Los fuertes vencimientos tras los casi $ 90.000 millones esterilizados en el año impiden que el BCRA retire pesos. Ayer vencían más de $ 10.500 millones
Ayer el Banco Central (BCRA) consiguió atraer una importante cantidad de ofertas de los bancos en su licitación semanal de letras y notas con las que regula la masa monetaria, pero el enorme nivel de vencimientos que debió cubrir hizo que el esfuerzo no alcanzara para esterilizar una suma relevante de dinero. Vencían $ 10.556 millones, los bancos ofrecieron
$ 12.059 millones de los cuales la entidad conducida por Alejandro Vanoli decidió adjudicar $ 11.909 millones. El saldo, a pesar de los grandes montos, fue una contracción de la base monetaria de sólo $ 160 millones.
Las Lebac son letras a entre 90 y 400 días de plazo que el BCRA les coloca a los bancos a cambio de su liquidez ociosa. La diferencia entre lo que vence cada semana (capital más intereses) y lo que colocan los bancos es el resultado monetario de cada licitación semanal. Cuanto más altos los vencimientos, más difícil es sacar pesos de la plaza.
La tasa de las Lebac quedó ayer sin cambios, entre los 26,86% que paga el de 98 días de plazo y el 29,29% que paga a un año.
La aspiradora del BCRA funcionó a pleno durante la mayor parte del año. Las altas tasas de Lebac impuestas en febrero, tras la suba del 23% que se le imprimió al dólar, ayudaron a contener la corrida cambiaria y a restar $ 89.560 millones de la base monetaria hasta el 10 de octubre pasado, que no aportaron a la dinámica de precios.
A pesar de su utilidad, el trabajo de la aspiradora no fue gratuito. Semejantes colocaciones –se llegaron a retirar más de $ 11.200 millones de la plaza en un sólo día– generaron que el stock de Lebac creciera sobremanera y que los vencimientos que enfrenta cada semana el BCRA fueran creciendo geométricamente.
En lo que queda del año, sólo en dos ocasiones el BCRA deberá enfrentar vencimientos por debajo de los $ 9.000 millones. El 17 de diciembre próximo los vencimientos superarán incluso los $ 12.000 millones.
"Los bancos están líquidos y la diferencia entre lo que paga una Lebac –un 27%– y lo que cuesta fondearse –el 20% que se paga por depósitos a plazo fijo mayoristas– es uno de los principales negocios", dijo un operador de un banco mediano.
Tras la llegada de Vanoli al BCRA, en reemplazo de Juan Carlos Fábrega, la entidad impuso un piso del 22,89% a la tasa que pagan los plazos fijos de menos de $ 350.000. La medida encareció el fondeo, pero no el de los grandes depositantes.
"El grueso del fondeo sigue estando barato, habrá subido un poco contra lo que tocó de piso, pero no veo que en el corto plazo haya un cambio en esa tasa", dijo el mismo operador.
El stock de depósitos del sector privado crece 285 interanual, mientras que el de préstamos avanza algo más del 21%. La diferencia entre esos ritmos tiene a los bancos con más pesos de los que desean y de ahí la demanda por letras.
Sin embargo, el crecimiento de los vencimientos mantiene a los niveles de esterilización en niveles casi nulos. Desde que el 16 de septiembre retiró más $ 9.000 millones, las colocaciones semanales se debaten entre modestas esterilizaciones y pequeñas inyecciones de pesos.