Las estimaciones preliminares del equipo económico marcan una desaceleración respecto de septiembre, tras el fuerte impacto de la devaluación en el mercado oficial; el dato final dependerá del escenario que se configure el domingo en las elecciones
El equipo económico prevé que la inflación de este mes se ubique nuevamente en un dígito luego del fuerte impacto de la devaluación posterior a las elecciones primarias sobre el índice de septiembre.
Fuentes oficiales indicaron a Infobae que se proyecta que el índice de precios al consumidor (IPC) ronde entre el 8 y el 9 por ciento en octubre, luego del 12,7% registrado el mes pasado.
De este modo, en los últimos 12 meses la inflación minorista habrá superado el 145%, una de las tres más altas del mundo y la segunda más alta de América latina. El Fondo Monetario Internacional proyectó para fin de este año que el ranking de precios estará liderado por Venezuela, El Líbano, Sudan y la Argentina.
Claro está que, para que se cumpla esta estimación de un dígito de octubre, los funcionarios toman en cuenta un escenario base sin modificaciones cambiarias en el mercado oficial la semana próxima, luego de las elecciones presidenciales del domingo 22.
“El dato de septiembre del 12,7% no fue sorpresivo por el arrastre de las últimas dos semanas de agosto y desde entonces se observa una desaceleración en las últimas semanas”, indicó una fuente oficial, algo más aliviada tras la confirmación de la ampliación de la deuda con China a través del swap entre los bancos centrales.
Si el Gobierno no se viera forzado a volver a devaluar la semana próxima tras los comicios, entonces se estima que la inflación del mes terminaría entre el 8 y el 9 por ciento. Por supuesto que los funcionarios reconocen que hubo cierto impacto por la aceleración de los dólares paralelos sobre la brecha cambiaria, pero sin el mismo efecto demoledor de la depreciación de agosto, que duplicó en un mes el valor del IPC que publica el Indec.
“Con segunda vuelta, el dígito de octubre está garantizado”, aclararon las fuentes, a la espera del reñido resultado previsto para este domingo en el plano político.
Claro que no todo se dejó al azar: el Banco Central subió la semana pasada la tasa de interés de referencia al 133%, luego del IPC de septiembre y, sobre todo, de la suba de los dólares alternativos. También, como movimiento defensivo luego de las declaraciones del candidato presidencial libertario, Javier Milei, en torno de los plazos fijos en pesos, que generaron ruido en los precios, en los depósitos y en la liquidación de divisas durante los primeros días de la semana pasada, admitieron las fuentes.
Ayer, el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein insistió con la idea de que la inflación muestra una desaceleración en octubre y defendió su publicación, realizada el jueves pasado minutos después de que el Indec informara que septiembre había tenido un IPC de 12,7 por ciento.
En un informe titulado “¿Por qué insistimos en que la inflación está bajando?”, el secretario de Política Económica, que es el autor del seguimiento de precios semanal que el Ministerio de Economía comenzó a publicar en septiembre tras el 12,4% de inflación marcó agosto, afirmó que “la capacidad de pensar sosegadamente en estas épocas es baja, y hasta la de hacer simples cuentas algebraicas se ha tornado difícil”, al responder a las críticas sobre esa idea de desaceleración de precios.
Como explicó Infobae ayer, las diferencias asoman por la distancia metodológica que existen entre la medición del Indec y la que realiza el área de Rubinstein, que reflejan números diferentes. “Con datos de sólo una semana, estimamos que la inflación de las últimas 4 semanas (las últimas de septiembre, y la primera de octubre), habría sido del 7,6 por ciento. Si usáramos como supuesto, que la tasa semanal de inflación para las semanas 2, 3 y 4 de octubre, fuera del 1,5% cada semana, octubre terminaría con suba acumulada de 4 semanas del 7,0%”, indicó.
“Y usando metodología Indec, octubre terminaría con una inflación (promedio 4 semanas de octubre vs. promedio 4 semanas de septiembre), del orden del 7,1%”, amplió el secretario de Política Económica. “Es este caso, la baja pronunciada que mostrarían las cifras del Indec ocurriría porque ya los muy altos valores de agosto dejarían de incidir en el cálculo. Es en ese sentido, la metodología de la SPE al dejar de lado ‘más rápido’ los datos más alejados del momento actual, ‘anticipa’ mejor las tendencias inflacionarias”, aseguró.
Mediciones privadas
En tanto, FIEL informó que “en la segunda semana de octubre la inflación para la Ciudad de Buenos Aires, medida por el IPC-FIEL alcanzó al 3,1% en relación a la semana anterior y 9,9% respecto a igual semana de septiembre. El mayor incremento semanal corresponde a la Inflación Núcleo que creció 3,4% en el mes y 10.7% respecto de igual semana de septiembre. Estacionales, por su parte, aumentó 3,1% en la semana y 9,0% respecto a cuatro semanas atrás. Alimentos y Bebidas registró un aumento de 4,2% en la semana y 10,5% respecto a la segunda semana de septiembre”.
“El promedio de los precios que tuvieron aumentos positivos fue de 7,6%, mientras que si sólo se consideran los precios de la Inflación Núcleo, el aumento de los precios de los rubros con aumentos positivos fue del 7,0%. Son los mayores niveles semanales de aumento desde la tercera semana de agosto tras la devaluación del peso en el mercado oficial de cambios”, aclaró FIEL en el informe.
En tanto, ECO GO indicó en su Relevamiento de Precios Minoristas de la primeraa semana de octubre que la “variación semanal de alimentos fue del 2,3% y alcanzaría el 9,6% en el mes”. Además, el estudio que dirige Marina Dal Poggetto indicó que su “proyección a nivel general de octubre es del 10,2%” para este mes.
La inflación oficial todavía no refleja las proyecciones de muchos analistas, que consideran que, en algún momento del año, el Gobierno deberá sincerar el valor del dólar en el mercado oficial y eso se traducirá, nuevamente, en otro salto en los precios, que algunos estiman en torno del 200% para fin de diciembre.