La política monetaria empezó a tomar vuelo en diciembre, como suele hacerlo en cada fin de año y a estar más en sintonía con el sesgo heterodoxo que Alejandro Vanoli pretende darle al Banco Central. Sólo en el último mes del año el jefe del Central volcó más de $ 60.000 millones adicionales al mercado y el ritmo de emisión de pesos saltó del 20% (un nivel que fijó su antecesor Juan Carlos Fábrega) al 25% interanual. El aumento del efectivo en la calle, en una época en la que estacionalmente sube la demanda de dólar informal, amenaza con incrementar la presión cambiaria en las próximas semanas y complicar la tarea que realizan diariamente los organismos oficiales para contener los diferentes tipos de cambio.
El plan podría ser aún más heterodoxo. Pero la presión cambiaria y las adversidades que se ven en la economía global postergan los deseos de Vanoli de dar mayor impulso a la economía con una reducción en las tasas de interés. La intención del funcionario es, una vez superada la batalla contra el dólar, lanzar alguna señal de reactivación con un incipiente recorte sobre los rendimientos de las Letras del BCRA, que históricamente siempre fueron una referencia de las tasas activas del sistema financiero (las de los créditos). El movimiento sería doblemente reactivador porque, desde hace unos meses, estos retornos se convirtieron también en un factor determinante para las tasas pasivas (las de los depósitos), luego de que el organismo resolviera definir las tasas de plazos fijos minoristas como un spread adicional sobre los rendimientos de las Lebac.
Mientras tanto, la mayor expansión de pesos empieza a sentirse en el inicio de un mes en el que suele haber una fuerte demanda de divisas en el mercado paralelo y en el oficial. Sólo en diciembre, con datos hasta el 29 de ese mes, la base monetaria pasó de $ 409.000 a $ 476.000 M.
Con esto saltó de $ 14,20 a $ 15,30 el llamado "dólar cobertura", un tipo de cambio que surge de relacionar la cantidad de dinero circulante con las reservas del BCRA y que actúa como una referencia para el "blue" desde que rige el cepo cambiario. Este repunte estuvo a tono con la variación que mostró el billete en las cuevas en estos días, cuando llegó a perforar los $ 14. Con todo, la divisa revirtió la suba entre el viernes y ayer, justo después de que la ANSES y el BCRA intervinieran el mercado con una fuerte venta de bonos en dólares que pretendió desinflar el contado con liquidación y el dólar "Bolsa".
La compra de divisas de ahorristas en los primeros dos días de enero superó los u$s 96 millones. Economistas de la Universidad del Salvador, autores del blog llamado "Qué hago con mis pesos", destacan que en este mes suelen darse tres "corridas" contra el "blue": en la primera semana de enero, en el recambio de quincena y sobre el final del mes; pero que, por los fundamentos genuinos que tiene este movimiento, nunca el precio del billete vuelve a los valores previos a este mes. "La demanda depende de turismo y el efecto que genera la emisión (de diciembre) filtrándose durante enero", explican Mauro Mazza y Marcelo García.En este contexto, la emisión del BCRA tiene como destino el financiamiento del Gobierno, que sobre el final de este año llegó al límite que le permite la carta orgánica de la entidad monetaria y debe, por lo tanto, recurrir a artilugios para recibir su asistencia. En el balance del organismo se ve que entre el 23 de noviembre y el 23 de diciembre hubo un aumento de $ 35.000 millones en la base monetaria que estuvo explicado por "operaciones del sector público"; $ 11.000 millones por licitaciones de deuda y sólo $ 7.000 millones por compras de dólares que hace en el mercado.
Fuente: http://ambito.com/diario/noticia.asp?id=773763