La política del BCRA es contener el tipo de cambio, por lo que generó pérdidas entre los que habían apostado a una depreciación más acelerada del dólar
El Banco Central (BCRA) prácticamente fijó el tipo de cambio y dejó un tendal de pérdidas entre los privados que compraron futuros previendo una depreciación más rápida de la que finalmente realiza el gobierno. Según datos del Central y estimaciones privadas, el sector corporativo y financiero perdió unos $ 2.400 millones en octubre pasado.
La mayor presión bajista (y la mayor pérdida) se sintió desde que asumió Alejandro Vanoli como presidente de la entidad monetaria. Los contratos a diciembre próximo pasaron de $ 9,03 (28,2%) a $ 8,66 (29,03%) desde principios de octubre hasta ayer y a enero próximo, de $ 8,66 (13,63%) a $ 8,8 (15,74%).
A diferencia de su antecesor, Juan Carlos Fábrega, la nueva autoridad contiene la devaluación a fuerza de declaraciones; controles regulatorios; acuerdos con China, el Banco de Francia y cerealeras, y ajustando el nivel de actividad.
Así que quienes compraron contratos para asegurarse un tipo de cambio asumiendo tasas de depreciación del 30% terminaron absorbiendo pérdidas o vendiendo sus posiciones antes de tiempo.
En este contexto, el vendedor más relevante de contratos es el BCRA, y por lo tanto, quien ganó con esta política (contrario a lo que pasó antes de la devaluación de enero pasado). Según los últimos datos publicados entre los "otros" factores que explican la variación de la base monetaria, en octubre la entidad ganó unos $ 2.465 millones por este concepto; en septiembre, $ 1.225 millones, y en agosto, $ 423 millones.
Estos valores explican, en su mayor parte, sus intervenciones en el mercado de futuros. Y coinciden con los cálculos que realizan las mesas de los bancos, que al sumar los vendedores particulares, estiman pérdidas por encima de los $ 5.000 millones desde agosto pasado.
"La curva refleja la idea del gobierno de frizar la expectativa de devaluación. Las señales en ese sentido son que no se espere una corrección para los próximos meses. Más allá de diciembre, se puede llegar sin tocar el tipo de cambio. El gobierno ha conseguido aliviar la condición de cuentas externas y, aparentemente, para el año que viene, un arreglo con los holdouts podría abrir la cuenta capital, lo que hace pensar que se podría seguir en un escenario de atraso cambiario", dijo Marcelo Comisso, jefe de Research de Rofex.
El BCRA opera en el mercado de futuros para dar una señal de dónde posicionar el dólar.
Pero los compradores convalidan precios entre 10 y 20 centavos por debajo del Central. Por lo pronto, esta política de dólar quieto le permitió absorber ese dinero de la base monetaria.
Las expectativas de devaluación empezaron achatándose para los contratos más cortos, de 2014. Pero la caída de los futuros se está haciendo sentir en los plazos del año que viene, ya que para convalidar esos valores con un dólar quieto cada vez se requiere un salto más brusco de su cotización: "Cuesta mucho mantener las posiciones largas. Si el dólar oficial no se mueve, y la gente está comprada a futuros, cada día que pasa esa posición sufre por tasa de interés", dijeron en la mesa de un banco.
"La pérdida de los últimos meses fue terrible. La gente se quemó, lo que redunda en mucha iliquidez", agregaron. En octubre el volumen cayó un 55% mensual en el MAE. También por el desincentivo entre los importadores a cubrir los pagos de sus compras cuando el gobierno no autoriza los desembolsos y los bancos que prefieren el spot. Quedan las operaciones especulativas.