Mientras que la expansión de la cantidad de dinero no fue una rareza durante la pandemia, todos los países salieron a revertir ese proceso apenas detectaron rebrotes de inflación. Las brechas
La acelerada crisis cambiaria, inflacionaria y monetaria que terminó con dos ministros de Economía en un mes y que derivó en la incorporación del “superministro” Sergio Massa en el Gabinete tiene raíces muy cercanas en el tiempo. Y la comparación con los procesos que se viven en otros países cercanos, donde la inflación también trepa a récords pero en niveles mucho más bajos, puede dar una idea de las causas.
La historia reciente de las políticas monetarias entre los países de América Latina muestra una serie de semejanzas, en particular alrededor del golpe que significó la llegada del Covid-19, las respuestas de los Gobiernos al freno económico sin precedentes que resultó y la forma en que lo enfrentaron. También, en cuanto a los problemas inflacionarios que una vez superado lo peor de la crisis sanitaria experimentan hoy prácticamente todos los países del mundo. Y, por último, el por qué aunque los picos en el ritmo de avance del nivel de precios son generalizados, el caso argentino se separa del resto.
Datos del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), un consorcio de bancos internacionales, muestran cómo evolucionaron los agregados monetarios de un grupo de países seleccionados de la región. El proceso es similar en todos. Años de relativa estabilidad se ven interrumpidos en 2020, cuando las cuarentenas y restricciones obligan a todos los bancos centrales a relajar sus políticas monetarias para evitar quiebras masivas.
Según sus capacidades, todos los países recurrieron al estímulo fiscal y monetario durante los peores meses de la pandemia. Había que mantener a las empresas a flote y a las personas con capacidad de hacer frente a los costos cotidianos. A medida que la pandemia retrocedía, aunque probablemente tarde, todos los países empezaron a retirar rápidamente esos estímulos. Probablemente tarde porque, según muchos análisis, no llegaron a tiempo para evitar el pico de inflación.
Mientras que en América Latina los países financiaron con deuda o con ahorro el estímulo fiscal, recurrieron al estímulo monetario para asistir a la economía. No para pagar la cuenta (Pazos)
Ese error de cálculo, entendible o no, sin embargo toma otro color cuando se mira el caso argentino. El país no quiso o no pudo salir de ese proceso y el pico inflacionario global, que ya estaba en una dinámica particularmente alta en argentina, alcanzó los niveles por encima del 60% de avance interanual que se vieron hasta junio y de en torno al 90% que se espera para este año, según estimaciones privadas.
“Lo que no vino es la corrección fiscal. Lo que no hizo la Argentina es corregir después de la crisis, cosa que sí hicieron todos los países. Sabiendo que no tenía acceso al mercado para colocar deuda, algo que financió el estímulo en muchos otros países, debería haber hecho la salida más rápido que el resto y no hizo nada”, explicó a Infobae Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma.
Sin acceso al mercado de deuda en dólares, al que recurrieron casi todos los países de América Latina durante la pandemia para aprovechar las bajas tasas internacionales y financiar así el déficit de los tiempos de cuarentenas, Argentina sólo pudo recurrir a la emisión monetaria.
“Lo que se ve en esos números, variación interanual, es en parte nominal. La variación en la cantidad de dinero en una economía con inflación de un dígito no es lo mismo que en una economía con 40 o 50 puntos de inflación. Porque necesitás mucho más dinero para tener en circulación el mismo poder adquisitivo”, dijo a este medio Martín Vauthier de Anker.
Lo que no vino es la corrección fiscal. Lo que no hizo la Argentina es corregir después de la crisis (Caamaño)
“Sin embargo, aún en esos niveles, ves que el crecimiento no sólo no se detuvo sino que se mantuvo en niveles muy altos en forma constante. Después del salto de 2020 bajó, pero se mantuvo alto. Y en 2022 ya directamente pasó a otro nivel: a la necesidad de imprimir para financiar el déficit le sumaste la emisión de pesos para cubrir compras de dólares del Central, la emisión de pesos endógena por intereses de Leliq y Pases más, en junio, una cantidad enorme para cubrir la recompra de bonos en pesos que se derrumbaban”, agregó.
“Y eso te explica mucho lo que estás viendo en números de inflación y de dólares paralelos”, concluyó.
Para Juan Manuel Pazos de TPCG, mientras tanto, la naturaleza del proceso argentino en pandemia y posterior fue muy distinta.
En 2022 ya directamente pasó a otro nivel: a la necesidad de imprimir para financiar el déficit le sumaste la emisión de pesos para cubrir compras de dólares del Central y la emisión de pesos endógena por intereses de Leliq y Pases (Vauthier)
“Es cierto que todos los países recurrieron al estímulo. Pero los datos monetarios esconden algo. Mientras que en América Latina los países financiaron con deuda o con ahorro el estímulo fiscal, recurrieron al estímulo monetario para asistir a la economía. No para pagar la cuenta. Las condiciones monetarias más laxas fueron para el que no podía pagar la tarjeta, para que tome otro crédito. O para refinanciar empresas”, dijo el especialista.
“La diferencia que ves entre la curva de Argentina y el resto es que acá la política monetaria no sólo refinanció al sector privado. También inventó plata para pagar la cuenta del estímulo fiscal. Por eso tuviste que expandir dos veces”, destacó Juan Manuel Pazos a Infobae.