Economistas y funcionarios afirman que habrá un nuevo canje de Boden 15 por Bonar 24 más adelante. Kicillof dijo a buitres que no se arrastrará buscando divisas
Tras el fallido canje de bonos Boden 2015 por Bonar 2024 finalizado el viernes, los vencimientos de deuda de 2015 representan el 40% de las reservas del Banco Central. Según las previsiones oficiales, el año entrante el país enfrentará vencimientos de deuda en poder de privados por casi u$s 12.000 millones, con reservas que orillan ahora los u$s 30.000 millones.
Por esa razón, fuentes oficiales y agentes del mercado afirmaron que el ministro de Economía, Axel Kicillof, ensayará una nueva edición del canje de Boden 2015 para estirar esos vencimientos hasta 2024. El Boden 2015 es la carga más onerosa a saldar el próximo año. Tras la operación finalizada el viernes, quedan por abonar unos u$s 6.200 millones, que vencen en octubre.
El viernes, Kicillof anunció los resultados de la operación financiera y los calificó como un "espaldarazo de confianza" al Gobierno. La propuesta de pago anticipado del Boden 15 tuvo escasas adhesiones: apenas u$s 185 millones. Eso fue celebrado por el equipo económico y hasta por la presidenta Cristina Fernández en cadena nacional, el sábado.
Pero la parte de la operación destinada a aliviar la carga financiera del año entrante falló. La propuesta de canje del Boden por un bono Bonar 24 fue aceptada por tenedores de deuda por u$s 377 millones. Y la emisión de nueva deuda de Bonar 24 por hasta u$s 3.000 millones apenas consiguió u$s 286 millones, a pesar de otorgar un rendimiento de 9,75% en dólares, el doble de lo que pagan países como Bolivia, Paraguay o Perú.
"Al contrario de lo anticipado por los agoreros de siempre, vista en su conjunto la operación permitió reducir deuda denominada en dólares por un monto de 185 millones de dólares, extender el plazo desde 2015 hasta 2024 por 377 millones de dólares y obtener nuevo financiamiento por 286 millones de dólares", celebró el secretario de Política Económica, Emmanuel Álvarez Agis, en una columna publicada ayer en Página/12.
Pero, más allá de esos festejos, la operación financiera se lanzó en un momento de turbulencias en los mercados y no logró despejar la carga de la deuda para 2015, que sigue siendo abultada en términos de reservas. Según el Presupuesto 2015, el Gobierno destinará recursos del Central por u$s 11.889,2 sólo para saldar los vencimientos con tenedores privados. A eso hay que sumar la deuda con organismos multilaterales, que suele estar equilibrada con los nuevos proyectos. Y u$s 500 millones que se abonarán al Club de París en mayo.
Si el fallido canje hizo prever que el Gobierno iba a transitar 2015 sin acordar con los holdouts, Kicillof intentó ayer disipar rumores sobre cualquier cambio de estrategia. "Pasada la cláusula RUFO, que funcionaba como elemento de extorsión, son ellos los que tienen que plantearse de nuevo el escenario", dijo a radio Nacional Rock. "No están ante un país que se arrastra buscando el último dólar", agregó.
Dólares chinos
Las reservas del Banco Central volvieron la semana pasada a superar los u$s 30.000 millones después de meses, gracias al swap con China por hasta u$s 11.000 millones. Según Ramiro Castiñeira, economista jefe de Econométrica, "ya trajeron u$s 2.300 millones y quedan más de u$s 8.000 millones, lo que compensa toda la caída de la soja, que es de entre u$s 6.000 y 7.000 millones". La merma de ingresos por las exportaciones será compensada por el alivio que significa para las importaciones la baja en los precios del petróleo, afirmó.
Castiñeira piensa que el Ejecutivo insistirá con el canje de Boden 15 por Bonar 24. "Este fue un intento fallido pero va a haber un segundo, no tengo dudas, donde quizás impere la estrategia de pagar precios de mercado y no un precio preestablecido", dijo.