Las entidades del Grupo II habían obtenido este fondeo barato para solventar los créditos a tasas máximas, que resultan muy bajas para su estructura de costos.
Con la extensión de la línea de crédito a tasa subsidiada para las pymes el año próximo, el Banco Central (BCRA) quitó un financiamiento barato que había implementado la gestión anterior a favor de los bancos pymes para que éstos pudieran solventar los créditos a tasas máximas, también determinados este año. La sorpresa llegó mientras esperaban que la entidad monetaria les reduzca las exigencias de capital para aliviar su situación económica.
La Comunicación "A" 5681 determina que la Línea de Crédito para Inversión Productiva en el primer tramo de 2015 deberá otorgarse al 19%, por 36 meses, y fondearse con el 6,5% de los depósitos del sector privado.
El punto 5.3 de la norma prevé la aplicación del cupo crediticio que no es destinado a los clientes micro, pequeña y mediana empresas (Mipymes), un 15% del segundo tramo del cupo 2014, hacia los bancos pequeños y compañías financieras y hacia las empresas emisoras de tarjetas de crédito que hayan adherido al programa Ahora 12.
Recuerda que los bancos grandes podían imputar una parte de la línea subsidiada a comprar los fideicomisos financieros que empaqueten préstamos o recibir en cesión los créditos otorgados por las entidades incluidas en el Grupo II desde el 11 de junio pasado, cuando se fijaron las tasas máximas.
Pero para el primer tramo de 2015, el BCRA retira esta excepción a las mipymes y sólo dejó la que permitía financiar a las empresas no financieras emisoras de tarjetas de crédito a la tasa de interés del 0% incluidas en el plan Ahora 12.
"Podrá imputarse por hasta el 15% del importe correspondiente al primer tramo del Cupo 2015 el importe efectivamente desembolsado de la suma de las financiaciones a empresas no financieras emisoras de tarjetas de crédito a que se refiere el punto 5.3.1.2", indica.
El negocio de los bancos pequeños y compañías financieras, que financia principalmente el consumo de los segmentos socioeconómicos más bajos, se dificultó desde que el Central impuso el tope de tasas a los créditos personales y prendarios en junio pasado.
El anterior presidente del BCRA, Juan Carlos Fábrega, aprovechó la ronda de la línea de créditos para la inversión productiva del segundo semestre de este año para dejarles a los bancos grandes destinar una porción a los bancos más pequeños pero a tasa libre, por encima del 19,5%.
Al principio no se habían generado muchos negocios, pero últimamente a los bancos grandes les resultaba útil para completar los cupos y a los pequeños les resultaba una opción de fondeo barato, que ahora lamentan que se haya quitado en 2015.
Frente a la inviabilidad económica que generaron los topes de tasas (un multiplicador de 1,4 para prendarios y de 2 para los personales sobre la tasa de Lebac a 90 días), algunas entidades, por pedido particular, lograron 10 puntos más sobre la tasa prefijada.
Pero el costo de fondeo, los gastos operativos, la mora, el plazo y las exigencias de capital derivan en un costo bastante superior a la tasa que finalmente pueden cobrar por norma.
Por eso las entidades del Grupo II también solicitaron, hace tres semanas, en una reunión con el presidente del BCRA, Alejandro Vanoli, reducir las exigencias de capital que empezarán a regir en 2015, cuando siguiendo con los parámetros de Basilea, se solicitará la exigencia máxima.