Según estimaciones del mercado, el salto debería ubicarse entre 2 y 3 puntos porcentuales para que la tasa efectiva quede alineada con las proyecciones de inflación.
Por quinta vez en el año, el Banco Central se encamina a subir la tasa de interés, tanto de los instrumentos de política monetaria como de los plazos fijos minoristas, según pudo saber Ámbito. El objetivo del retoque se focaliza en “alinear” la tasa efectiva con las estimaciones de inflación del año, que hoy rondan el 60%. Luego de la última suba, las Leliqs pagan un rendimiento efectivo anual de 58,68% (TNA 47%) y los plazos fijos hasta $10 millones para personas humanas tiene una TEA de 57,07% (TNA 46%). Según estimaciones del mercado, si se suben las tasas entre 2 y 3 puntos porcentuales, los rendimientos efectivos quedarían en torno del 60%, en línea con las perspectivas de aumento de los precios.
Garantizar un rendimiento positivo en términos reales es un compromiso asumido por el gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional. Las discusiones en el Banco Central cuando se analiza qué hacer con las tasas de interés suelen ser largas, porque si bien existe coincidencia entre los directores de que es necesario dar señales para fortalecer al peso, el porcentaje de las subas es un terreno gris. Por lo general, las decisiones finales terminan laudando en un promedio de los pisos y los techos planteados en las exposiciones. Lo que miran para garantizar esa tasa real no es la inflación mensual sino las proyecciones de mediano plazo. Si este criterio vuelve a guiar la reunión de directorio de hoy, la suba de la tasa debería rondar entre 2 y 3%, de acuerdo a cálculo de analistas en el mercado.
En el Banco Central, además, miran de cerca las expectativas de devaluación. En las últimas semanas, debido a la ralentización del crawling peg, las tasas implícitas de los futuros de Rofex registraron una caída del 7% en promedio. Según estimaciones de la consultora Cohen, las tasas implícitas “pasaron de un rango de 59%-67% en el último viernes de abril a otro de 54%-62% la semana pasada”. Cuando esto sucede, explican fuentes oficiales, la tasa de los futuros termina siendo una referencia para la tasa de pesos. Con lo cual, en la ecuación, esta baja de las tasas implícitas de los futuros también aporta a orientar la señal en torno del 60% en la tasa efectiva de pesos.
Esta semana, el ministro de Economía Martín Guzmán hizo alusión a las tasas de interés. El funcionario aseguró que buscan un “fortalecimiento de la demanda por los activos en nuestra propia moneda”. “Es importante que se vaya reduciendo la financiación del Banco Central al Tesoro convergiendo a cero de una forma que sea factible”, aseguró Guzmán en el evento organizado por la AmCham. Tal como publicó Ámbito hace unas semanas, en el Banco Central apuntan una pequeña adenda al ministro: es importante que no sea solo la autoridad monetaria quien garantice los rendimientos positivos sino también el Tesoro a través de las licitaciones de deuda pública.
La de hoy sería la quinta suba del año. Las anteriores modificaciones habían sido el 13 de abril (cuando retocó 250 puntos básicos al pasar la TNA de la Leliq de 44,5% a 47%), el 22 de marzo (subió 200 puntos básicos desde 42,5% a 44,5%), el 17 de febrero (cuando saltó 250 puntos básicos hasta el 42,5%) y el 6 de enero, cuando subió el primer escalón de 200 puntos básicos del año (al pasar del 38% al 40%). En lo que va de 2022, el BCRA ajustó el rendimiento de los instrumentos de política monetaria en 9 puntos porcentuales. De hacer este nuevo ajuste, superará los 10 puntos en 5 meses.