El Ministerio de Economía retomará el año que viene la intención de alargar los plazos de pago de los títulos públicos. Si no realizara la conversión este mes la Secretaría de Finanzas debería renovar más de $700.000 millones
El Gobierno realizará durante noviembre un nuevo canje de deuda en pesos aunque ya sabe que no podrá alargar la curva de vencimientos en moneda local hasta las licitaciones del año próximo. Este lunes realizará la primera de dos operaciones de venta de títulos públicos con las que intentará conseguir financiamiento neto ante un noviembre que, sin conversión mediante, tiene en el calendario unos $700.000 millones.
Tal como anticipó Infobae, la Secretaría de Finanzas tiene en carpeta realizar una segunda operación de canje de bonos en pesos este mes, algo que ya había hecho el equipo de Sergio Massa apenas llegado al Palacio de Hacienda. En esa ocasión, le sirvió para despejar el 85% de los vencimientos de deuda de agosto, septiembre y octubre, que aparecían como los meses más exigentes del año en relación al monto previsto de pago de intereses y capital a los inversores.
En este caso, el segundo canje implicaría descomprimir los vencimientos de los últimos dos meses del año, que suman unos 1,72 billones de pesos. El secretario de Finanzas Eduardo Setti anticipó la semana pasada ante la comisión de Presupuesto del Senado que el Gobierno realizará esa operación de canje este mes, aunque el llamado a licitación que hizo Finanzas el jueves pasado para la colocación de este miércoles no incluye la oferta de conversión a los tenedores de los bonos CER, Bonte y Ledes.
La explicación sobre por qué el canje se realizará más adelante en noviembre radica en que el grueso de los vencimientos del mes se concentra en los últimos dos días. La primera licitación de este lunes incluirá una Letra a descuento con fecha de finalización el último día de febrero, una Lede al próximo 30 de noviembre (solo para Fondos Comunes de Inversión) y dos títulos por fuera del programa Creadores de Mercado (donde participan los principales fondos inversores) con vencimiento en julio de 2023 y mayo de 2027.
Hay un diagnóstico que reconocen en los despachos oficiales y es que el objetivo de alargar los plazos de vencimiento de la deuda en pesos quedará “en suspenso” en los últimos dos meses del 2022 (más allá del canje de este mes) porque por cuestiones estacionales, los fondos inversores tienen una necesidad de liquidez por los gastos de la última parte del año que los hace más proclives a buscar plazos más cortos para adquirir deuda del Tesoro, según comentó Eduardo Setti.
Una señal de ese factor se vio en el nivel de roll over (renovación) de vencimientos que tuvo el Ministerio de Economía sobre la deuda en pesos a lo largo de octubre, que fue de 113%, es decir que consiguió 13 pesos extra por cada 100 que se vencían. Fue un porcentaje mucho más bajo que los de julio (212%), agosto (198%) y septiembre (263 por ciento).
“Acercándonos a fin de año la apetencia del mercado es distinta, tienen necesidades de financiamiento diferentes y los instrumentos que tenemos que generar son más de corto plazo”, explicó el secretario de Finanzas. “Sobre fin de año se nos va a hacer un poco difícil pensar en la curva de largo (plazo) como veníamos haciendo hasta hace algunos meses atrás, en el transcurso de enero o febrero retomaremos ese camino”, mencionó el funcionario.
Solo con lograr un resultado similar al de agosto en una segunda operación de canje, esos 1,72 billones de pesos podrían pasar a ser $260.000 millones. No está definido entre los funcionarios que evalúan esta opción qué tipo de instrumentos podrían ofrecer a los inversores, más allá de que fuentes del mercado hablaban en los últimos días de nuevos bonos duales, que protegen a los tenedores tanto de la variación de precios como de una devaluación.
En ese primer canje del 9 de agosto, Finanzas había ofrecido a todos aquellos tenedores de deuda en pesos con vencimiento en agosto, septiembre y octubre de este año cambiar sus títulos por un bono dual, que puede cobrarse ajustando tanto por la inflación (CER) como por el tipo de cambio, y que tienen vencimiento entre junio y septiembre de 2023.
En una mirada más amplia, la hoja de ruta financiera del 2023 muestra que habrá un perfil de vencimientos de bonos y letras en pesos de 6,7 billones. Pero la particularidad es que el 97% de ese monto cae hasta septiembre. La traducción que hacen en el mercado es que aún es difícil encontrar inversores dispuestos a apostar más allá de las elecciones primarias de agosto.
Según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) “entre octubre y diciembre de 2022 se estiman vencimientos totales por el equivalente a USD 27.042 millones, incluyendo la deuda en manos de organismos del sector público nacional. El 49% se concentra en el mes de diciembre”, estimaron.
“Para lo que resta de 2022, la mayoría de los vencimientos corresponden a títulos públicos en moneda nacional, por el equivalente a USD 13.802 millones. También se destacan los pagos de capital e intereses al FMI por aproximadamente USD 5.625 millones. Por otro lado, para el primer semestre de 2023 se estiman pagos por USD 66.406 millones, de los cuales USD 37.102 millones son vencimientos de títulos públicos en pesos”, calculó ese organismo que depende del Senado.