El Ministerio de Economía realizó la primera licitación de bonos en pesos tras el cambio de Gobierno. Ofreció un bono especial a tasa fija para los bancos y dos atadas a la inflación
El ministerio de Economía colocó deuda por un valor de $2,96 billones, tras haber recibido ofertas por $13,05 billones a valor nominal, canalizadas a través de 12.828 propuestas.
Hubo tres bonos en el menú, pero el que más atención se llevó es la Letra a descuento a un plazo corto (S18E4), con vencimiento el próximo 18 de enero. Ese título cosechó la mayor parte de las ofertas, por $11,72 billones, de los que se adjudicaron $2,00 billones con una tasa efectiva mensual de 8,66%. Ese rendimiento es similar al que hoy reciben los plazos fijos minoristas, por lo que el mercado esperaba rendimientos más altos.
La licitación de hoy, la primera de la gestión de Luis Caputo en el Palacio de Hacienda, es el primer paso para arrancar el proceso de reducción del stock de pasivos remunerados del Banco Central. La agresiva postura del ministerio de Economía está destinada a licuar ese enorme volumen de pesos, que en su mayoría tiene fuertes restricciones para pasarse a dólares.
Por otra parte, el ministerio de Economía informó que “con los pesos resultantes de esta licitación procederá a realizar una oferta de recompra de la deuda del Tesoro Nacional en cartera del Banco Central”. De esa forma, los pesos que obtuvo hoy comprará bonos con Descuento 2033 ($950.000 millones) y bono dual con vencimiento el 28 de febrero próximo ($1,96 billón).
Los otros dos bonos ofrecidos fueron reaperturas de bonos ya emitidos. Se adjudicaron $893.000 millones por el bono ajustado por CER que vence en febrero de 2025 (T2X5) y otros $71.341 millones por otro título similar con vencimiento en noviembre de 2026.
“Por lejos la LEDE (S18E4) se llevó la mayor parte de lo capturado (67,5%) licitándose a una tasa efectiva mensual del 8,66%, quedando por debajo de la referencia del plazo fijo (TEM 9%), que era nuestro piso estimado”, explicó Portfolio Personal Inversiones.
“Como sospechamos en los últimos días finalmente el libro estuvo sobresuscripto (prorrateo del 39,39%). Vale aclarar que los pesos que habían quedado fuera de las LELIQ la semana pasada, y que también sufrirán la eliminación del instrumento del BCRA, buscaron ir a este título. Con una tasa real tan negativa, la liquidez que quedó afuera ira a buscar tasas más altas en los instrumentos CER mañana”, agregó
El desarme de Leliq
El propio BCRA había dado algunos pasos previos en los últimos días para propiciar que la colocación de bonos que hoy hizo el Tesoro tenga una alta adhesión. Por un lado, la entidad que preside Santiago Bausili afirmó que no realizará más licitaciones de Leliq, por lo que el instrumento de política monetaria que quedará vigente será el de los pases pasivos, a un día, y con una tasa de 100% nominal anual. Los plazos fijos mantendrán un piso de interés de 110% nominal anual.
La tasa fija que ofreció el Tesoro para su menú de títulos quedará por debajo de la inflación. De todas formas, será mayor a la tasa de Leliq -que a la vez remunera a los plazos fijos- y seguramente superará a la de la devaluación esperada en el corto plazo. Esto facilita la posibilidad de aspirar los pesos liberados al mercado.
La secretaría que encabeza Pablo Quirno emitió tres bonos, uno nuevo (el S18E4 a descuento al 18 de enero) y otros dos atados al índice CER, es decir a inflación. En rigor, son reaperturas de dos bonos ya en circulación. Uno con vencimiento a febrero de 2025 que paga CER más 4,25% anual y otro a noviembre de 2026 con CER más 2% anual.
Una idea que circula por algunos indicios que dio a entender el presidente Javier Milei asegura que con los pesos que el Tesoro recolectará de la licitación de este miércoles, cancelará adelantos transitorios que el BCRA cedió a lo largo del año al Ministerio de Economía. De esa manera, los quitará de circulación y evitará que permanezcan “en la calle”.
Para la consultora PxQ, el equipo económico busca desarticular lo que denominó la “piñata de la deuda”, por dos vías. “Por un lado, canjeando deuda del BCRA corta (Leliq y pases) por títulos del Tesoro, medida que busca descomprimir la presión de liquidez inmediata aunque, en nuestra opinión, no cambia el problema de fondo”, apuntaron desde la consultora que fundó Emmanuel Álvarez Agis.
“En la licitación de Leliq del jueves, los bancos demandaron letras por el equivalente a 5 veces el stock que vencía. Sin embargo, el BCRA solo otorgó Leliq para refinanciar el vencimiento del día. Esto es consecuencia de la baja de la tasa de pases en relación a la de Leliq. Por otro lado, la emisión del bono destinado inicialmente al pago de deuda comercial (Bopreal) busca absorber pesos que están en la curva de deuda en moneda local a la espera de dolarizarse, en un mecanismo que busca canalizar la demanda de divisas contenida por el cepo”, plantearon.
El economista Gustavo Ber aportó que “el agresivo cambio en la estrategia del BCRA, poniendo fin a las Leliq junto a la reducción de las tasas de plazos fijos, conllevará a una montaña de liquidez desesperada por rendimiento -aún a tasa real muy negativa pero que intente minimizar la licuación- y así potenciaría la demanda en la licitación del Tesoro”.
“Respecto al plan que todavía no conocemos totalmente, ya está empezando a tomar alguna forma. Es importante aclarar cuáles son las dos aristas del plan. Por un lado, la licuación y por otro parte el ancla fiscal. Por lo que se puede observar, parece que el plan del Gobierno que va a tomando forma en la medida que avanzan los días tiene dos aristas relevantes”, describió Germán Fermo, estratega de mercados internacionales del Grupo IEB (Invertir en Bolsa).