Pese al deterioro de la situación macroeconómica provocado por la aceleración de la inflación y la caída del nivel de actividad agregada, con destrucción de más de 400 mil puestos de trabajo, y la aparente agudización del cepo cambiario, un conjunto de residentes logró intensificar la fuga de capitales del circuito productivo y en particular de la moneda nacional a la extranjera.
Así se desprende del informe ampliado de la Balanza de Pagos que el Indec actualizó en su página de internet. El documento dio cuenta de que sólo en el tercer trimestre de 2014 los activos externos del sector financiero (u$s 2.984 millones) y no financiero (u$s 224.865 millones) se incrementaron en unos u$s 1.800 millones respecto del nivel de tres meses antes.
Si bien mostró una desaceleración en comparación con los trimestres previos, constituyó una salida neta de capitales en un año de casi u$s 14.000 millones, a un ritmo de 1,6 millones por hora, o 38 millones por día o 1.150 millones por mes. Esto es casi el doble de lo que genera el resultado del intercambio comercial argentino con el resto del mundo.
Según la estimación oficial, apenas poco más de 12% de ese incremento de los activos externos de los residentes (argentinos y también extranjeros) fueron canalizados a inversiones directas. Del casi 88% restante, que no se desagrega en la información del Indec, se calcula que fueron a formar parte de los denominados "activos sin devengamiento de rentas". Esto es dólares guardados en cajas de seguridad, en los "colchones" o en cuentas en el exterior a interés cero y en blanco en su mayor parte.
Reiterados desaciertos de la política oficial, que se manifestaron en haber dejado deslizar la tasa de inflación en más de 15 puntos porcentuales, a un rango próximo a 40% al año en el caso de las estimaciones privadas y de más de 28% en el cálculo del PBI por parte del Indec, haber mantenido artificialmente bajas las tasas de interés, haber aumentado la presión fiscal, y haber provocado un nuevo atraso cambiario, luego de la devaluación de enero, hicieron que una parte importante de agentes económicos optaran por acumular riqueza fuera del circuito productivo nacional. Se trata del equivalente a 1,6 veces el total de la deuda externa pública y privada, o a 1,2 veces el total de la deuda del sector público en su conjunto; o 2,5 veces el nivel de inversión bruta interna en el país en 2014, o casi la mitad de la generación de riqueza en todo un año.
De la estadística del Indec sólo se desagrega de los u$s 227.849 millones de activos externos la parte correspondiente a inversión directa, que estimó en u$s 34.703 millones y u$s 2.984 millones por parte del sector financiero. De los u$s 190.000 millones restantes, se calcula que unos u$s 160.000 millones pertenecen a tenencias de residentes en activos sin devengamiento de rentas y u$s 30.000 millones a colocaciones a interés.
Se trata de una singular masa de recursos que podría ser tentada por políticas racionales y probadas en el mundo para reimpulsar la inversión productiva y recuperar la creación de empleos.
Cabe destacar que durante la presidencia de Néstor Kirchner los activos externos de los residentes se elevaron de u$s 122.000 millones a u$s 152.000 millones, a un ritmo de u$s 7.500 millones por año, mientras que desde la llegada al poder de Cristina Kirchner se incrementó en u$s 76.000 millones, a unos 10.850 millones por año.