El S&P Merval ganó en el mes un 11,2% en pesos y de 9,5% en dólares, aunque quedó lejos de sus máximos. YPF lideró las alzas en Wall Street, con un 47,7%. Los bonos Globales terminaron con baja de 1% en el balance mensual.
Las acciones argentinas finalizaron un mes de agosto a todas luces favorable, después de haber tocado el lunes sus precios más elevados desde el mes de abril -medidos en dólares- y próximos a un “techo” cuyo antecedente es enero de 2020, antes del golpe económico que implicaron las restricciones por la pandemia de COVID-19.
El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires terminó en los 136.241 puntos. El panel líder concluyó agosto con una ganancia de 11,2% en pesos, y de 9,5% en dólares, según la paridad del “contado con liquidación” implícito en la cotización de las ADR argentinos en Wall Street. En 2022, el S&P Merval gana un 63,2% en pesos y un 13,2% medido en dólares “liqui”.
A lo largo de agosto algunos títulos de renta variable de Argentina destacaron del resto, como el caso de YPF, Tenaris, Corporación América y Edenor con ganancias mensuales en dólares de 47,7%; 29,8%; 25,8% y 23,4%, respectivamente, según las cotizaciones en Wall Street.
De todos modos, hay que tener en cuenta la toma de ganancias para los papeles de renta variable en las últimas dos sesiones del mes. El S&P Merval recortó un 6,7% desde su récord histórico intradiario en pesos de 145.859 puntos el lunes.
La llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, ahora secundado por Gabriel Rubinstein como macroeconomista de peso en el Palacio de Hacienda, ayudó a mejorar las expectativas del mercado, que ponderaron los anuncios de ajuste fiscal, el cierre del “grifo” de emisión monetaria y el exitoso canje de deuda en pesos que relajó el duro perfil de vencimientos para el Tesoro.
De todos modos, los agentes no pierden de vista el difícil futuro económico local y externo, aunque mantienen las apuestas por un cambio de signo político y, por lo tanto, de esquema económico a partir de 2023.
Los bonos Globales del canje -en dólares con ley extranjera-, que son la referencia de la deuda argentina en el mundo, cedieron un 1% en el balance mensual, mientras que desde que empezó 2022 anotan una caída promedio del 30% en sus cotizaciones.
El riesgo país de JP Morgan, que mide la brecha de tasas de los bonos del Tesoro de EEUU con sus pares emergentes, acortó nueve unidades en agosto, en los 2.389 puntos básicos para la Argentina.
El Tesoro consiguió financiamiento neto
Un indicador relevante para la plaza financiera, y que se asocia a una positiva señal fiscal aportada por el Gobierno, fue que el Tesoro cerró agosto con financiamiento neto por $210.000 millones por las colocaciones de deuda.
“Estos flujos serán destinados a cubrir el déficit primario con la intención de evitar la asistencia monetaria del BCRA. Las Tasas Nominales Anuales de corte de las Ledes se ubicaron entre el 75% y 77%, que reflejaron importantes premios nuevamente contra el secundario. Por primera vez en varios meses no observamos subas significativas en estos títulos, que ya alcanzaron niveles casi neutrales en términos reales”, analizó Lucas Yatche, Head of Strategy and Investments de Liebre Capital.
La próxima prueba para la deuda en pesos será el 16 de septiembre, cuando el Gobierno buscará cubrir vencimientos por $125.000 millones
Con la alta inflación persistente -esperable piso 6% agosto y leve desaceleración para los meses restantes del año- y un crawling peg que corre al 5% mensual con muchos riesgos implícitos de por medio se sigue priorizando la cobertura dentro de las carteras”, afirmó Yatche. “De todos modos, con el pequeño ‘veranito’ para la deuda en pesos que generó el traslado de vencimientos hasta mediados del 2023 y las fuertes subas de tasas de los meses recientes las Ledes a diciembre ofrecieron una buena alternativa mediante licitación primaria, con tasa efectiva anual de 97,5%. Hoy estas tasas superan ampliamente el ritmo de devaluación, y se acercan a las expectativas inflacionarias que especula el REM para los próximos meses”, agregó.
En el plano externo, los principales indicadores de Wall Street restaron un 4% a lo largo del mes, tendencia que siempre incide en el desempeño de los activos locales.
“Wall Street continúa con incertidumbre acerca de las políticas económicas que tomará la Reserva Federal hasta fin de año. La autoridad monetaria está decidida a bajar la inflación en los Estados Unidos y, en consecuencia, el mercado bursátil opera con mucha volatilidad. Tras el simposio de Jackson Hole el pasado viernes, el próximo hito por el que aguardan los mercados es al dato de empleo de EEUU relativo a agosto. La Reserva Federal tomaría medidas menos restrictivas, en base a dicho dato, y el mercado lo podría tomar de manera favorable”, comentó Mauro Natalucci, ejecutivo de Cuentas de Rava Bursátil.