• Ayer tocó los U$S 100.
• Expectativa por fallo favorable en Londres por holdouts.
En medio de la volatilidad de los mercados y el nerviosismo relacionado con el precio del petróleo, los bonos argentinos muestran una notable firmeza en la primera quincena de enero. A tal punto que están entre los activos de mejor rendimiento a nivel global desde que comenzó 2015. El Boden 2015 es uno de los casos emblemáticos: al despejarse en buena medida las dudas sobre la capacidad de pago de este título que vence en octubre, su precio llegó a la paridad. Ayer cerró a u$s 100, un nivel que no se veía desde fines de julio pasado, cuando las noticias hablaban de un inminente arreglo con los fondos buitre que a último momento se cayó.
Este precio ya está tres dólares por encima de lo que Axel Kicillof ofreció a mediados de diciembre pasado, cuando lanzó el canje de títulos. En aquella transacción, el Ministerio de Economía ofreció rescatar el Boden 2015 a u$s 97. Pero la mayoría no aceptó y la decisión terminó siendo la adecuada, ya que apenas un mes después la suba fue muy significativa.
Algo parecido sucede con el Bonar 24. La apuesta oficial era colocarlo a u$s 96,20. Sin embargo, ahora cotiza muy firme a u$s 97,75, es decir que Economía podría conseguir incluso mejores condiciones que las que buscaba en aquella emisión, que terminó en fracaso porque el título cotizaba a u$s 95, por debajo del nivel establecido por Kicillof. Esta situación aumenta las especulaciones sobre una posible reapertura del canje o directamente la búsqueda de fondeo fresco vía Bonar 24, teniendo en cuenta que ya ha sido autorizada una nueva emisión de hasta u$s 3.000 millones.
Pero esta firmeza que se observa en Nueva York contrasta con un Boden 2015 que opera con un importante descuento en el mercado porteño. Ayer el título cerró a $ 1.216. Si se toma en cuenta el valor del "blue", el inversor puede comprar este título a un precio equivalente de u$s 90, 10% menos de su precio en Wall Street.
La política oficial de contener el precio de los bonos para influir en el mercado de cambios deprimiendo el "contado con liquidación" genera justamente este efecto: aquellos que tienen pesos en blanco para aplicar tienen la excelente opción de comprar títulos de corto plazo y hacerse luego de los dólares, tanto a través del pago de intereses como de capital. Claro que resulta mucho más barata esta opción que comprar directamente los bonos en los Estados Unidos.
Ésta sería una de las explicaciones de por qué el "cable", es decir, transferir dólares del exterior al mercado local está tan caro, a niveles que superan el 5%. La explicación luce sencilla: quienes pueden justificar los fondos tienen un negocio redondo de por medio, que consiste en ingresar dólares para comprar títulos de corto plazo y ganarse un 10% por la diferencia entre la cotización local y la del mismo papel en Wall Street.
¿Qué sustenta la solidez de los papeles argentinos? El default técnico parece no asustar particularmente a los inversores, que incluso ahora están a la expectativa de novedades judiciales en las próximas semanas. Todas las miradas apuntan ahora al juez Guy Newey, quien tiene a cargo la decisión en relación con los pagos que debe efectuar la Argentina en Europa, hasta el momento frenado por el juez Thomas Griesa. La presentación fue iniciada por Quantum Partners y Hayman Capital Markets, de George Soros y Kyle Bass respectivamente. El objetivo es que el juez autorice a efectuar los pagos a los bonistas con títulos que se rigen bajo jurisdicción inglesa a través del Citibank. "Aun cuando la decisión del Newey no sea vinculante, definitivamente alteraría el balance de la negociación con los holdouts, en nuestra opinión", indicó un informe enviado por Hernán Yellati, director de Banctrust, a inversores. Según aclaró en su momento Kicillof, sólo un 20% de la deuda emitida por la Argentina lo está con ley Nueva York, mientras que 30% se rige por legislación inglesa y 50% por ley argentina.
Se estima que los funcionarios argentinos recién se sentarán a seguir dialogando con el "special master" Daniel Pollack una vez que se conozca la decisión del juez inglés. La expectativa oficial es que se pronuncie en forma favorable a la Argentina, entiendo que Griesa no puede entrometerse con inversores europeos.
Pero además de la expectativa judicial, la mejora con algo de maquillaje en el nivel de reservas alejó los temores vinculados a la capacidad de pago de la Argentina para 2015. En todo caso, las dudas ya pasan a los años posteriores, pero eso ya será otra historia y tendrá que lidiar con esa situación un nuevo Gobierno, lo que también alienta a los mercados.
Fuente: http://ambito.com/diario/noticia.asp?id=774813