El 28 de junio el Tesoro enfrentará un vencimiento de deuda por casi $600.000 millones. Mañana tendrá una licitación “intermedia” para reducir esas obligaciones. Con los banqueros, buscará respaldo para el financiamiento de la deuda.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, citó para este miércoles y el jueves a las dos principales cámaras de bancos del país para discutir las condiciones de las próximas licitaciones de deuda que el Tesoro necesita para financiar su déficit y cumplir con compromisos adquiridos con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El 28 de junio hay un punto crítico: una nueva licitación en la que Economía necesita refinanciar vencimientos por $595.000 millones.
Como paso previo a ese vencimiento, la secretaría de Finanzas lanzó para este miércoles una suerte de “licitación intermedia” en la que ofrecerá la conversión de las tenencias de los bonos que se vencen el 30 de junio para descomprimir el volumen de vencimientos. Una fuente oficial aseguró a Infobae que “ya está cerrada la suscripción con un grupo de bancos y que eso ayudará a reducir la incertidumbre”. Se descuenta que el canje de bonos será aceptado por la banca pública, que tiene fuertes tenencias de estos títulos.
Para el caso de la Ledes, pondrá sobre la mesa dos canastas distintas: una que ofrecerá títulos con vencimiento al 31 de octubre de este año, otra a 30 de noviembre y una tercera al 31 de diciembre. La alternativa es una canasta con un instrumento al 31 de agosto, 31 de octubre y al 30 de noviembre.
Para el caso del bono CER, ajustado por inflación, las dos opciones de canastas serán: en primer lugar, un título indexado con finalización el 21 de octubre, el 16 de diciembre y el 20 de enero de 2023. La alternativa será un grupo de bonos con vencimiento el 16 de agosto, 21 de octubre y 16 de diciembre. En todos los casos para este bono, serán también instrumentos que siguen a la inflación.
“Lo que trata de hacer el Tesoro es ofrecer un paquete de instrumentos para que el inversor compre más plazo del que quisiera. El mercado quiere la mayor tasa y el menor plazo posibles y el Tesoro busca estirar esos plazos” (Juan Pablo Albornoz)
Desde el derrumbe de los precios de los bonos CER, el Gobierno ya logró concretar una licitación de deuda pero pequeña. Consiguió $28.000 millones la semana pasada que le permitieron refinanciar con creces vencimientos por algo menos de 11.000 millones de pesos.
“El Tesoro no busca fondos frescos del mercado, sino diferir unos meses una parte de los $600.000 millones que vencen a fin de mes. Esta maniobra probablemente sea efectiva con los tenedores públicos, especialmente con el Banco Central, que estuvo comprando muchas letras de corto plazo tras el derrumbe de la curva CER de este mes. Por Carta Orgánica, el Central no puede participar de subastas primarias, pero sí en esta clase de canjes”, dijo a Infobae el economista Nery Persichini, Head of Research & Strategy en GMA Capital.
En tanto, el director de Ecolatina Juan Pablo Albornoz remarcó que el trasfondo de ofrecer este conjunto de instrumentos es que el Tesoro está encontrando serias dificultades para colocar deuda a mayor plazo. “Lo que trata de hacer el Tesoro es ofrecer un paquete de instrumentos para que el inversor compre más plazo del que quisiera. El mercado quiere la mayor tasa y el menor plazo posibles y el Tesoro busca estirar esos plazos”, afirmó.
Añadió que se trata del “primer test serio del mercado” que tiene Guzmán después de la crisis de renta fija de deuda de las últimas semanas.
El Tesoro enfrentará el 28 de junio uno de los vencimientos de deuda más grandes del año, por $595.000 millones
En ese sentido, Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, dijo que el Gobierno le está “dando salida” al Banco Central con el canje. “El BCRA durante la corrida reciente de la deuda en pesos compró más de $300.000 millones de los cuales cerca de $80.000 millones están concentrados en los dos bonos que vencen ahora el 30 de junio. El tema es que el BCRA tiene prohibido por Carta Orgánica financiar de manera directa al sector fiscal más allá de los Adelantos Transitorios, pero sí puede entrar en canjes”, detalló.
Guzmán convocó a la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA, los de capital local) para una reunión este miércoles 22. Al día siguiente, será el turno de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA, los de capitales extranjeros) con la misma temática en ambos casos. Los principales instrumentos que utiliza el Gobierno para financiarse, los títulos de deuda ajustados por el índice CER, fueron el epicentro de una corrida hace dos semanas que puso en duda la capacidad de financiamiento oficial.
