Detrás de una cosmética que apunta a mostrar un Banco Central más solvente, que interviene con compras de dólares en cada jornada, que acumula reservas y que cerrará el año por encima del objetivo de u$s 28.000 M, parece esconderse una realidad cambiaria bastante menos decorosa que sólo puede verse en las estadísticas definitivas que publica con rezago el organismo.
Durante la última semana publicada en su sitio web, del 17 del 21 de este mes, el organismo afrontó una pérdida de divisas en el mercado cambiario que superó los u$s 30 M diarios, pero que sin embargo informó a los medios como operaciones de "compra de dólares". Lo hizo a través de las comunicaciones que envía diariamente por e-mail a los medios de prensa, en las que suele precisar su participación en la rueda ("compradora", "vendedora" o "neutra").
El dato verdadero y sin cosmética se consolida con un atraso de dos semanas, cuando el mercado ya está más atento a otros indicadores. Según éstos, el organismo debió desprenderse de divisas en todas esas jornadas, excepto el miércoles: vendió u$s 39 millones el lunes, u$s 30 millones el martes, u$s 17 millones el jueves y u$s 68 millones el viernes. La semana terminó con un saldo negativo de u$s 150 millones, y fue la segunda más adversa que le tocó afrontar a Vanoli desde su asunción. Sin embargo, en sus correos electrónicos enviados a los medios, el Central había comunicado oficialmente una participación "compradora" en todas esas ruedas. En la oficina de prensa del Central atribuyen la inconsistencia a operaciones cambiarias que no se consolidan al cierre del mercado, cuando se prepara el informe que se envía a los medios.
No se trata del único esfuerzo oficial que se hace para evitar informar un número que genere preocupación en el mercado y alimente la desconfianza. Sólo con el propósito de mostrar que no hay goteo de divisas, Vanoli asumirá una deuda hasta fin de año que en total llegará a u$s 2.300 M con el banco central de China, que deberá ser devuelta o renovada antes de los doce meses y que apunta a evitar reconocer un stock que, en rigor, sería hoy de u$s 27.500 M. Se trata, en resumen, de esconder un drenaje de divisas que aún sufre la economía por efecto de desequilibrios de la macro que todavía no fueron resueltos.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=769875