Tras la fuerte caída de precios de los bonos atados a la inflación, el dólar “contado con liquidación” se disparó 15% en junio. A fin de mes vencen títulos públicos por $600.000 millones,
Ya con el foco puesto en lo que sucederá en el segundo semestre del año, las cotizaciones del dólar alternativas al “cepo” empiezan a tomar a velocidad y a descontarle paulatinamente el terreno perdido respecto de la inflación.
Si se observa lo ocurrido en lo que va del 2022, la inflación acumulada ya se posiciona por encima del 30 por ciento. En este aspecto, es el dólar oficial el que conserva la tasa de aumento más importante: a $122,92, el dólar mayorista gana un 19,7%, por encima de lo que subieron el dólar libre (sólo +3,8%) y el bursátil “contado con liquidación” (+18,1%).
Sin embargo, en las últimas semanas los dólares por fuera del “cepo” retomaron la iniciativa y comienzan a pelearle -y ganarle- a la inflación, ante expectativas del mercado que se centran en una mayor inyección de pesos en la economía.
En junio, los analistas económicos anticipan otra vez una inflación mensual del orden del 5 por ciento. El dólar libre anota en la primera mitad del mes una ganancia de 4,3%, a 216 pesos para la venta. Y el dólar “contado con liquidación” saltó un 15,1%, a un máximo histórico de 242,24 pesos.
¿Cuáles son los factores alcistas?
1) Colapso de bonos CER. Un avance ostensible de los dólares “libres” se dio a partir de la salida de inversores que estaban posicionados en títulos de duda soberana en pesos, cuyo activo “estrella” son los papeles indexados por CER, un índice atado a la inflación que informa el INDEC. Las dificultades que podría enfrentar el ministro de Economía, Martín Guzmán, para refinanciar estos vencimientos -el 28 de junio vencerán casi $600.000 millones- obliga a pensar que la alternativa para cubrir el déficit pasará por la asistencia monetaria del Banco Central, es decir, más emisión que alimentará el proceso inflacionario.
El verdadero test para Guzmán llegará en la última semana del mes, cuando vencen casi $600.000 millones de bonos del Tesoro
“El gran interrogante hacia adelante es cómo seguirá el programa financiero. En principio estimamos que los plazos de colocación podrían reducirse a 90 días en promedio para el financiamiento ‘de mercado’. No descartamos mayor ‘presión’ regulatoria para aumentar la demanda de títulos del sistema financiero, mientras que los entes públicos podrían brindar financiamiento a mediano plazo y garantizar cierto piso de roll-over”, estimó Delphos Investment.
“El combo del ‘crash’ de la deuda en pesos junto con un contexto global marginalmente peor por el alto IPC -inflación´- en Estados Unidos fueron catalizadores para que salten los dólares financieros. A simple vista, dado los desequilibrios macro locales y la correlación de los dólares alternativos con los agregados monetarios, parecería que aún queda suba por delante”, comentó Roberto Geretto, economista de Fundcorp.
“El endeudamiento en divisas y en pesos en proporción al PIB luce moderado a largo plazo, pero a corto plazo hay que ir contando con un flujo de fondos que permita transitar ese sendero temporal. Si se dieran mal los acontecimientos y hubiera explosiones cambiarias e inflacionarias podrían empeorar súbitamente esas proporciones”, señaló Roberto Drimer, director de VatNet Research.
El “contado con liqui” se disparó 15% en junio por la expectativa de expansión monetaria para financiar el déficit
Los expertos del Grupo SBS advirtieron que “la curva CER inició antes de lo esperado un movimiento de desplazamiento paralelo al alza junto a un empinamiento. Es un movimiento que veníamos discutiendo, pero arrancó antes de lo esperado”. Acotaron que “el componente de ganancia de capital tanto en los CER como en los dólar linked parece agotada en el corto plazo”, a la vez que “el equilibrio entre la pata fiscal, la pata monetaria y el programa financiero muestra señales de alerta que no serán inocuos durante junio/julio en cuanto a tasas”.
2) Aumento del déficit fiscal. Si los gastos del del Sector Público continúan profundizando un sendero de crecimiento mayor al de los ingresos, la expansión del desequilibrio fiscal es inevitable, así como las distintas distorsiones de la economía para financiarlo. “El análisis de la dinámica que viene tomando el gasto en los primeros meses del año así como de su evolución esperada, comparado con el crecimiento observado y proyectado de la actividad económica, deja en evidencia que cumplir tal meta será cuanto menos desafiante”, subrayó en un informe Invecq Consultora Económica.
“El déficit acumulado del primer cuatrimestre se incrementó casi 3,5 veces respecto al mismo período del año anterior, y el gasto primario lleva siete meses aumentando a un ritmo muy superior a la inflación. Combinado con un crecimiento económico que ya muestra señales de desaceleración y será apenas cercano al 3% este año, es difícil que se pueda mejorar la marca del 2021, cuando el déficit fiscal alcanzó el 3% del PBI”, detalló Invecq.
