El Ministerio de Economía afronta casi $900.000 millones de vencimientos en lo que resta del mes y 4,4 billones hasta fin de año. En abril, Finanzas no alcanzó a financiar la totalidad de las obligaciones y se concentró en extender los plazos de la deuda en pesos.
El Gobierno afrontará en los trece días que le quedan a mayo vencimientos de deuda en pesos por casi $900.000 millones e intentará cubrirlos con los pesos que consiga en el mercado local con la emisión de un menú de bonos y letras que incluirán títulos atados a la inflación y otros al dólar. Buscará, así, cumplir con algo que no logró en abril por primera vez en ocho meses: financiar todas sus obligaciones en moneda local ante los inversores locales y evitar una mayor emisión monetaria del Banco Central. Será la primera licitación tras la última suba de tasas de la entidad monetaria de la semana pasada, tras el 6% de inflación de abril.
El mes pasado el Ministerio de Economía cubrió el 90% de los vencimientos de deuda en pesos. No alcanzar el 100% era algo que no le sucedía a la Secretaría de Finanzas desde agosto pasado. De todas formas, aseguran desde ese área, descartada esa posibilidad, la prioridad del mes pasado fue la extensión de los plazos de los títulos de deuda. Entre los primeros cuatro meses del año el financiamiento neto fue de $572.000 millones.
Este jueves tendrá lugar la primera de dos licitaciones de deuda en pesos que habrá a lo largo de mayo. El próximo lunes tendrá lugar la mayor parte de los vencimientos del mes (unos $733.000 millones, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso) que corresponden a una un bono del Tesoro ($448.000 millones), una letra atada a la inflación ($270.000 millones) y una letra del Tesoro, por un monto menor ($14.000 millones). Parte de esa tenencia corresponde a tenedores intra sector público.
El mes pasado el Ministerio de Economía cubrió el 90% de los vencimientos de deuda en pesos. No alcanzar el 100% era algo que no le sucedía a la Secretaría de Finanzas desde agosto pasado
La Secretaría de Finanzas buscará, entonces, conseguir al menos esos $733.000 millones para continuar con un sendero de roll-over (cobertura) completo de los vencimientos mensuales. Para eso, pondrá sobre la mesa un menú de títulos públicos diverso. Habrá en esa oferta bonos indexados, otros dollar linked (que reaparecieron en las colocaciones de deuda local el mes pasado por primera vez en el año) y un bono con tasa fija.
Para la última parte del mes quedará la porción menos comprometedora de vencimientos. Según la OPC, serían poco menos de $160.000 millones por una letra a descuento, por lo que la atención estará más puesta en la licitación de este jueves. Tendrá Economía dos chances para lograr la cobertura total de vencimientos: en la operación del jueves y en la “segunda ronda” que realiza un día después, exclusivamente, con los fondos y bancos que participan del programa de Creadores de Mercado, lo que le agrega un “pucho” más de financiamiento a las colocaciones de bonos.
En los últimos meses, por la aceleración inflacionaria, ganó peso en el esquema de financiamiento en moneda local que lleva adelante Finanzas, la deuda indexada. En marzo, el mes de inflación mensual récord en los últimos 20 años, el 77% de los títulos emitidos fueron con el índice CER que sigue a la suba de precios. En abril, según los últimos datos oficiales, esa proporción volvió a niveles anteriores a ese pico. Los títulos atados a la inflación representaron el 49% del total colocado ese mes, un número incluso menor al 55% de febrero. Dentro del arco de oferta habitual, un 38% de los instrumentos licitados fueron a tasa fija, un 10% a bonos atados a la variación del tipo de cambio y el restante 3% a instrumentos a tasa variable.
En el stock total de deuda en pesos, aquella que está indexada sigue representando la mayor parte del total, con mucha diferencia. En abril llegó a ser de 83,6%, una cifra incluso superior a la de marzo, cuando había sido de 82,7 por ciento, según el último informe de deuda en pesos de la Secretaría de Finanzas.
Como contrapartida a ese crecimiento en el peso de la deuda atada a la inflación, el Ministerio de Economía refirió a un alargamiento de plazos. “Finalizado el primer trimestre, donde el Tesoro tuvo un gran desempeño en la acumulación de financiamiento neto, la política de emisión de abril se enfocó en la extensión de los plazos”, consideró Finanzas en su informe.
“En línea con la política de extensión de plazos, las emisiones del mes de abril alcanzaron un plazo promedio ponderado de 4,4 meses para instrumentos nominales y de 25,1 para instrumentos ajustables por CER”, lo que implicaría un estiramiento de los plazos de vencimientos.
