En los primeros dos meses del año el BCRA se quedó en caja con u$s2000 millones. Fueron u$s1.000 millones más que lo informado por el INDEC. La clave fueron los menores pagos autorizados y cobros anticipados.
En los primeros dos meses del año el comercio exterior argentino dejó un superávit de caja de u$s2.007 millones, en medio de crecientes y múltiples controles a las importaciones, unos u$s1000 millones más que lo declarado por el INDEC. Casi la mitad de eso se explica porque hubo menores pagos al exterior en relación a las operaciones declaradas ante la Aduana y algunas mayores liquidaciones.
Una de las razones de esto sería que los cambios introducidos por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en febrero en la forma de medir el Coeficiente de Capacidad Económica (CEF) de las empresas dio resultados para frenar los pagos al exterior.
En los dos primeros meses del año los exportadores liquidaron en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) u$s11.715 millones, u$s276 millones menos que lo declarado por el INDEC. Por su parte, los importadores compraron u$s9.705 millones, un monto que fue inferior en u$s1.181 millones a los declarados por el organismo estadístico. Se trata de operaciones devengadas declaradas ante la Aduana, aunque todavía no se abonaron. Por ese efecto de retraso en los pagos, el Banco Central pudo acumular unos u$s1.001 millones más que lo que dicen los informes del INDEC.
En enero lo declarado por los operadores del comercio exterior a la Aduana dejó un superavit de solo u$s297 millones, pero el BCRA reportó uno de u$s1.101 millones. La diferencia se explica en mayores liquidaciones por u$s572 millones y menores pagos por u$s232 millones.
En febrero, de manera informal a partir de cambios en la estimación de la capacidad económico financiera de las empresas importadoras, la AFIP provocó un freno importante en las autorizaciones de acceso a divisas. Luego de varias reuniones con empresarios, entre ellos, de la Unión Industrial Argentina (UIA) el gobierno dispuso administrar los escasos dólares a la importación de insumos para la producción.
De ese modo, en el segundo mes del año la cantidad de pagos autorizados por importaciones fue de u$s4.689 millones, una cifra u$s947 millones menor que lo informado por el INDEC..
Luego en marzo, el Banco Central anunció que se integraba al proceso de autorización de importaciones junto con la AFIP. La autoridad monetaria dispuso dividir las operaciones en categorías A y B. Las primeras tienen acceso libre a dólares siempre que el monto sea inferior al valor FOB de sus importaciones del 2021 más el 5% o el valor FOB del 2020 más un 70%. Las segundas, en cambio, son aquellas que exceden ese margen y por lo tanto, los importadores están obligados a financiar a 160 días el pago al exterior. De eso se desprende que la disponibilidad de dólares va a ser más alta en los próximos meses, teniendo en cuenta además que en el primer bimestre del año todavía no había comenzado la liquidación de la cosecha gruesa, que va a aportar un extra en función del incremento de los precios internacionales de las materias primas, provocado por la guerra en Ucrania.
En tanto, según indica el Balance Cambiario del Banco Central, en el primer bimestre de este año el superávit del intercambio de bienes se redujo un 20% en relación al mismo período del año pasado cuando alcanzó los u$s2.496 millones, lo que va en líneas con las estimaciones para el 2022 de los analistas.
La consultora Abeceb proyecta un saldo comercial en torno a los u$s12.000 millones para 2022 lo que marca una baja del 18% respecto del 2021. La consultiora prevé “unas exportaciones levemente por encima de las de 2021 y unas importaciones creciendo a un mayor ritmo ante las necesidades que impone la recuperación de la economía, aunque limitadas por restricciones impuestas para cumplir con la meta de acumulación de Reservas Internacionales Netas acordada con el FMI”.
Fuente: https://www.ambito.com/economia/importaciones/gobierno-frena-pago-y-busca-acumular-dolares-n5403610