El ministro y el subsecretario de financiamiento, Ramiro Tosi, van a buscar el respaldo de los banqueros. Son clientes clave para la deuda, junto con los fondos comunes de inversión y las aseguradoras. Se trata de los compradores de deuda “regulados”, es decir, que están sujetos a límites en sus movimientos que en algún nivel no les deja otra opción más que comprar los bonos que emita el Tesoro, ya que no pueden moverse libremente para comprar dólar en el mercado formal ni variantes financieras como el contado con liquidación.
La fuerte baja de precios de los bonos atados a inflación sembró dudas acerca de la factibilidad de renovar con éxito los próximos vencimientos que afronta el Tesoro
En los bancos creen que las tensiones con los bonos ajustados por CER “se están tranquilizando”. La lectura oficial es que hubo un comportamiento “disociado” de los precios de los activos en pesos, lo que requirió una serie de medidas de “estabilización”, encabezadas por las compras del Banco Central.
Los bancos privados -y en particular los de capital extranjero, por imposición de las casas matrices- se mostrarían renuentes a incrementar su tenencia de deuda en pesos, pues en la mayoría de los casos ya han más que duplicado su exposición a la deuda del Tesoro en los últimos dos años y medio. Por lo tanto, temen quedar expuestos al riesgo de una eventual reestructuración de esos bonos, en especial después de 2023.
El BCRA emitió unos $300.000 millones para recomprar bonos del Tesor en pesos y sostener las cotizaciones en medio de la “corrida”
Los bonos en pesos en cartera representaban el 10% promedio de su activo al inicio de la administración de Alberto Fernández y ahora explica más del 17% en promedio. Estas posturas se elevan al 30% en las entidades más grandes.
Por causa de la caída de los precios, el pasado 8 de junio el BCRA emitió cerca de $300.000 millones en compras de títulos CER y Letras del Tesoro (Letes) para sostener su valor.
“Quien diga que en Argentina la deuda pública denominada en pesos es insostenible realmente no tiene idea de lo que está hablando y no pasaría un examen básico en la facultad”, afirmó el ministro en una entrevista al diario La Capital de Rosario, publicada el domingo.
Los bancos privados no quieren quedar expuestos al riesgo de una eventual reestructuración de los bonos públicos después de 2023
El jefe del Palacio de Hacienda remarcó su ”absoluto compromiso con el fortalecimiento del mercado de deuda pública en pesos que lo reconstruimos nosotros para que en la Argentina haya primero más capacidad de financiamiento del sector público, y más sano. Lo que se anunció es un conjunto de acciones plenamente coordinadas entre Economía y el Banco Central para que Argentina tenga un sendero de acumulación de reservas más veloz”.
Sobre unos $11,2 billones de deuda en pesos (14,5% del PBI), el sector privado encabezado por bancos, compañías de seguros y fondos de inversión acapara casi la mitad del stock, el grueso en bonos ajustados por inflación (CER).
Movida clave de las tasas del BCRA
El Directorio del Banco Central dispuso el jueves pasado un fuerte incremento de 300 puntos básicos en la tasa de interés nominal anual de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días, para pasar de 49% a 52% nominal anual. Además, dispuso que los rendimientos garantizados para plazos fijos de personas humanas suben en 500 puntos básicos, de 48% a 53% nominal anual.
Asimismo, para el resto de los plazos fijos -por ejemplo, de empresas- pasa de 46% a 50% nominal anual. Por ello, el spread entre las Leliq y los plazos fijos minoristas pasa +1% a -1%, mientras que para el resto solo se reduce de +3% a +2% en favor de las Leliq que el Central le coloca a bancos.
Tasas para ahorristas por encima de las Leliq forzarán a los bancos a colocar su liquidez en instrumentos más riesgosos, como los bonos en pesos
“Eso es para que los bancos tengan mayores incentivos a tomar riesgo financiero, es decir, que tomen más deuda del Tesoro. Tienen margen regulatorio para integrar más encajes con deuda del fisco. Ahí tienen, fácil, $250.000 millones para usar para financiar al Tesoro”, explicó Gabriel Caamaño, director de la Consultora Ledesma.
“Es colocación de deuda contra liquidez bancario. Es expansivo, hace crecer la base monetaria. Son fondos que están en Leliq o en encajes que salen a circular”, consignó, por cuanto consideró que “todo esto es más emisión, pero son formas de emitir que están fuera de la definición de los límites que puso el FMI”.