Fuerte suba de los dólares financieros en la jornada previa a una licitación clave de deuda del Tesoro. El blue ascendió seis pesos, a $216, un máximo desde febrero. Acciones y bonos profundizaron las bajas.
Después de la violenta salida de fondos posicionados en bonos del Tesoro en pesos la semana pasada, se dio la previsible suba de los precios del dólares alternativos al “cepo”. Hay que recordar que muchas liquidaciones se efectúan a un plazo de 48 horas, que explica la reacción con delay del tipo de cambio. Y que mañana se realizará una licitación clave de deuda del Tesoro que implicará un test para el esquema del equipo económica.
En ese sentido, el dólar libre cerró negociado con alza de seis pesos (+2,9%) este lunes, a $216 para la venta, en su precio más alto desde el pasado 9 de febrero ($217), cuatro meses atrás. La suba, sin embargo, fue ampliamente superada por el salto de los dólares financieros que anotaron precios récord.
El dólar mayorista terminó negociado con un incremento de 51 centavos, a 122,30 pesos. La brecha cambiaria entre el dólar oficial y el “blue” se asienta en el 76,6 por ciento.
El “contado con liquidación” operó con un alza de 10 pesos, a $237 con el bono Global 30 (GD30C), y el dólar MEP subió a $230 con el Bonar 30 (AL30D), ambos en niveles máximos históricos.
La semana pasada los bonos ajustados por inflación (CER) soportaron una fuerte presión vendedora ante desarmes de posiciones que los colocaron en valores mínimos, pese a sus jugosos rendimientos. Además, se acentuó la percepción negativa de los agentes del mercado, debido a la dificultad para alcanzar las metas establecidas para el segundo trimestre en el acuerdo acuerdo con FMI, firmado en marzo, cuando la administración de Alberto Fernández se comprometió a incrementar las reservas del Banco Central, bajar la tasa de inflación, recortar subsidios y bajar la emisión monetaria, entre otros puntos.
Tras la salida de fondos posicionados en bonos en pesos, la mayor demanda de dólares financieros como cobertura era previsible
“El combo del ‘crash’ de la deuda en pesos junto con un contexto global marginalmente peor por el alto IPC (inflación) en Estados Unidos fueron catalizadores para que salten los dólares financieros. A simple vista, dado los desequilibrios macro locales y la correlación de los dólares alternativos con los agregados monetarios, parecería que aún queda suba por delante”, comentó Roberto Geretto, portfolio manager de Fundcorp.
“La acumulación de más de 5 billones de pesos de deudas y la eclosión de las rencillas internas, junto con declaraciones sobre una eventual reestructuración de la deuda interna, pusieron un abrupto final a la bucólica estrategia de carry over con activos ajustados por CER ”, explicó Roberto Drimer, director de VatNet Research.
El Banco Central finalizó su intervención en el mercado de cambios con compras del orden de los USD 25 millones, en una rueda con negocios por un importante monto de 390,5 millones de dólares.
El Banco Central acumula por su intervención diaria en la plaza mayorista un escaso saldo a favor de 52 millones de dólares en lo que va de junio. Asimismo, en el transcurso del 2022, el Banco Central acumula compras netas por unos USD 950 millones, un monto que representa el 15,6% del saldo neto a favor obtenido en el mismo lapso del año pasado, que acumulaba unos USD 6.072 millones al 11 de junio de 2021.
Desplome en Wall Street e impacto en activos argentinos
Los mercados neoyorquinos sufrieron un lunes nefasto por el creciente indicio de más inflación en Estados Unidos, mayor accionar de la Reserva Federal y temores a una recesión económica. El Promedio Industrial Dow Jones cayó un 2,58; el índice S&P 500, un 3,9% y el Nasdaq Composite cedió un 4,7 por ciento.
Varios datos sobresalieron en este panorama “negro” que devolvió el pesimismo a las plazas de Nueva York. Por una parte, el S&P reingresó en zona de bear market, situación que se da cuando la toma de ganancias acumulada refleja pérdidas mayores al 20% desde sus máximos anteriores. Con una baja acumulada de 22%, se espera una continuidad de bajas en el corto plazo.
Medidos a precio dólar, los activos de Argentina también se hundieron, golpeados por la tendencia general. En Wall Street, los ADR y acciones argentinas que son negociados en dólares cayeron hasta 12%, con Despegar a la cabeza. Mercado Libre perdió un 9,3%, Grupo Galicia, un 7,8%, y Globant, un 7,7 por ciento.
El índice accionario S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires perdió un 1,4%, a 87.937 puntos, tras acumular una baja del 2,9% la semana pasada. Medido en dólar “contado con liqui” implícito en las cotizaciones de los ADR en Wall Street, el Merval se hundió 5,5% en el día.
Por otra parte, los bonos en dólares emitidos con la reestructuración soberana de 2020 se hundieron otro 4% según el promedio de los Globales con ley extranjera, para extender la racha que los sepultó hasta sus precios más bajos desde que salieron a cotizar en el mercado secundario.
En ese sentido, el riesgo país de JP Morgan crecía 70 unidades para la Argentina, a 2.113 puntos básicos a las 17:30 horas, después de tocar los 2.124 enteros al mediodía, un máximo desde el 10 de septiembre de 2020.
El riesgo país de Argentina superó los 2.100 puntos por primera vez desde el canje de deuda con acreedores privados, en 2020
Los bonos operados en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) cedieron en promedio un fuerte 1,9% en pesos, con la tendencia negativa encabezadas de las emisiones en moneda local, luego de caer casi un 4% durante la semana pasada cuando se inició la salida masiva de inversores.
Los bonos en pesos atados al CER retrocedieron en torno al 2% para las emisiones que mayor plazo. Los títulos cortos (TX23 y TX24) registraron alzas marginales. Hay que señalar que estos últimos papeles fueron apuntalados en las últimas sesiones por órdenes de compra procedentes de organismos públicos.
“Por los bonos en dólares no hay ningún interés, por lo cual es un mercado totalmente cerrado. Solo quedaban los bonos que ajustan por inflación pero ahora quedaron un poco cerrados también”, dijo a Reuters un economista.
Los temores a que una mayor inflación mundial determine que los bancos centrales suban sus tasas de interés afectando el crecimiento económico y los desafíos económicos de la tercera economía de América Latina para los próximos meses provocaron un fuerte desarmes de carteras.