China, nuevamente la clave oficial para desembolsos de divisas. “Reclaman 400% del valor original”, dice el Gobierno
El Gobierno ya se está preparando para afrontar 2015 sin un acuerdo con los bonistas -principalmente fondos buitre- que no ingresaron en los canjes de 2005 y 2010. Ayer el propio Axel Kicillof dejó entrever las dificultades que van a sobrevenir pese a que dejará de regir a partir de enero la cláusula RUFO, la que impedía mejorar las ofertas efectuadas en los mencionados años. Fuentes oficiales aseguraron a este diario que en enero el Gobierno trabajará en una oferta a los bonistas. "La realidad es que ellos están pidiendo cuatro veces más del valor nominal de los papeles en default; en los canjes ofrecimos pagar el 35% de ese valor nominal; la diferencia es sideral y por más que nos acerquemos a pagar el 100% de la deuda que entró en default, el reclamo es sustancialmente mayor", confesaron.
En paralelo, señalan en el Ministerio de Economía que los fondos buitre tienen más incentivos para esperar que el nuevo Gobierno, en 2016, dé una solución definitiva al default. Y un tema adicional: acumulan con el paso del tiempo una tasa de casi un 10% anual, que es la que utiliza la Justicia norteamericana para actualizar valores. Los mercados en paralelo cada día que pasa le otorgan más relevancia a la llegada de un nuevo Gobierno que a una solución del juicio de los fondos buitre en 2015. Si no, no se explica la suba de las paridades de los papeles argentinos en Nueva York.
Pero ¿cómo se llegará a cerrar 2015 sin un acuerdo con los holdouts? Una baraja con la que cuentan en el Gobierno es la de China. "Nos han señalado recientemente que la línea abierta por u$s 11.000 millones es financiera y no comercial", dicen. Esto significa que los desembolsos pueden efectuarse en forma independiente a lo que suceda con la balanza comercial bilateral. Además, destacan que no habría inconvenientes en que se aumenten los desembolsos desde ese origen. También se especula con acelerar una eventual negociación con el Gobierno francés para activar líneas de crédito acordadas con el Banco Central de ese país, cada vez que la Argentina haga una liquidación al Club de París. Como en mayo del año próximo se hará un nuevo desembolso por unos u$s 600 millones, ese dinero también podría ser reintegrado a las reservas a partir de un préstamo puente francés.
Uno de los dilemas pasa por el momento en el que el Gobierno lanzará un canje de Boden 2015 por otros papeles, presumiblemente el Bonar 24. Apuntan a reducir sensiblemente el monto a desembolsar por el vencimiento final de los Boden en octubre de 2015, días antes de las elecciones presidenciales. Si en realidad se espera que no haya un entendimiento con los fondos buitre, lo mejor sería efectuar ese canje antes de que se concrete esa mala noticia, y mientras exista la esperanza de que haya un acuerdo. Pero también es cierto que en la medida en que se acerquen las elecciones presidenciales, aumentará las apuestas al país a la búsqueda de activos que se revalorizarán por el cambio de Gobierno. En el ínterin, el Gobierno ve y confía en que la suba de los precios se esté desacelerando con la mayor estabilidad en el mercado cambiario. Y que el proceso continúe en 2015, aun en medio de una campaña electoral. No sucede lo mismo con la actividad económica. La caída del petróleo deja archivados los aumentos que se iban a producir en los combustibles por parte de YPF.
Seguramente el saldo del primer trimestre mostrará al Gobierno con una oferta a tenedores de papeles en default que no logrará sumar más de uno o dos puntos porcentuales al 93% que ya aceptó reestructurar la deuda. No hay incentivos para que las partes cambien de postura.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=769094