En medio de la fuerte volatilidad financiera, Economía tuvo que colocar deuda indexada más una tasa de hasta 3,3% y superó una prueba ante el mercado. Así, concluyó la primer mitad del año con un nivel de cobertura de obligaciones de pago de 121 por ciento.
En medio de la fuerte volatilidad financiera, el Gobierno logró cubrir los vencimientos de deuda en pesos que afrontaba esta semana y recolectó en el mercado local $248.000 millones, en línea con lo que requerían las obligaciones financieras. En el menú ofertado a los inversores incluyó títulos atados al dólar y a la inflación.
“El resultado fue positivo para esta licitación y también para el mes. En ambos casos con financiamiento neto positivo, es decir que se obtuvo más de lo que se salió a buscar. En el primer semestre, el Tesoro acumuló un financiamiento neto positivo de $663.246 millones, lo que implica una tasa de refinanciamiento del 121%”, recalcaron desde el Ministerio de Economía.
De esta forma, en el sexto mes del año el Tesoro consiguió cerca de $16.000 millones más de lo que se vencía a lo largo de junio, al tomar en consideración las tres operaciones de colocación de deuda que hubo en las últimas semanas. Ese número podría estirarse mañana cuando Economía realice la segunda vuelta de licitación entre un grupo de bancos y fondos de inversión que participan del programa de Creadores de Mercado.
El Gobierno había realizado la semana pasada una licitación “intermedia” para intentar descomprimir el elevado volumen de vencimientos de deuda en pesos que afrontaba para fines de junio, por más de $600.000 millones. Con esa operación, en la que contó con la ayuda del Banco Central, redujo las obligaciones de pago a $248.000 millones.
En el primer semestre, el Tesoro acumuló un financiamiento neto positivo de $663.246 millones, lo que implica una tasa de refinanciamiento del 121%, en línea con lo que necesita el acuerdo con el FMI
Analizado por tipo de instrumentos, del total de financiamiento obtenido por la Secretaría de Finanzas, el 85% correspondió a instrumentos con vencimiento este año. Asimismo, el 51% del monto adjudicado fue en instrumentos atados a la inflación, el 34% en instrumentos a tasa fija y, el 15% restante en bonos dollar linked (por un equivalente a USD 310 millones), que además son los únicos que tienen finalización más allá de este año.
“En línea con lo comunicado en oportunidad del llamado a licitación, el Tesoro ofreció instrumentos con tasa real positiva para los inversores participantes. En el caso de los instrumentos a tasa nominal (Ledes), la tasa adjudicada implica un diferencial cercano a los 6 puntos porcentuales respecto a la tasa de política monetaria del BCRA. En el caso de los instrumentos con ajuste CER (Lecer) el rango de tasas reales se ubicaron entre el 2,5% al 3,3% anual”, mencionó el Ministerio de Economía.
El menú de instrumentos ofrecidos en esta licitación estuvo conformado por nueve títulos, con vencimientos en 2022, 2023 y 2024. Se emitió una nueva Lelite con vencimiento el 29 de julio, se reabrieron tres letras a descuento (LEDE) con vencimiento 31 de agosto, 31 de octubre y 30 de noviembre de 2022. Además, se reabrieron dos letras ajustadas por CER (Lecer) con vencimiento 21 de octubre y 16 de diciembre de 2022, y se emitió una nueva Lecer cuyo vencimiento es el 23 de noviembre de 2022. Finalmente, se reabrieron dos bonos vinculados al dólar estadounidense con vencimiento el 28 de abril de 2023 y el 30 de abril de 2024. Este último no tuvo adjudacación.
La licitación de “urgencia” que allanó el camino
La licitación de la semana pasado, según la lectura del mercado, apuntó en gran medida a que el Banco Central, que no puede participar de las colocaciones primarias de deuda del Tesoro. De esa manera, podría volcar todas sus tenencias adquiridas en el mercado secundario en las últimas semanas cuando comenzó el desplome de los bonos en pesos. A la vez, ofreció la oportunidad a algún inversor privado que quiera anticiparse y, con la participación también de otros organismos públicos, podría reducir sustancialmente el volumen del vencimiento a renovar, siempre y cuando esta operación “intermedia” resulte exitosa.
En los últimos días el jefe del Palacio de Hacienda remarcó su “absoluto compromiso con el fortalecimiento del mercado de deuda pública en pesos que lo reconstruimos nosotros para que en la Argentina haya primero más capacidad de financiamiento del sector público, y más sano. Lo que se anunció es un conjunto de acciones plenamente coordinadas entre Economía y el Banco Central para que Argentina tenga un sendero de acumulación de reservas más veloz”.
Sobre unos $11,2 billones de deuda en pesos (14,5% del PBI), el sector privado encabezado por bancos, compañías de seguros y fondos de inversión acapara casi la mitad del stock, el grueso en bonos ajustados por inflación (CER).
El Gobierno, en ese sentido, necesita ajustar las clavijas del mercado de deuda en pesos para aceitar el financiamiento en moneda local. El presidente del BCRA Miguel Pesce se reunió ayer con el presidente de la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión (CAFCI), Valentín Galardi, para asegurarle que la entidad actuará de reaseguro para la industria, por medio de un instrumento que asegure liquidez para ese tipo de entidades.
“Estamos analizando distintas opciones que funcionen como un reaseguro de que el Banco Central va a operar en la curva para garantizar la liquidez de los instrumentos del Tesoro y el sostenimiento de sus precios”, dijo Pesce a través de un comunicado. Esta línea de liquidez sería instrumentada en los próximos días y todavía no hay detalles de cómo operará en la práctica.