La liquidación de los agroexportadores fue un 63% menos que en el mismo mes de 2022. La sequía y el adelanto de exportaciones para aprovechar el “dólar soja 2” impactó en la liquidación del complejo cerealero en el primer mes del año y condicionó el resultado negativo del Banco Central
Se cumplió en enero el más pesimista de los pronósticos: el ingreso de divisas del campo, después de varios años de batir récords, anotó el peor registro en 15 años al caer 63% respecto del año pasado.
De acuerdo a los datos preliminares del mercado de cambios, en enero el complejo cerealero ingresó USD 890 millones, cifra que contrasta con los USD 2.440 millones liquidados en enero de 2022. En esa dinámica impactó la sequía, que redujo drásticamente los ingresos provenientes de la cosecha de trigo, pero también la liquidación anticipada de los remanentes de soja, que en virtud de la segunda edición del tipo de cambio diferencial, el “dólar soja 2″, incentivó a los exportadores y productores a volcar al mercado todas sus existencias. Hay que remontarse hasta 2007 para encontrar un enero tan magro en liquidación de divisas.
El escaso flujo de divisas determinó que el Banco Central cerrara enero con un saldo vendedor de USD 190 millones. Aunque es negativo, ese resultado es relativamente bajo dado el contexto. “Pese a la caída de los ingresos por la sequía (en enero de 2022 el complejo cerealero liquidó por USD 2.440 millones frente a los USD 900 millones aproximado de este mes), las ventas en el mercado fue de sólo USD 60 millones adicionales a lo ocurrido en 2022, cuando alcanzó USD 30 millones”, opinó el analista financiero Gustavo Quintana.
El ingreso diario estuvo por debajo de los USD 40 millones, el registro más bajo desde 2007. “El promedio diario de liquidación de enero se está ubicando en los USD 43,3 millones. Queda descontar la liquidación de hoy, que vamos a tener los datos mañana, pero en definitiva es el peor promedio diario desde 2007, cuando el promedio de liquidación diario había sido USD 38,7 millones de dólares”, señaló Salvador Vitelli, analista especializado en agronegocios de Romano Group.
Según el promedio de los últimos 20 años, las liquidaciones del agro alcanzaron los USD 70,4 millones en enero, aunque desde 2015 estuvo casi todos los años por encima de los USD 80 millones.
En ese sentido, las proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) señalan que por la sequía, el campo liquidará unos USD 10.700 millones menos que el año pasado ya que, según las estimaciones que actualizó se pasará de una cifra estimada en USD 44.050 millones para 2022 a unos USD 33.350 millones este año. En esta caída también pesa el adelanto de exportaciones que se produjo el año pasado a través del Programa de Incentivo Exportador, más conocido como “dólar soja 1 y 2″.
En cuanto a la jornada de ayer, cerró ventas de la autoridad monetaria de USD 87 millones, según datos de operadores de mercado.
Respecto del ritmo devaluatorio, enero registró una desaceleración al ubicarse en 5,2% -el más bajo desde agosto de 2022-, de la mano de una estrategia del BCRA y el Ministerio de Economía de alinear la tasa de crawling peg con un objetivo de precios de la economía.
En ese sentido, el dato de inflación de enero volverá a representar un gran desafío ya que los propios funcionarios del equipo económico admiten que no se consolidó una tendencia a la baja de la inflación.
En este marco, el dólar mayorista cerró a $ 186,80 para la compra y $ 187 a la venta, mientras que el dólar tarjeta -minorista más 75% de impuestos- trepó 5,9% en el mes hasta los $339,50, y el dólar Qatar -minorista más 100% de impuestos- alcanzó los $388,00, valor al que sobre el filo de la semana pasada se aproximó el dólar informal.
Por su parte, el dólar CCL arbitrado por el bono G30 bajó esta jornada hasta los $368,91 (-0,2%) mientras que el dólar MEP subió a $355,06.