Pese a que los dólares libres se mantuvieron por debajo de la inflación en el 2022, el año electoral le va a poner presión a los billetes paralelos. Cómo será la dinámica de la economía y qué hay que tener en cuenta.
El año 2022 será un año para el olvido en cuanto a la inflación. Sin embargo, los dólares libres nos dejaron algunas sorpresas y mantuvieron una dinámica llamativa que, pese a las erráticas subas, se ubicaron por debajo del nivel general de precios. De esta manera, en el balance de fin de año el Gobierno logró sortear las “alertas rojas” de la economía, pese a las turbulencias que se generaron con la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía.
Ahora las preocupaciones se trasladan al 2023 por varias razones. Una de ellas y la principal es el escenario político-económico enmarcado por unas nuevas elecciones presidenciales que tendrá el condimento extra del duro impacto de la sequía.
Si bien Argentina hace rato aprendió a administrar la escasez, la brecha cambiaria y cómo reaccionan los mercados ante los distintos escenarios que se dibujan en la política, darán momentos de volatilidad financiera e incertidumbre al 2023. ¿Qué podemos esperar del mercado cambiario en el año que llega?
El primer pronóstico a mirar es el del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado por el Banco Central. Según el último informe, el dólar oficial se ubicará a $320,39 en línea con la inflación.
En cuanto al dólar mayorista, el informe de FocusEconomics elaborado por 40 analistas locales y del exterior advirtió que este tipo de cambio puede tocar un máximo de $496 a fines de diciembre de 2023. Una cifra bastante exorbitante ya que representaría un aumento del 188% en sólo un año, debido a la inestabilidad que suele proporcionar un año electoral.
La explicación de esta cifra, mencionan en el informe, es la necesidad del Gobierno de provocar un abrupto salto en el precio del oficial para terminar con la brecha cambiaria y así unificar el tipo de cambio, algo que podría suceder tras la definición de un nuevo Presidente y no antes.
El valor más alto para el dólar mayorista oficial para fines de 2023 que proyectan los expertos es liderado por la consultora C&T Asesores, con un pronóstico de $496. Después se ubican Eco Go ($474) y Aurum Valores, con $450. Econviews, proyecta un TC oficial a diciembre en $375 y un CCL a $638,37. Algo interesante a destacar desde esta consultora es que los meses donde habrá mayor presión sobre la brecha cambiaria al alza estará en la primera parte del año hasta junio y marca una brecha entre el 80% y el 90% hasta octubre.
En cuanto al promedio de todos los analistas, el precio oficial del billete estadounidense mayorista será de $338 a fin de diciembre de 2023, unos 20 pesos más de lo previsto en el informe anterior (noviembre).
Si el mayorista alcanzara este número, en base a las estimaciones de tipo de cambio para el último día de 2022, la devaluación esperada para todo el año que viene alcanzaría el 96,5%. Un porcentaje muy parecido a las proyecciones de inflación (95,5%) para el mismo período.
¿Y qué queda para los dólares libres? en Ámbito hablamos con algunos analistas que nos brindaron un panorama más completo de los factores a mirar de cerca.
CESO
Para el economista Nicolás Pertierra de CESO (Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz) el 2023 va a ser difícil para el mercado cambiario por dos factores. “En contexto electoral siempre se acentúa la dolarización y falta saber con exactitud el impacto de la sequía. El año que viene va a tener que seguir disipando la amenaza que se generó este año de una devaluación brusca. En ese escenario, pueden seguir apareciendo nuevos tipos de cambio o regímenes sectoriales aunque podría ser conveniente un desdoblamiento más formal del tipo de cambio que permita un mayor ingreso de divisas en el mercado oficial, principalmente las liquidaciones de servicios y turismo que hoy ni se registran en la economía formal”.
CEPA
Leandro Zicarelli de la consultora CEPA sostiene el tipo de cambio mayorista previsto por el Presupuesto 2023 en torno a los 270 pesos pero advierte que es difícil “que se reduzcan significativamente los niveles de brecha actual, debido a que entendemos que el Banco Central(BCRA) deberá llevar una política activa en el mercado secundario de deuda y esos pesos generalmente terminan presionando a los paralelos”.
“El escenario base es un mercado cambiario que cierra con lo justo, el principal problema que vemos es que el efecto de la sequía sea más grande de lo que esperemos. En ese caso, vemos más regulaciones, no un salto cambiario”.
Federico Glustein
El economista Federico Glustein consultado por este medio sostiene que hay un enorme desafío para 2023. La inflación, las tasas, el déficit cuasifiscal, la inversión, la sequía, la caída del PBI serán factores a tener en cuenta. “el panorama de los dólares financieros y el blue va a depender cómo impacten esas variables en los meses que vienen, sumado a la recesión del mainstream económico, la problemática de la deuda local que puede ser un disparador para lo que viene”.
