Cada vez que el barril cueste menos de u$s80, la alícuota a los exportadores pasará de 45% a un rango de entre 13% y 10%, según el precio. Buscan sostener la rentabilidad del sector
La preocupación del Gobierno en torno a la persistente caída del precio internacional del barril de petróleo y una eventual amenaza sobre la industria local y al ingreso de divisas por esta ventana, obligó al equipo económico de Cristina Kirchner a tomar cartas sobre el asunto.
Como medida preventiva, el Ministerio de Economía resolvió un primer atajo, reduciendo el porcentaje de retenciones que pagan las exportaciones de este hidrocarburo y sus derivados.
A través de la Resolución 803/2014, publicada ayer en el Boletín Oficial, con la firma del ministro Axel Kicillof, modificó otra norma (la 394/2007) para sostener la rentabilidad del sector y estableció nuevos parámetros para los derechos de exportación, que bajarán de su nivel actual cada vez que el precio del barril sea menor al valor de referencia fijado que hasta ayer se ubicaba en u$s 80. La norma indica que cuando el precio internacional sea menor a ese valor o a u$s 503 el metro cúbico, la alícuota será del 13%; si se ubicara por debajo de los u$s 75 el barril o sea inferior a los u$s 472 el metro cúbico, el derecho de exportación será del 11,50%; mientras que cuando esté por debajo de los u$s 70 el barril o de u$s 440 el metro cúbico, el gravamen se fijará en el 10%.
Hasta el momento, por la resolución 1/2013 que actualizó los valores de corte, el precio de referencia para la exportación de petróleo era de u$s 80. Si el precio era menor, la norma 394 (ideada por el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno) estableció que el productor tenía que pagar un 45% de alícuota. De esta manera, hasta ayer el derecho de exportación se ubicaba en 14% si el precio del barril en el mercado externo valía u$s 80 o más (el exportador pagaba u$s 10 de retención, es decir percibía u$s 70 por barril exportado). Y si valor caía por debajo de los u$s 80, la retención pasaba a ser del 45% o de u$s 25 por barril exportado, con una drástica reducción de lo percibido por las productoras. "La modificación lo que hace es perfeccionar un esquema viejo que era inviable porque cada vez que bajaba el precio además las retenciones subían", comentó un ejecutivo del sector.
Pero la antigua normativa se elaboró cuando el contexto era otro y las proyecciones para el petróleo se ubicaban en torno a los u$s 100 el barril en el mercado externo, mientras que las proyecciones arrojaban resultados a la suba. Es decir, hasta ahora el Gobierno nunca tuvo la necesidad de aplicar un gravamen tan elevado. Pero hoy las perspectivas para el crudo cambiaron. Es por eso que la medida revela además de la preocupación oficial, una perspectiva del precio del crudo a la baja. En los últimos cuatro meses el precio del WTI cayó más de 26%: pasó de u$s 110 a fines de junio a los u$s 80 según el cierre de ayer.
El nuevo escenario amenaza a las ya exiguas exportaciones petroleras y, por lo tanto, el ingreso de divisas al país en un momento de escasez de dólares. "Si la idea es captar mayores inversiones de compañías extranjeras, la legislación anterior tenía que modificarse indefectiblemente bajo este nuevo escenario", explicó una fuente de la industria que prefirió anonimato. La medida afecta sobre todo a la provincia de Chubut, donde se produce el petróleo Escalante de la cuenca del Golfo San Jorge, que es el que más se exporta con ese valor. Según los últimos datos de la Secretaría de Energía, en agosto el total de exportaciones se ubicó en los u$s 200 millones (PAE concentra más del 90% del crudo exportado).