El viernes consiguió menos de lo que salió a buscar y redujo el financiamiento neto. El apetito del mercado por títulos indexados (concentraron el 64%) condiciona la estrategia del Gobierno. ¿Se complica el plan financiero?
El viernes, en la primera vuelta de la segunda licitación de deuda en pesos de mayo, el Ministerio de Economía captó $156.740 millones. A pesar de que este monto le permite refinanciar el total de compromisos mensuales, quedó por debajo de los $170.000 millones que había salido a buscar para renovar los vencimientos de esta semana y sostener el financiamiento neto cosechado hasta el momento. Esto alimentó las dudas sobre la capacidad del Gobierno para fondearse en los próximos meses y cumplir las metas monetaria y financiera. Hoy, en la segunda vuelta de la operación, buscará sumar recursos adicionales.
Por lo pronto, el financiamiento neto del mes se redujo a $56.590 millones. Este lunes, el equipo de Martín Guzmán buscará incrementar esa suma. En la segunda vuelta, en la que participarán los Creadores de Mercado, podrá sumar hasta un 20% del total del valor nominal adjudicado el viernes en las letras que forman parte del programa (Ledes, Lepase y Lecer).
En la primera licitación de mayo, la Secretaría de Finanzas (que conducen Rafael Brigo y Ramiro Tosi) había logrado captar un financiamiento neto de $66.000 millones. Este excedente le permitía a la cartera llegar más holgada para afrontar los vencimientos por $166.340 millones hasta fines de mayo. Sin embargo, el hecho de que en la colocación del viernes Finanzas consiguiera menos del monto buscado provocó una reducción en el fondeo neto mensual, lo que impacta sobre la meta monetaria acordada con el FMI.
Las metas
Las licitaciones del Tesoro son clave para cumplir con lo acordado con el organismo internacional. El programa señala que el Gobierno debe conseguir financiamiento en el mercado local por 2% del PBI este año, y reducir la emisión monetaria al 1% del PBI. Por lo que lo esperable es que, en cada licitación, Finanzas logre un roll over del 130% para no presionar la meta monetaria, según cálculos privados.
En los primeros cinco meses del año, el Tesoro acumuló un financiamiento extra por $629.528 millones, lo que implica un roll over del 122%. Asimismo, Finanzas pudo afrontar en mayo un total de vencimientos por $920.020 millones, el monto más exigente en lo que va del año.
Sin embargo, la dificultad que enfrenta Finanzas es frente a las preferencias del mercado, que condicionarán la estrategia del Gobierno en las futuras búsquedas de financiamiento en los próximos meses, ya que esta licitación mostró una continuidad en el apetito por títulos indexados a la inflación. El 64% del monto adjudicado fue en instrumentos ajustables por CER, el 30% a tasa fija y el 6% restante a tasa variable. Asimismo, del total del financiamiento obtenido, el 33% correspondió a títulos con vencimiento en 2022, el 58% con vencimiento en 2023, el 4% al instrumento con vencimiento en 2024 y el 5% a 2025.
El mercado pide CER
Pablo Repetto, head of Research en Aurum Valores, señaló que “el resultado fue pobre” porque los títulos ofrecidos no eran atractivos para el mercado. “Al ver los instrumentos que licitaban, presumíamos que la licitación no iba a ser buena y en definitiva ocurrió. Hoy por hoy, los CER son los que más demanda el mercado, y mientras que el Tesoro trata de alargar los plazos de este tipo de instrumentos, el mercado no está dispuesto a alargar el plazo y mayo de 2023 ya es percibido como demasiado largo. Y si bien concentraron la mayor demanda, tampoco fue lo suficiente robusta para que el resultado salga bien”.
Esteban Gette, economista en Cohen Aliados Financieros, coincidió en el análisis: “La inflación navegando por encima del 5% mensual, sumado a los temores que genera el pago de la deuda indexada de cara a 2024, lleva a que los inversores sólo busquen cobertura en instrumentos CER de corto plazo. Cada vez que el Tesoro no ofrece una amplia variedad de estos instrumentos, como el caso de la canasta Lecer, el financiamiento de las licitaciones se complica. Por lo que la entidad monetaria para cumplir su objetivo debe validar tasas por encima de las que se operan en el mercado”.
En abril, Finanzas buscó reducir la cantidad ofrecida de instrumentos indexados, siguiendo lo aconsejado por el FMI, y por eso consiguió un roll over del 90%. Esta dificultad, encendió alarmas, ya que hizo que en las primeras semanas de mayo se acelerara la asistencia del BCRA al Tesoro, presionando aún más la meta monetaria.
Desafíos
Sobre este punto, Gette agregó: “De cara a los próximos meses se calcula que la tasa de refinanciamiento debería ubicarse en el orden de 130% para no comprometer las metas acordadas con el Fondo (2,2% del PBI). Sobre todo, si tenemos en cuenta que el margen de emisión para lo que resta del trimestre es de unos $58.000 millones contra $178.000 millones que lleva en lo que va de mayo”.
Por su parte, Repetto señaló que “independientemente del resultado de las licitaciones, tengo dudas de que se pueda cumplir con las metas acordadas con el FMI. Entre la licitación pobre y el aumento del gasto, se complica la meta de emisión; tal vez si en las licitaciones de junio consiguieran un roll over del 150% se podría cumplir”. En este sentido, abrió la posibilidad de una mejora ya que “en junio los vencimientos se concentran a fin de mes, por lo que en la próxima licitación del 14 de junio no hay un monto grande de vencimientos cercanos que puedan comprometer la licitación, entonces si consigue un buen volumen pueden llegar algo más holgados y mejorar el nivel de colocación”.