Finanzas pondrá sobre la mesa un menú de títulos públicos diverso. Habrá en esa oferta bonos indexados, otros dollar linked (que reaparecieron en las colocaciones de deuda local el mes pasado por primera vez en el año) y un bono con tasa fija
Más aún, Economía sostuvo que si bien los bonos CER ganaron proporción en total, en los primeros meses del año su perfil de pagos se alargó. “El stock de deuda muestra un leve aumento de 4 puntos porcentuales en la participación de instrumentos ajustables por CER en lo que va del año. En cuanto a los plazos de vencimiento, se ve una dinámica de mayor participación de corto plazo en 2021 que se revierte en los primeros meses de 2022 con el crecimiento de la participación de la deuda de mediano plazo”, apuntó.
La importancia de los resultados que consiga el Gobierno en las licitaciones de deuda en pesos en el mercado local marcarán la posibilidad de cumplimiento de una de los compromisos centrales que asumió con el Fondo Monetario Internacional: la reducción de la emisión monetaria. Por definición, los pesos que Economía no consiga en el mercado, debería pedírselos al Banco Central. De esa forma, resultados magros ante la plaza financiera doméstica significarían presiones adicionales a esa meta exigible por el FMI.
Un informe reciente de la consultora Equilibra habla sobre ese tema. “Para lo que resta de 2022, vencen unos 4,4 billones de pesos, sin contar la nueva deuda que se emita en las próximas licitaciones a cancelar este mismo año calendario. El Tesoro debería alcanzar un financiamiento neto de 1,1 billones para lograr sumar 1,7 billones en todo el año (2,2% del PBI), compatible con la meta de asistencia del BCRA al Tesoro de 1,0% del PBI”, explicaron.
Equilibra enumeró tres razones por las cuales cree que será complicado para Hacienda repetir los resultados de las licitaciones de la primera parte del año. En primer lugar, consideró que “los vencimientos de los próximos meses son mucho más abultados y dos tercios de lo que vence entre mayo y agosto corresponde a instrumentos indexados al CER” comenzó.
Luego, “los bancos ya han migrado buena parte de su integración de encajes desde Leliqs a letras del Tesoro”, continuó. Por último, mencionó que “el mercado prefiere títulos indexados, y con vencimiento antes de las próximas elecciones, por lo cual en la segunda mitad del año el Tesoro deberá redoblar esfuerzos para colocar deuda con plazo mayor al año (mayores tasas o, contra lo que estipula el acuerdo con el FMI, con mayor oferta de títulos indexados)”, aseguró.
Una de las conclusiones del trabajo de Equilibra es que “el escenario de cumplimiento de la meta de asistencia del BCRA no exige un aumento de tenencias reales del sector privado en pesos, y por eso aún no lo descartamos: las tenencias de deuda del Tesoro treparían en casi un punto del PBI, pero las tenencias en pesos totales del sector privado (títulos del Tesoro y pasivos remunerados del BCRA) caerían desde 14,1% del PBI en 2021 hasta 13,3% en 2022″.
En el stock total de deuda en pesos, aquella que está indexada sigue representando la mayor parte del total, con mucha diferencia. En abril llegó a ser de 83,6%, una cifra incluso superior a la de marzo, cuando había sido de 82,7 por ciento
El peso de la deuda indexada es uno de los temas que formaron parte de la negociación con el Fondo Monetario. El Ministerio de Economía aseguró en la letra chica con el organismo que buscará reducir el peso de la deuda indexada a los precios y que intentará diversificar el menú de bonos que ofrece a los inversores del mercado local.
“Conforme al sendero proyectado de desinflación, tenemos previsto reducir gradualmente el uso de instrumentos vinculados a la inflación, ampliar la cartera de instrumentos de deuda de referencia y extender el perfil de vencimientos”, consideró el memorando de entendimiento con el FMI. En el Gobierno nacional aseguran que esa premisa se mantiene pero relativizan los tiempos.
En el equipo económico aseguran que esa meta de recortar el uso de bonos indexados solo podría lograrse en un contexto de inflación en desaceleración, lo contrario a lo que sucedió en los últimos meses y, espera el Gobierno, el escenario de acá en adelante. El organismo, por su lado, querría que esa reducción en la cantidad de bonos CER sea “lo antes posible”, pero los funcionarios argentinos plantearon en las conversaciones que aún no están dadas las condiciones.