La autoridad monetaria recortó entre 8 y 15 puntos básicos el rendimiento de sus Lebac más largas. Estiman que si no revive el blue, habrá nuevos recortes
En su licitación semanal de letras y notas con las que regula la masa monetaria el Banco Central (BCRA) permitió leves recorte de tasas ante la fuerte demanda bancaria por los papeles de más de 120 días de plazo al tiempo que contrajo en $ 3.950 millones la base monetaria. Aunque dejó sin cambios las tasas de las letras más cortas –las que determinan el nivel de plazos fijos minoristas y el tope a préstamos al consumo– la entidad conducida por Alejandro Vanoli señalizó así el inicio de una baja de los costos de financiamiento que volvería a poner al impulso a la actividad económica entre sus prioridades tras un 2014 de caída en la generación de crédito.
El BCRA adjudicó $ 15.264 millones en Lebac a pesar de haber recibido ofertas por $ 19.940 millones de parte de bancos con abultados excedentes de pesos ociosos. Especulando con una baja como esta, los bancos cargaron la mayor parte de sus ofertas plazos largos y Vanoli decidió no concederles todo.
"La oferta es récord nominal histórico. El recorte va en línea con un futuro recorte de tasas en los próximos meses que, entiendo yo, es el camino que está señalizando el Gobierno y que va a recorrer en el futuro", dijo Gabriel Zelpo, analista de la consultora Elypsis.
Las Lebac a 98 y 119 días de plazo fueron colocadas a tasas predeterminadas del 26,86% y del 27,61%, respectivamente, sin cambios respecto a semanas anteriores. Las tasas de corte del resto de las Lebac se ubicaron en 28,07% y 28,55% para los plazos de 140 y 175 días, respectivamente, en tanto que para los papeles 245, 287 y 357 días se emitieron a tasa del 28,85%, 29,0% y 29,14%, en ese orden.
La tasa de Lebac a 90 días, la más importante, sigue en el mismo nivel. Esa tasa es referencia para el piso que pagan los plazos minoristas (87% del rendimiento de la letra) y para el techo que cobran créditos prendarios y personales (entre 1,25 y 2 veces su nivel). A su vez, los créditos personales son referencia para las tarjetas de crédito (no más allá de un 25% del costo de los primeros).
Vanoli y el ministro de Economía, Axel Kicillof, vuelven así a intentar lo que en junio pasado causó una disparada del precio paralelo del dólar y que menos de un mes después el entonces titular del BCRA, Juan Carlos Fábrega, debió revertir.
En esta ocasión todo es diferente. No sólo Kicillof tiene mucho mejor sintonía con el actual titular del BCRA sino que, además, la cotización del blue está entre estable y bajista –ayer cayó 12 centavos a $ 13,58– y no hay un contexto de corrida bancaria. Además, hay lecciones aprendidas y la baja es muy pequeña (en junio del año pasado habían recortado 100 puntos básicos el rendimiento de todos los plazos y menos de un mes después volvieron a subirlo ante el salto del dólar paralelo).
"No sé si hablar de una baja ya, porque es tan chico el cambio que me parece simbólico. Cuando bajás la tasa el riesgo que tenés es que crezca la brecha cambiaria, por eso para mi quieren tantear que es lo que pasa", dijeron en la mesa de un banco. "Puede ser que si todo sigue tranquilo y no hay reacción alguna en la brecha a lo mejor se animen a algo más. A nivel monetario esto no tiene efecto, pero marca un camino hacia el futuro. Pensá que tampoco puede hacerse mucho el canchero porque emitió mucho en diciembre y si baja las tasas en serio no va a esterilizar", agregaron.
La base monetaria se expandió $ 53.440 millones en diciembre y 22,6% en todo 2014. Ese dinero genera el riesgo de reavivar corridas en el paralelo.
"Al ir bajando las tasas puede haber un rebote del blue momentáneo, pero no creo que cambie una tendencia de mediano plazo que para nosotros es de convergencia entre el oficial y el paralelo", dijo Zelpo.
"Ahora, por el lado de crédito, si el camino de recorte gradual de tasas se mantiene puede haber algún efecto marginal en el crédito a empresas que viene muy poco dinámico, lo que es el crédito al consumo ya se está recuperando independientemente de esto y no depende de la tasa, concluyó.
En 2014 el crédito al sector privado avanzó sólo 20%, casi la mitad de la inflación que calculan privados para el año pasado y por debajo incluso de la inflación oficial (22,7% acumulado en 11 meses).