Prevé que si no ingresan divisas comerciales o financieras, el país no podrá pagar los u$s 14.000 millones que vencen en 2015. Y ven una devaluación
La calificación de la deuda argentina de Moodys hoy prevé un 20% de pérdida de valor presente neto para los inversores. Pero la perspectiva es negativa, porque existe el riesgo de que se acelere el deterioro de las reservas, única fuente de pago.
"Argentina debe obtener dólares para pagar la deuda. Si no, se quedará sin dinero y el default será completo. Las reservas no alcanzan, y será una pérdida mayor para los inversores", dijo ayer Gabriel Torres, vicepresidente de calificaciones soberanas en la conferencia anual de la calificadora en el hotel Four Seasons. "La deuda es poca, u$s 14.000 millones, pero si las reservas siguen bajando, la imposibilidad de pagar se puede suceder rápidamente porque no hay otra fuente", agregó.
Espera reservas en u$s 25.000 millones a fin de este año y u$s 20.000 millones a fin de 2015 considerando la entrada de divisas comerciales o financieras. "El riesgo es que la luz amarilla de hoy se convierta en roja, cuando se acerquen a 20.000 millones. El mundo económico va a reaccionar fuerte", alertó.
En este escenario, un swap del Boden 15 podría ser considerado un default si a los bonistas no les quedara otra alternativa. Con una economía "en plena estanflación" (prevé que el gobierno informará una caída del 2% del PBI este año y un crecimiento nulo en 2015), espera "en algún momento" una devaluación. "Mantener el dólar cerca de $ 8 con una inflación mayor al 30% no es sostenible. Preocupa la velocidad del cambio".
La calificación de la deuda argentina bajo ley extranjera es menor (Caa2) que bajo ley local (Caa1), y puede caer tres escalones más. "Argentina entró en default -dijo-. Aceptó las reglas de juego y ser parte en el juicio, y decidió no aceptar el resultado último." "Hoy vemos complicaciones legales, pero un gobierno que quiere pagar y deposita el dinero. El inversor puede tener el dinero parado un par de años", explicó. La pérdida no es grande, porque el principal se pagará en 10 o 15 años.
Y estimó que el país va a "tener que arreglar con los holdouts", porque existe una "posibilidad pequeña de que no salga a tomar deuda". Parte de la herencia para el próximo gobierno.