El tipo de cambio implícito en la compraventa de acciones avanzó 19 centavos y terminó en $14,07. Vuelven a la City los días de la "bicicleta financiera" y las operaciones bursátiles desplazan a la inversión
El mercado financiero se está preparando para un festival de bonos y de emisión de dinero. Esto no significa que la economía real mejore. Por el contrario, cuando la especulación deja ganancias imposibles de lograr en otro sitio del planeta, la inversión productiva y el consumo desaparecen. En la Argentina este modus operandi se bautizó "bicicleta financiera". Así se triangulan pesos, dólares y bonos. Todos juegan contra las tasas y obligan al Gobierno a emitir títulos que sean tentadores para los jugadores.
Una muestra de los aprestos de los operadores fue la suba de 19 centavos a 14,07 pesos del "contado con liquidación", el dólar que hay que seguir porque es el que más negocios mueve. En las últimas tres jornadas cambiarias, el "liqui" trepó 6,5%, desde los $13,21 de cierre que promedió el miércoles 15.
Todas las operaciones se hicieron con acciones porque el Gobierno prohíbe hacerlas con bonos. Así se explica que las acciones líderes de la Bolsa hayan subido 5,21%, con negocios por 320 millones de pesos. El mercado bursátil argentino debe ser el único donde el alza de los papeles está al margen del resultado de los balances de las empresas cotizantes. Cuando el argentino compra acciones no se interesa por el destino de la compañía porque busca transformar ese papel en dólares en el exterior.
Por eso el mercado bursátil operó con euforia. Los inversores festejaban las alzas como si fueran habitantes de un país que acababa de lograr su independencia. Las acciones que más subieron fueron las que más se utilizan para hacer "contado con liqui". Edenor, una empresa que técnicamente está quebrada, subió 12 por ciento. Transener la superó con un aumento de 12,15 por ciento. Entre los bancos se destacó el rebote de 9,15 por ciento de Grupo Galicia.
Los ADR's de las empresas argentinas en Wall Street también dieron ganancias a los inversores. Los papeles de mejor comportamiento fueron Edenor (5,98%); Pampa Energía que es controlante de Edenor (5,82%) y Galicia (5,72%).
Mientras el "contado con liqui" generaba euforia, el dólar libre siguió aplastado y cerró a 14,68 pesos, porque la AFIP continúa autorizando a los compradores del mercado único de cambios a que adquieran dólares para atesoramiento a 20 por ciento por encima del oficial. Estos compradores pagan la divisa a 10,23 pesos e inmediatamente lo vuelcan a las "cuevas" adonde se los compran a entre 14,50 a 14,60 pesos, de acuerdo a la cantidad que se quiera vender.
En el Forex-MAE, la plaza mayorista de cambios, los negocios fueron escasos, apenas 109 millones de dólares porque son pocos los exportadores que están liquidando sus stocks. A pesar del magro volumen, la mesa de dinero del Banco Central compró 10 millones de dólares que no cubren la tercera parte de lo que se le vende al público diariamente en la ventanilla de los bancos.
A pesar de que se pagaron 17 millones de dólares por importaciones de energía y a la industria automotriz y a la electrónica se le vendieron 55 millones, las reservas aumentaron 2 millones a u$s 27.303 millones por la suba del oro y el euro, dos activos que integran los activos del Banco Central.
En el Forex-MAE, la principal plaza de títulos públicos, se negoció un monto regular de 1.469 millones de pesos.
Los bonos más buscados y que concentraron la mitad de las operaciones, fueron los emitidos en dólares con legislación argentina por sus elevados rendimientos que superan 16 por ciento. El Boden 2015 fue el de mejor comportamiento y subió 3,23 por ciento, mientras el Bonar X que vence en 2017 avanzó 4,19 por ciento. Esta suba se debe a que vence en el período del nuevo gobierno y tiene una tasa de retorno de 14,86 por ciento.
Como se ve, la semana financiera comenzó con intensidad. Despareció la cautela. Algunos se juegan a que a fin de diciembre se termina el default y comienza la negociación con los “buitres”. No es cuestión de que la ocasión los encuentre desprevenidos sin bonos en dólares en la mano.
De los bonos en pesos, no hay historia. De los únicos que se habla es de los Bonad 16 que se licitarán esta semana. Estos papeles se compran en pesos y su evolución está atada a la devaluación. Nadie cree que ese ritmo de devaluación sea inferior a la tasa de interés de los plazos fijos. Hay que ver qué precio se paga por ellos, porque la cotización va a marcar la tasa de ganancia que pretende el mercado.
