Tras subir 23% sólo en el primer mes del año, el dólar oficial aminoró la marcha en los 11 meses siguientes y redondeó un avance de 31,15% hasta el 24 de diciembre. La suba nominal del dólar no alcanzó siquiera a compensar el avance de los precios al consumidor que, según estimaciones privadas, cerrarán el año con un salto de entre 38% y 39%
El ministro de Economía, Axel Kicillof, se negó a convalidar la palabra "devaluación" para los eventos cambiarios que llevaron al dólar de las vecindades de los $ 6 a las de más allá del $ 8 en sólo una semana del mes de enero. Corrimiento, ajuste y movimiento fueron algunos de los eufemismos que usó el funcionario para referirse al salto que dio el precio del dólar oficial en el mercado mayorista de la mano de su entonces rival dentro del Gobierno, el hoy ex presidente del Banco Central (BCRA), Juan Carlos Fábrega.
Lo que sonaba como una negación a principios de año se ajusta mucho más a la realidad en los últimos días de 2014: el precio del dólar en la Argentina no se encareció en estos 12 meses, o al menos no lo hizo más que el nivel general de salarios que mide al Indec o el nivel general de precios que miden los analistas privados.
La escapada que dio el dólar en el primero de este año hizo prever un retorno a la política de dólar caro de los primeros años de la administración kirchnerista, pero la vuelta al dólar congelado y el avance de la inflación en los meses que siguieron ayudaron a que el ajuste de la moneda estadounidense se transformara en puramente nominal.
El dólar mayorista subió 31,15% en la plataforma de operaciones Siopel, el mercado interbancario, entre el 30 de diciembre del año pasado y el 26 de diciembre (en 2013 la suba fue prácticamente la misma, del 32%). Mientras tanto, en los primeros 11 meses del año, el Índice de Precios al Consumidor que elabora el Estudio Graciela Bevacqua acumuló un avance de 36,2% y se encaminaba a cerrar un avance de entre 38% y 39%, según estimaciones de la propia consultora.
Si se lo compara en cambio con el nivel de salarios, el resultado es un empate técnico. El índice general de salarios que publica el Indec tuvo un avance del 31,74% en los doce meses a octubre de este año (último dato disponible), prácticamente lo mismo que el tipo de cambio. En el sector privado, mientras tanto, el avance fue del 30,33% en el mismo período.
Es decir que el costo de llenar un carrito de supermercado subió entre 7 y 8 puntos porcentuales más que el costo de comprar un dólar. En términos reales, por lo tanto, la devaluación fue nula.
Es cierto que el tipo de cambio real es un cálculo más complejo que el de, simplemente, comparar la suba del dólar con la del resto de los precios de la economía. La consultora Elypsis hizo ese cálculo, llamado "Tipo de cambio real multilateral" y que compara el movimiento del peso no sólo contra el dólar y el índice de precios, sino también con las monedas de aquellos países con los que la Argentina sostiene relaciones comerciales (y sus respectivos índices de precios).
"Según nuestro Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral Elypsis el tipo de cambio se encuentra en los niveles del 9 de enero de 2002, tan solo tres días después de derogada la Ley de Convertibilidad y en plena devaluación del peso", escribió la consultora conducida por Eduardo Levy Yeyati. "De esta forma, ya se encuentra 11,5% debajo del nivel previo a la devaluación de enero de 2014 y 40% debajo del promedio 2003-2007. Para igualar el tipo de cambio logrado luego de la devaluación, el tipo de cambio nominal debería ubicarse hoy en día cercano a los $11, mientras que para recuperar la competitividad cambiaria del período 2003-2007 el tipo de cambio oficial debería ubicarse en $ 14.3 aproximadamente", concluyó. El análisis menciona a a fortaleza global del dólar, la inflación local y la estabilidad del peso como las razones detrás del atraso cambiario.
Para el economista Federico Muñoz, titular del estudio que lleva su nombre, hubo dos formas distintas de administrar la excesiva demanda de divisas a lo largo del año, de ahí el resultado contradictorio.
"Fábrega lo administró moviendo el precio, Kicillof con represión y algunos gestos de astucia que reforzaron la oferta de divisas", dijo a El Cronista. "A los ojos del Gobierno el año termina bien y la estrategia no les salió tan mal, por lo que seguramente van a reforzar el anclaje del tipo de cambio como estrategia. No deja de ser una estrategia con patas muy cortas, porque tiende a gestar un salto discreto del tipo de cambio. Su única aspiración parece ser que ese salto se dé después de diciembre 2015", concluyó.