Dudan de la efectividad de las maniobras de Alejandro Vanoli, pero están algo más cerca de creerle la promesa de que, más allá de los desequilibrios, no habrá devaluación. Los mismos bancos y consultoras que durante la gestión de Juan Carlos Fábrega se preparaban para ver un salto cambiario, que llevaría el dólar cerca de los $ 10 para fin de año, corrigieron a la baja sus estimaciones sobre el dólar en estas semanas y lo ubican en un rango de entre $ 8,50 y $ 9. "Significa que todos creemos que no va a haber devaluación. Concretamente, que en el corto plazo el Banco Central logró torcerle el brazo al mercado", se sinceró ayer un economista que, no hace mucho, pronosticaba para el último día de 2014 un tipo de cambio de dos dígitos.
Lo mismo sucede en estos días en Nueva York, donde se negocian los contratos a futuro sin intervenciones del Banco Central: los inversores que apostaban por una paridad de $ 10,10 a fin de diciembre prevén ahora que la paridad cambiaria se ubicará en los $ 8,86.
Tanto los bancos como las consultoras coinciden en que no se solucionaron los problemas de fondo ni en el mercado cambiario ni en la economía real, pero consideran que, con el ingreso de divisas (algunas "transitorias"; otras meramente "contables"), el Gobierno logró acumular "poder de fuego" para manejar el tipo de cambio en el corto plazo. "Esperábamos que la caída de reservas fuera mayor; que iba a haber un acuerdo con los holdouts antes y que se iban a pagar los intereses de deuda que hoy no se están pagando. Tampoco estaba en los planes el swap con China y por esto dábamos a fin de año u$s 24.000 millones de reservas. Afortunadamente, el Gobierno logró un puente hasta fin de año. Pero habrá que preguntarse si es sostenible", comentó a este diario el economista de Ferreres & Asociados, Fausto Spotorno. En su consultora modificaron la cotización del dólar esperada para fin de año, desde que se fue Fábrega hasta hoy, de $ 9,55 a $ 8,91. Y enumeran los nuevos stocks de dólares que se obtuvieron a partir de entonces para fortalecer las reservas: u$s 1.500 millones de las cerealeras; u$s 1.400 millones del swap con China; y u$s 1.600 millones del Banco de Francia. "Más oferta de dólares, cualquiera sea el camino, le da espalda al Banco Central para no mover el tipo de cambio nominal y evitar inflación", agrega el economista jefe de Analytica, Martín Polo. En su compañía ajustaron el dólar para fin de diciembre de los $ 9,30 a los $ 8,70.
Las estimaciones también tuvieron en cuenta el manejo que se hace ahora de la liquidez, y que es levemente más ortodoxo que el que se hubiera esperado de Axel Kicillof y Alejandro Vanoli. Una señal de que el "pragmatismo" venció a la "ideología": en octubre, el primer mes de Vanoli en el Central, la emisión se desaceleró por primera vez desde mayo y a lo largo de este año se vio una emisión de deuda con fines "monetarios" que apuntó a contener la presión cambiaria, y que no se había percibido en los años anteriores (por ejemplo: $ 130.000 millones en Letras del banco Central y $ 27.000 millones de bonos del Gobierno atados a la Badlar y al dólar). Es el trabajo artesanal que está detrás de la sobreactuación que por estos días se ve en la City: la política económica muestra este año un viraje respecto de los anteriores que parece nocivo para la actividad, pero más eficiente en el combate contra el dólar. "Le pusimos un freno a las expectativas de devaluación", se animó a decir el presidente del Central ayer públicamente. En Espert & Asociados bajaron esta misma proyección de $ 9,81 a $ 9,20; en Elypsis, de $ 9,50 a $ 8,80; en Econométrica, de $ 9,40 a $ 8,90; y en Empiria, de $ 9,10 a $ 8,62.
Con todo, los economistas consideran que el Gobierno logra apenas soluciones transitorias, que les permitirán mantener por un tiempo más los desequilibrios. "El escenario más probable sigue siendo que mantenga el anémico ritmo de mini devaluaciones e incremente el atraso cambiario, también en los primeros meses de 2015", explicó Pedro Rabasa, de Empiria.
Fuente: http://ambito.com/diario/noticia.asp?id=767773