol, mientras que en el caso del trigo aportan el 28% y en el maíz el 19%
No obstante esta problemática, el enfrentamiento entre estos importantes jugadores del mercado y los inconvenientes logísticos que plantea, podría beneficiar a Argentina aportando una mayor cantidad de divisas. De esta manera, el INAI estimó que por la suba de precios, el aumento en el valor de las exportaciones sería de USD 1.800 millones, lo que es equivalente a un incremento del 5% del valor exportado. En relación a la campaña previa, generaría USD 3.600 millones adicionales, un incremento del 10%, aseguró la Fundación.
Otro factor que motivó el aumento de los precios en las últimas semanas fue la sequía en los países sudamericanos, que originó fuertes recortes a la estimación de producción de soja y maíz de Brasil, Argentina y Paraguay, afectando potencialmente la provisión de estos granos al mercado en un contexto donde la oferta se encuentra ajustada.
Para tomar como ejemplo, solo hace falta citar una de las últimas estimaciones que realizó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) a pesar de que se produjeron lluvias en vastas zonas productoras del Argentina. Así, la entidad bursátil proyectó para la zona núcleo de nuestro país una cosecha total de 12,4 millones de toneladas, un 30% de caída que lo estimado en el inicio de la campaña y sería la producción más baja de los últimos 14 años.