“Los márgenes se le van achicando al Gobierno. Se esperaba que estos problemas fueran más visibles el año que viene, pero los mercados siempre se adelantan”, comentó Daniel Artana, economista Jefe de fundación FIEL. “Todo parece indicar que en este primer año del programa (con el FMI) no va a cumplir ninguna de las tres metas”, agregó.
Según las variables monetarias, el dólar libre debería costar unos $240 y el “contado con liqui”, unos $257, valores levemente superiores a los presentes
3) Más pesos en la economía. Dificultades de financiamiento y un déficit fiscal en ascenso decantan en emisión de pesos para cerrar las cuentas. Y es sabido que el precio objetivo del dólar converge con la tasa de expansión de dinero con el que funciona la economía argentina. Más plata en la calle se refleja en un precio más alto para los dólares que son negociados por fuera del “cepo” oficial.
“Al calor de la aceleración inflacionaria, la reciente emisión de pesos y el deterioro en la curva de pesos -síntoma de la desconfianza en la capacidad de roll over del Tesoro-, el dólar financiero salió de su larga siesta”, afirmó Nery Persichini, Head of Research & Strategy en GMA Capital.
Si se tiene en cuenta el crecimiento de la circulación monetaria (billetes y monedas más depósitos en cuentas a la vista) desde que se impuso un cepo estricto el 28 de octubre de 2019, esta variable que mide el “cash” de los consumidores creció un 218,3 por ciento. En el mismo período, el dólar libre aumentó un 166,1%, y el “contado con liqui”, un 199,3 por ciento.
Por lo tanto, según esta estimación teórica, el “blue” debería costar hoy unos $240, y el “liqui”, unos $257, valores que aún dan margen a una leve alza de estas cotizaciones. Hay que señalar que este cálculo ampliado al crecimiento de agregados monetarios (M2 y M3) ofrece resultados similares.
“Con la nominalidad tan elevada, hasta los cálculos más conservadores son crudos: si el dólar contado con liquidación acompañase la inflación anual de 70%, debería operarse en $340 a fin de año. Y si solo siguiera el camino esperado del IPC desde ahora hasta fin de año, debería llegar hasta $315″, señaló Persichini.
4) Inflación muy alta. La escalada se precios minoristas va en aumento y este 2022 rivalizaría con el registro de 1991, cuando llegó a un 84 por ciento. los analistas consultados por el BCRA en su Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), proyectaron que la inflación minorista para el corriente año se ubicará en 72,6% interanual, unos 7,5 puntos porcentuales superior respecto de la encuesta previa. Son casi 23 puntos por encima de la inflación del 2021, en el 50,9% según el INDEC.
Y según el informe Latin Focus Forecast de junio, un estudio que promedia las estimaciones de 45 consultoras y entidades financieras locales y del exterior, este año cerrará con una suba de precios del 68,5%. Este número es 5,2 puntos porcentuales más con respecto a la encuesta previa (63,2%).
¿En qué nivel podría cerrar la inflación del año? “Muy difícilmente por debajo del 70%. Esto es lo que surge de efectuar unas simples simulaciones sobre el comportamiento de los precios en los próximos meses. Si el costo de vida se moviera al 4% mensual (1,3 puntos porcentuales menos que en los primeros cinco meses), el cambio interanual en diciembre sería de 70,2%. Pero si la dinámica de precios promediara el 5% mensual, entonces la inflación del año cerraría en 81,9%”, refirió Nery Persichini.
5) BCRA sin reservas. La falta de dólares líquidos en las reservas del Banco Central es otra variable que hay que mirar día a día. Si bien los activos internacionales brutos superan los USD 40.000 millones, la mayor parte de los mismos está integrado por préstamos (”swap” de monedas con China o DEG del FMI) y depósitos de los ahorristas. Como estas divisas son el respaldo de los pesos en circulación, el precio del dólar estará supeditado a las tenencias en las arcas del Banco Central.
En este sentido, en 2022 la demanda de dólares para importar energía neutraliza la capacidad de compra del BCRA en el mercado. La autoridad monetaria quedó con un saldo negativo de unos USD 348 millones por sus intervenciones en el mercado de cambios en lo que va de junio. Asimismo, en el transcurso de 2022, el Banco Central acumula compras netas por unos USD 550 millones, un monto que representa el 8,8% del saldo neto a favor obtenido en el mismo lapso del año pasado, que acumulaba unos USD 6.267 millones al 16 de junio de 2021.
“La cantidad de dólares disponibles para importaciones no energéticas se verá limitada: en virtud de nuestra proyección sobre el balance cambiario estimamos que la disponibilidad de divisas será insuficiente para atender al mismo tiempo un incremento en las importaciones por encima de los 6.000 millones de dólares actuales y garantizar la meta de recomposición de reservas”, dijo Ecolatina.