Según su pronóstico, el Gobierno “seguramente atrase el TC oficial por lo menos diez puntos mientras que los alternativos crezcan a la par de la inflación en términos anuales”.
“Si nos guíamos por la esperada, las cotizaciones paralelas debieran situarse en torno a los $550 para diciembre 2023 con un oficial que no podría estar debajo de los $370, con la perspectiva de una inflación que no estimo menor al 90%, la tasa de interés en torno al 70% y una depreciación de los paralelos del 80%”.
Consultora ABM
Desde la consultora ABM a través de Agustín Berasategui, señalan que el tipo de cambio real multilateral se encuentra atrasado en un 22,4 p.p respecto al promedio del 2021 (implicando pérdida de competitividad”. Pese a esto, aseguran que con un esquema de devaluación similar al actual y una moderación de la inflación el atraso disminuiría. La situación se vuelve un poco más compleja si es que sumamos los efectos negativos que se esperan de la sequía, la cual presionará aún más sobre las reservas y el tipo de cambio”.
Ecolatina
Bruno Bonfati, economista de Ecolatina afirma que más allá del relativo alivio en el corto plazo gracias a la instrumentación del “dólar soja 2.0” y a cierto ingreso neto de divisas por parte de OFIs, el frente cambiario presentará mayores dificultades en 2023.
El mayor señalamiento de la consultora tiene que ver con una brecha “que persistirá en niveles incompatibles con un escenario de estabilidad económica y el nivel de tipo de cambio real no contribuirá a lograr un superávit de cuenta corriente sostenido en el tiempo”. Ecolatina, por su parte, estima el tipo de cambio en base al REM.
Libertad y Progreso
Los economistas de Libertad y Progreso basan su pronóstico en un tipo de cambio mayorista promedio a diciembre 2023 de $329 y un CCL a $820. Más escépticos de una inflación menor a la actual, estiman que el índice de precios se ubicará en 106%.
Los números, según explicó Aldo Abram uno de los analistas de la consultora, es que el Gobierno se vea obligado a aplicar medidas como el congelamiento tarifario y de precios y acelerar el tipo de cambio mayorista para bajar los precios antes de las elecciones. “Aunque después de las elecciones van a volver a subir y van a subir rápido”.
Entre otras variables, resalta que la buena racha de precios internacionales ya terminó por lo cual habrá un doble efecto en cuanto al ingreso de dólares genuinos a las arcas del BCRA.
Por último, en cuanto a la brecha cambiaria advierten que será un año de alta incertidumbre y la brecha cambiaria difícilmente logre disminuir.
Epyca Consultores
Martín Kalos, Director de Epyca Consultores aseguró en diálogo con este medio, que “va a haber presiones en el mercado cambiario por las elecciones en función de quienes sean los candidatos y candidatas de cada espacio político y cómo las encuestas y/o resultados den una orientación de qué línea política-económica pueda ganar en 2023”. En ese sentido, agrega que la percepción del ahorrista será clave ya que habrá algunos que se cubran por riesgo a devaluación mientras otros que no lo harán. “Eso le va a dar mucha volatilidad a los mercados paralelos, va a haber meses de saltos y vacilación. Eso va a presionar sobre las reservas”.
Para el economista, habrá dos temas a observar. En primer lugar, si Massa logra conseguir dólares frescos ya sea a través de distintos mecanismos como el swap o préstamos de organismos internacionales “que le van a dar un poco de colchón para el año electoral, eso va a ser una buena noticia”. El otro tema, será el poder de negociación del gobierno justamente en un año electoral. Para el economista, habrá una demanda del sector sojero por más versiones del dólar soja y se replicará esa demanda en otros sectores. No descarta un ajuste de clavijas en las importaciones.
Aurum Valores
Pablo Repetto, Jefe Research de Aurum Valores ve flancos complicados de cara a lo que puede pasar en el mercado cambiario. “Desde la dolarización preelectoral habitual al stress que estimamos va a haber con los vencimientos de la deuda en pesos, pasando por la sequía que reducirá la oferta de divisas del agro, y sumando la demanda de dólares para importar energía, porque creemos que el gasoducto no va a estar listo para atender la demanda de gas de todo el invierno; creemos que son condicionantes de entidad significativa para temer por eventos críticos a lo largo del año próximo”.
“En el mejor de los casos, si el gobierno pudiera conducir de alguna manera el proceso, es posible que las brechas se sostengan en valores similares a los actuales pero los riesgos de suba de brecha, escasez de reservas y dificultades en la renovación de la deuda en pesos están latentes y el daño potencial de esos eventos son altos. Se requerirá mucha capacidad de maniobra para sortear los grandes desafíos que prevemos para el año entrante”.
