La entidad elevó el jueves en 200 puntos básicos la tasa de política monetaria con la que remunera sus pasivos, al 49% nominal anual.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso este jueves elevar 200 puntos básicos la tasa de política monetaria, de 47% a 49% nominal anual. La nueva medida de la entidad monetaria a cargo de Miguel Ángel Pesce se dio a conocer luego de que se publicara el índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de abril, el cual fue de 6 por ciento.
La suba de la tasa de política monetaria, con la referencia de la Letras de Liquidez (Leliq) se transmite a todo el sistema financiero, ya sea para que los bancos remuneren mejor a sus depositantes o para todo el espectro del crédito. El objetivo del BCRA es el de premiar con mayores rendimientos a los actores del mercado para que no retiren sus pesos y así contribuir a ponerle un freno a la inflación, impulsada por el excedente de liquidez.
Una consecuencia de la suba de tasas es el del incremento de la masa de pesos que el BCRA debe destinar para pagar los vencimientos de sus propios títulos de deuda. Con un stock de pasivos remunerados por el BCRA que supera los $5,5 billones, la suba de tasas implicará un incremento de dicho stock de $3,4 billones en los próximos doce meses solo por la renovación de vencimientos.
Ese pago de intereses por las Leliq, los Pases pasivos y las Nobac (Notas del BCRA) es un monto comparable al de la Base Monetaria, es decir el dinero con el que funciona la economía, hoy del orden de los $3,7 billones, que está constituida por todo el dinero legal en circulación -billetes y monedas en poder del público- sumado a las reservas de los bancos comerciales en cuentas del BCRA.
Un informe de la consultora Quantum señaló que “desde principios de año el BCRA viene subiendo la tasa de interés nominal en pesos -la de referencia y las pasivas de plazos fijos menores a $10 millones-, con el objetivo de estimular la demanda de dinero, aunque en términos reales siguen siendo negativas”.
“En ese contexto, enfrenta el desafío de subirlas a niveles consistentes con ese objetivo. Pero llevar las tasas reales a terreno positivo tiene impacto en los intereses que paga por los saldos de dinero esterilizados vía Leliq, Notaliq y Pases”, refirió la institución que dirige el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx.
De hecho, en lo que va de 2022 se observa que el principal factor de explicación de expansión de la Base Monetaria es la cuenta de intereses de esos instrumentos. Entre el 31 de diciembre y el 9 de mayo se pagaron unos $550.000 millones de intereses, que se absorbieron íntegramente con los mismos instrumentos del BCRA. El resto de los factores prácticamente se cancelaron entre ellos.
En este aspecto, el informe aclaró que “la asistencia al Tesoro por $285 mil millones -el equivalente a 0,3% del PBI, algo menos de la mitad del total de 0,7% del PBI acordado con el FMI para todo el año- es compensada parcialmente con la venta de divisas que el Tesoro le hizo al BCRA -absorción-. De esta manera, la Base Monetaria creció $76.000 millones en el período, un aumento nominal de 2,1% en el período”.
Quantum subrayó que “esa variación nominal representa una caída real de 17,9%, casi el doble de lo habitual en ese período según el promedio observado entre 2003-2022 (-11%). En la comparación interanual la variación real también es negativa, de casi 5%, un reflejo claro de la caída en la demanda de dinero”.
“Las restricciones para acceder a los mercados de dólar -tanto al oficial como al libre para ciertos segmentos- funcionan como un factor de ralentización de esa caída. Esto le permite al BCRA, al menos hasta ahora, mantener tasas de interés pasivas reales negativas sin mayor impacto sobre el tipo de cambio libre”, explicaron desde Quantum.
En este marco, en parte, por normativa del Banco Central, los bancos están otorgando financiamiento al sector privado a tasas subsidiadas. Comparando el saldo de abril con el de un año atrás, los préstamos al sector privado crecieron 4% real anual, mientras en el mismo periodo los agregados monetarios (M2 y M3 privados en pesos) crecieron a un ritmo menor en términos reales, de 2,3 y 1,4 por ciento.
“En síntesis, el BCRA se encuentra frente a un escenario de caída en la demanda de dinero. Adaptar su política monetaria a este marco lo lleva a realizar un esfuerzo adicional, mucho más en un contexto donde la tasa de inflación sigue siendo un problema y un déficit fiscal posiblemente mayor requerirá más financiamiento monetario”, señaló Quantum.