Agricultura autorizó la siembra del trigo HB4 y se instaló el debate sobre el nuevo desarrollo tecnológico tolerante a sequía. Desde la exportación precisaron que debe venir de la mano de la aceptación comercial y del consumidor
Un fuerte debate abrió la aprobación de Argentina para avanzar con la siembra de trigo genéticamente modificado para tolerar la sequía, conocido como HB4. El tema fue abordado por productores, exportadores e incluso por funcionarios nacionales. La semana pasada el Gobierno autorizó la siembra del mismo y su posterior cosecha, para que luego esos granos puedan ser molidos para hacer harina.
En este contexto, desde la cadena del trigo, disparan la alarma respecto al riesgo de que se trabe la comercialización mientras que desde el Ministerio de Agricultura se admite que es el momento propicio para avanzar con este tipo de propuestas frente a un escenario internacional altamente demandante de alimentos, a cuenta de la previsión que genera el cambio climático.
Argentina aguardaba que Brasil, como principal comprador de harina de trigo, cumpliera con su aprobación, sin embargo la autorización obtenida por el HB4 en Australia y Nueva Zelanda, apuró la decisión oficial para avanzar con la concesión de los certificados de aprobación para su siembra en el país.
Matías Lestani, Secretario de Agricultura de la Nación, indicó que “el objetivo puntual dispuesto por el Gobierno argentino fue aprovechar la oportunidad que genera el escenario internacional, donde claramente va haber una necesidad más grande de trigo, ya que el conflicto bélico Ucrania-Rusia pone en jaque a toda la cadena de aprovechamiento mundial”.
Por ello, en declaraciones a Radio Colonia, Lestani manifestó que “todo criterio de sustentabilidad y que proponen los organismos genéticamente modificados queda todo eso suspendido hasta nuevo aviso, y además en los países desarrollados comienza a primar el criterio de seguridad alimentaria sobre otras decisiones”.
Atento a lo expresado por el funcionario, para la cartera agropecuaria la oportunidad mundial está dada para avanzar con la promoción y desarrollo del HB4, y así lo presentó el propio ministro de Agricultura, Julián Domínguez, en el marco del Congreso “A Todo Trigo, que se desarrolló en Mar del Plata la semana pasada. Para Agricultura, estos granos servirán para ampliar la frontera agrícola y llevar el trigo a aquellos campos marginales por el clima seco y con un errático nivel de lluvias.
Exportadores y productores
Más allá de esto, Gustavo Idígoras, presidente de Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y del Centro Exportador de Cereales (CIARA-CEC), planteó sus objeciones y de toda la cadena de valor, por los riesgos comerciales que puede abrir la aprobación argentina a la siembra de este trigo transgénico.
“Los exportadores celebran la existencia de biotecnología en la Argentina, ya que es el gran camino y la promovemos a nivel mundial porque es la única manera de dar respuesta a la seguridad alimentaria en el mundo, pero esta tiene que estar de la mano de la aceptación comercial y del consumidor. Hoy el mercado mundial de trigo es de 150 millones de toneladas, y Argentina es el séptimo exportador, con la venta de 14 millones de toneladas anuales, y por lo tanto cualquier cosa que hagamos nosotros va a ser castigada en el mercado. Y habrá otros países exportadores que nos desplacen. Por esa razón es que estamos siendo tan explícitos y rotundos en decir que no vamos a aceptar un solo grano de trigo HB4 en los embarques porque eso es rechazo absoluto en cualquier mercado”, explicó Idígoras.
También los productores expresaron su “preocupación”. Fue el caso de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), que mediante un comunicado disparó su alerta frente a lo que considera “la falta de aceptación por parte del mercado mundial” del trigo HB4. Atento a que en breve comienza la siembra fina de la campaña 2022-23, CARBAP aseguró que “actualmente el trigo que se comercializa en el mundo es no transgénico, y esta aprobación es altamente riesgosa mientras no exista una aceptación de, al menos, los mercados más importantes para la Argentina”.
Por último, frente a los “desafíos” que plantea el próximo ciclo triguero, desde la entidad se indicó que “es indispensable en esta coyuntura que atraviesa el mundo dar señales claras y precisas al sector productivo para que pueda desarrollar todo el potencial necesario para proveer de alimentos a los argentinos y al mundo, y este inoportuno anuncio del gobierno no aporta nada en ese sentido”.
La estrategia de la empresa
Horas después de la aprobación del Gobierno nacional, el Directos de Estrategia de la empresa Bioceres, Claudio Dunan, mantuvo un encuentro con la prensa en el marco del Congreso “A Todo Trigo”, el evento organizado por la Federación de Acopiadores. La empresa brindó su apoyo al trabajo que viene realizando la investigadora de la Universidad del Litoral, Raquel Chan.
En la rueda de prensa, el directivo de Bioceres confirmó que la empresa no saldrá a comercializar libremente las semillas de trigo HB4 a la generalidad de productores, sino que mantendrá en el nuevo ciclo del cereal que está por comenzar la estrategia de hacer acuerdos especiales con unos 250 empresarios agrícolas que ya reciben la semilla y deben entregar luego la producción a la empresa, a través del cumplimiento de un protocolo de bioseguridad que permite evitar fugas de granos transgénicos que pudieran contaminar trigos convencionales.
Además, Dunan señaló que Bioceres realizó acuerdos con establecimientos industriales para que no solo elaboren la harina del trigo HB4, sino que hagan un producto terminado con esa harina. El anuncio se haría en las próximas semanas, aunque el directivo no brindó más detalles al respecto. Hay que recordar que el año pasado anunciaron un acuerdo semejante con la firma Havanna, que luego se habría frustrado por la repercusión que tuvo la noticia de que posiblemente se lanzaría el primer alfajor transgénico del mundo.