Consultora Sarandí
Sergio Chouza, titular de la Consultora Sarandí sostuvo que la intención del Poder Ejecutivo de unificar el mercado cambiario hoy la ve “remota, poco probable. Lo veo más como un señalamiento de voluntad que algo que es factible de llevar adelante en menos de un año”.
“Sobre la dinámica de precios, queda claro que van a seguir llevando al dólar oficial por microdevaluaciones conforme la inflación, sin atrasarlo pero sin pegar saltos. No creo que eso implique ninguna novedad. Sobre los precios libres, el blue puede volver a superar al MEP y gravitar”.
“Si hubiera una inflación en el mejor de los mundos, de 60%, tendrías que tener un dólar libre a 500 pesos, lo veo poco probable. El mercado ya pagó dolarización y cada vez que paga dolarización lo piensa un poco más, porque lo sube tan alto, el riesgo de golpe a la baja es más fuerte. No veo un desbande para nada, porque el gobierno fue dotándose de reservas”.
Invecq
Según la consultora, hay tres grandes aspectos a tener en cuenta sobre el balance cambiario del 2023.
1. El programa financiero es más ajustado que en 2022 (aunque son bajos en perspectiva, aumentan los intereses de la deuda con privado y, principalmente, el Fondo deja de implicar un financiamiento neto para significar una necesidad neta de divisas para el país). El timing en el cual se revierte el «signo» de financiamiento del Fondo es crucial: los pagos al FMI están prácticamente calzados con los desembolsos de este organismo hasta junio. En julio, un mes antes de las elecciones, el país enfrenta la mayor necesidad de divisas con el organismo.
2. Las exportaciones tienen claros riesgos bajistas (el trigo representará 1/3 de las divisas del 2022 y las condiciones de cultivo de la soja y el maíz son muy desafiantes. Estimamos que, en ausencia de creatividades cambiarias, de base las exportaciones de bienes serán USD 7.000 M menores a las del 2022.
3. Las importaciones posiblemente sean, otra vez, la principal variable de ajuste (vía restricciones) ante tensiones cambiarias. Si bien no proyectamos una caída por recesión económica, las importaciones de bienes y servicios necesariamente deberán ser menores a las del 2023, caso contrario difícilmente sean financiables.
Respecto del tipo de cambio, Invecq proyecta un dólar oficial que correría, en promedio, al 6% mensual a lo largo del 2023, ritmo ligeramente menor al que se observó en las últimas ruedas donde el BCRA convalidó una depreciación del orden del 7% TEM.
Con relación al CCL, sostiene Juan Pablo Albornoz analista de la consultora, «suelo mirarlo con relación al crecimiento de la liquidez en la economía». «Hoy el M3 privado retrocede casi un 5% en términos reales. Sin embargo, el CCL todavía muestra un cierto undershoot en relación a este indicador, que en el pasado sirvió de referencia. Si asumimos que la liquidez amplia de la economía corriera el año próximo a un ritmo similar como el actual en un contexto de 100% de inflación (en línea con lo que espera el mercado y proyectamos en Invecq), el CCL de equilibrio a fines del 2023 rondaría los $650 según esta métrica. ¿Significa que esa será la cotización? Nadie lo sabe, pero en vistas de las dinámicas pasdas resulta crucial que se sostena un sendero cauteloso de los agregados monetarios y que no se produzca otro traspié en materia de deuda».
Portfolio Personal de Inversiones (PPI)
Por último Emiliano Anselmi, economista Jefe de PPI consultado por Ámbito sostiene que el Gobierno “va a hacer todo lo imposible para no devaluar asique voluntariamente no habrá un salto del TC como hubo en enero de 2014 ni en ningún momento del año. Somos bastante incrédulos de unificar el TC en 2023”.
“Dicho esto, va a haber un evento disruptivo, un shock exógeno que lo obligue a devaluar que es la sequía que en escenarios extremos dicen que podría ser tan grave como la de 2009.
La pérdida podría ser de u$s10.000-u$s15.000. Ya u$s10.000 es mucho, lo que podría forzar al gobierno a hacer un salto del TC. Si no, el Gobierno podría buscar estrategias ya conocidas como reajustes a la salida de divisas, cepos y un nuevo dólar soja a un TC más alto”.
En cuanto al CCL, desde PPI afirman que está “barato” y estará más cercano a la zona de los $400, lo que presiona la brecha cambiaria. “El gobierno podría tolerar la presión de la brecha cambiaria, pero apelará a la oferta y reprimir la demanda como está haciendo con el SIRA. Pero el escenario que vemos es de no devaluación y un CCL que tendría que estar más alto. En un período electoral, puede subir por encima de los $400, sobre todo si llega a ganar el oficialismo. El escenario del mercado es la oposición ganando, y podría ponerle un freno. Si no, puede haber cierta demanda dolarizadora pre elección”.