Provocó que el billete cayera a $ 13,70. También influyó que bancos y casas de cambio tengan que pasar a pérdidas multas por $ 300 millones, lo que secó la plaza
El de ayer fue un día totalmente atípico para el submundo cuevero del dólar blue, ya que se interrumpió el servicio telefónico de radio por el cual se interconectan todos los corretas, como se denomina en la jerga a los cambistas del billete informal. Esto ocurrió entre las 12.30 y las 15.30, justo en el momento más caliente de venta de dólares, que se concentra a la una y media del mediodía, en pleno horario de almuerzo.
"Como se cayó la radio, se acabó el mercado. Dicen que se cayó una antena, pero lo cierto es que el bille bajó de $ 13,77 a $ 13,70 porque no había precio. Nadie sabía qué pasaba. Todos nos manejamos con radio porque así tenés la información al instante. De lo contrario, se pierde mucho tiempo", comentan en la plaza financiera.
Estas radios no tienen WhatsApp ni mensajes de texto, por lo que los cambistas debían recurrir a teléfonos de línea, mails o celulares para averiguar precios, pero por miedo a las intervenciones prefirieron esperar a que vuelva el servicio. De hecho, es la primera vez que sucede una cosa así desde que empezó el cepo, a fines de octubre de 2011. Ocurrió que no anduvieran del todo bien durante unos segundos, pero nunca durante tres horas, como ayer.
Plaza seca
Otro de los motivos por los cuales ayer bajó el blue es que el Banco Central sacó una nueva normativa mediante la cual los bancos, casas de cambio y financieras que hayan sido multadas, aunque la decisión de la Justicia no esté en firme, deben previsionarlo en sus balances como pérdidas. Las sanciones suman $ 300 millones, que de alguna manera son pesos que se sacan de la calle.
En la mayoría de los casos, los sumarios financieros son por incumplimiento de los recaudos en la prevención de lavado de dinero relacionados con el principio de "conozca a su cliente", mediante falta de confección de legajos con documentación que sustente declaraciones juradas acerca del origen y licitud de los fondos.
Según describen los principales actores de la City porteña, es una forma de amedrentar al mercado para que las grandes manos se abstengan de operar y, de esta forma, no se realicen transacciones de magnitud y así evitar que suba el dólar paralelo. "Pero lo que no se hace ahí ahora se está haciendo en miles de pequeñas cuevas", revela un mesadinerista. Lo cierto es que, al no estar presentes las grandes manos, el volumen del blue se redujo en forma significativa: de u$s 50 millones diarios, que llegó a transar, cayó a la mitad. Incluso, al haber menos cuevas operando por temor a los controles, se amplió el spread de las puntas entre el precio de compra y el de venta. Por lo pronto, a fuerza de controles, Vanoli logró calmar la "dólar dependencia".
En las mesas sostienen que, para bajar el precio del dólar en todas sus variantes, se debería alentar el ingreso de divisas a la economía. En este sentido, una de las razones por las que hay mucha economía informal es el alto costo de permanecer en blanco. Señalan que no sólo la gente tributa impuesto a las ganancias al generar sus ingresos, sino que debe pagar hasta 1,25% de lo que ahorre y mantenga en su patrimonio. "En un mundo de tasas de interés casi nulas, hace que todos los años te comas parte de tu capital. Este impuesto recauda poco y hace que la gente no exteriorice sus ahorros. Eliminarlo compensaría los impuestos perdidos por la mayor recaudación de ganancias que generaría", afirman en las financieras.