Ambos se venden a $343 y $347, respectivamente. Ambos avanzan un 3% y comprimen la brecha con la cotización alternativa. Cuáles son las causas de la suba y su trayectoria frente a la inflación
El dólar libre encadenó este miércoles la quinta rueda operativa en alza en forma consecutiva. Evidentemente la demanda por el billete se incrementó en los últimos días y así se paga a $358, tras haber alcanzado un récord nominal en $359 para la venta por la mañana.
Hoy los dólares que más suben son los bursátiles, que comprimen la brecha con el “blue” y avanzan un 3%, también a precios récord. Las paridades bursátiles del dólar están implícitas en las cotizaciones de bonos y acciones argentinos. El “contado con liquidación”, para acreditar divisas en una cuenta del exterior, se pacta a $347, mientras que el dólar MEP se transa a $343, en ambos casos a valores máximos nominales.
La brecha cambiaria entre las cotizaciones alternativas y el dólar mayorista vuelve a converger a la zona del 100 por ciento, algo que no ocurría desde hace cuatro meses, desde la primera semana de septiembre. Mientras que la brecha cambiaria con el dólar libre roza el 103%, respecto del “contado con liqui” se asienta en el 96,7% y llega al 94,5% con el MEP.
¿Cuáles son las causas de esta aceleración de precios en los dólares negociados en la Bolsa? En principio comparten un fundamento alcista con el dólar libre cuando se observa la alta inflación que afecta a toda la economía. Los dólares alternativos avanzan entre 71% y 74% en 2022, unos 20 puntos porcentuales menos que la inflación. La reciente alza de diciembre (+14% para el “blue” y +9% para los bursátiles) busca descontar este desfasaje.
El economista Gustavo Ber explicó que “con el dólar soja 2 a punto de cumplir su etapa, los operadores anticipan una menor oferta de divisas hasta la próxima cosecha, encima con el riesgo que representa la sequía, por lo cual las ventas del BCRA podrían volver a escena y así presionar las reservas”.
En 2022 la inflación le sacó 20 puntos de ventaja a la suba de los dólares alternativos
Además, Ber subrayó que “los dólares financieros continúan respondiendo con un reacomodamiento, aún en medio de intervenciones, en busca de ir convergiendo primero hacia la referencia libre y al dólar tarjeta y luego la nominalidad de la economía marcaría el piso de dicho desplazamiento”.
En este punto, la búsqueda de divisas a través de la Bolsa hizo subir al dólar MEP más que el “contado con liquidación”. Hace un mes la brecha entre ambos era de unos diez pesos y hoy alcanza los cuatro pesos. Esto se asocia también con la necesidad de divisas al acercarse el período de vacaciones. El dólar “Qatar” para turismo en el exterior se vende a un promedio de $366,95 -con carga tributaria del 100%- y es el más caro de todos. El dólar “turista” se encamina inexorablemente a los $400 a fines de febrero incluso si el BCRA modera la devaluación mensual al 5%, desde el 6,5% de este cierre de 2022, y a estos niveles, comprar MEP para afrontar estos gastos es más conveniente.
Se anticipa un complejo inicio de 2023
Los analistas del mercado anticipan que el verano financiero-cambiario restringido de dólares, pues hay que atravesar meses más flacos en cuanto a exportaciones, hasta que llegue la cosecha gruesa entrado marzo del 2023. Una vez que pase este período de mayor demanda de pesos, las presiones cambiarias -al menos para las divisas que se negocian por fuera del control de capitales- van a mantener la fuerza renovada.
“A los efectos de mercado, lo que vemos es que hay una bomba de pesos muy grande y la incertidumbre reinante hace que la gente busque cubrirse en dólares”, resumió el analista y asesor de negocios Salvador Di Stefano. “Argentina se enfrenta a un trimestre con escaso ingreso de dólares del exterior, sin dólares para insumos críticos para la industria, y con la gran posibilidad de que se genere un estancamiento por la falta de reposición de insumos. Tendremos empresas con liquidez y sin insumos, esto es un camino directo a cubrirse con la compra de dólares”, agregó.
No hay que descartar el año entrante una eventual reducción de los montos liquidados en el mercado de cambios por el golpe de la sequía en la producción agrícola, que este año explicó prácticamente la mitad de las exportaciones totales de la Argentina. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, las exportaciones del agro en 2023 se reducirán entre 21% y 35% en relación a 2022. Esto significa una merma de entre USD 9.600 millones y USD 16.000 millones”.
Otra presión alcista para el dólar viene de la mano de la incertidumbre política. El 2023 va a ser un año electoral y un posible cambio de nombres en el Gobierno puede traer aparejado medidas cambiarias, en un marco de inflación que va a seguir muy alta.