Inversores esperan que haya un ajuste cambiario y eliminación de la brecha en 2016 y el título no ofrece un cupón que compense el plazo posterior a esa devaluación
El bono atado a la devaluación que licitó el Gobierno hace 15 días perdió 7% desde que se empezó a negociar el martes de la semana pasada. Los inversores han preferido vender los títulos a pérdida, en parte, porque algunos participaron por compromiso y, en parte, porque no les conviene tener un título en cartera que pierde valor, ya que paga un cupón bajo por no captar la devaluación de 2016.
"Los que están saliendo lo están vendiendo a pérdida", dijeron en un fondo común de inversión (FCI). "Si pensás que no va a haber devaluación en el corto plazo, el bono va a ir ajustando por precio. Según la expectativa de cada inversor, prefiere salir ahora a este precio y no seguir perdiendo con la exposición a un título que va a seguir bajando. Los fondos valuamos todos los días las tenencias, al igual que los bancos y compañías de seguro", explicó.
Porque las expectativas de devaluación se corrieron a 2016, ya que el mercado espera que el gobierno kirchnerista hará lo posible para mantener el tipo de cambio estable o con mínimos avances y que el ajuste del dólar lo realizará el próximo gobierno, no sólo devaluando sino eliminando la brecha cambiaria y quitando el cepo. Los inversores prefieren invertir a 2015-2016 para captar ese ajuste.
Ya el Bonad 18 (AM18) recolectó menos fondos el 13 de este mes (u$s 826,8 millones) que el Bonad 16 (AO16) el 23 de octubre (u$s 1.194,5 millones). También porque el gobierno, al pisar el contado con liquidación, boicoteó su propia emisión, al ponerla al mismo rendimiento de bonos que pagan billetes.
El Bonad 18 se colocó a $ 851,15 ofreciendo un cupón de 2,4%, que el mercado consideró bajo, y que tendría que haber sido del doble, para compensar el período posterior al salto del tipo de cambio, hasta 2018.
A los precios de ayer, de $ 795, el rendimiento del bono había ascendido a 4,66 por ciento.
Además, varios inversores entraron presionados por el gobierno a ambos títulos. "El Bonad 2018 está caro. Se empezó a operar y ya había ofertas por debajo de lo que cortó, al revés de lo que pasó con el otro (Bonad 16). A los inversores los obligaron y perdieron plata, sobre todo compañías de seguro", contaron en otro FCI.
Mientras el tipo de cambio se mantenga fijo en el corto plazo, algunos inversores pueden preferir invertir en tasa de interés, como una Lebac, o simplemente en otro bono provincial atado a la devaluación, que rinde más que el soberano. Para la misma duration, el título de la ciudad de Buenos Aires a 2018 (BDC18) rinde 5,54% y el que vence en 2019 (BDC19), 7,65%.
La mayoría de los dollar-linked viene sufriendo el recorte en las expectativas de devaluación que evidenciaron los mercados de futuros y la estabilidad en el tipo de cambio nominal desde octubre pasado. Y en la última semana los provinciales ganaron hasta tres puntos de rendimiento adicional.
Pero si bien el Bonad 16 también ganó rendimiento, a 1,34%, se negocia a un precio por encima del de colocación: ayer, a $ 860,5 versus $ 849,15.
Y se entiende que en cuanto el Banco Central empiece a mover el dólar oficial, la demanda por los dollar-linked se disparará.
"Cuando el dólar se empieza a deslizar, en un día los inversores se corren al lado comprador del dollar-linked y no conseguís un papel. En cuestión de una hora te cambia la posición de los inversores", explicaron en un tercer FCI. "A nivel diario, lo que parece que uno está devengando por un producto de este estilo es menor en pesos a lo que devenga la Badlar. Pero no son fáciles de comprar o vender. Es preferible aguantarlos dos o tres meses que en algún momento va a ser una inversión mejor", agregaron.