Cerró a $ 13,38. Particulares también liquidan para afrontar gastos de tarjeta en vacaciones. Se le suma demanda de dólar ahorro, que subió 15%, y provoca baja del blue.
Comenzó febrero y se reactivó el mercado del dólar paralelo. La primera señal fue que, debido a la mayor oferta, los corretas (mayoristas del billete informal) casi duplicaron el spread. La diferencia entre la punta compradora y la vendedora, que estaba en apenas 3 centavos, volvió a ser de 5. Las cuevas, que son el segundo eslabón de la cadena, también subieron su spread, pero de 7 a 10 centavos.
En el primer día hábil del mes el blue retrocedió 22 centavos, para cerrar en $ 13,38, lo que marca una brecha del 54,5% con respecto a los $ 8,66 del oficial.
La caída obedece al «efecto recesión»: varias empresas deben salir a liquidar sus ahorros en moneda extranjera para poder hacer frente al pago de sueldos (cuyo límite máximo es el cuarto día habil del mes) y cubrir los cheques a los proveedores.
Por otra parte, quienes se tomaron vacaciones en enero en el extranjero y se dedicaron al famoso arte del «tarjeteo» para conseguir un dólar de $ 11,70, ahora deben pagar la cuenta. Como con el sueldo no les alcanza porque se los licuó la inflación, y todavía no llegaron la paritarias del 2015, también deben salir a rematar los dólares que tenían guardados en el «Colchon Bank».
Además, hubo un tercer elemento que provocó la baja de precio en el billete: las ventas de dólar ahorro, que ayer llegaron a u$s 56,4 millones, lo que representa un 15% más de lo vendido el primer día hábil del mes pasado. En total, fueron 78.000 los contribuyentes que se acercaron ayer al banco para conseguir dólares a $ 10,39 (oficial más 20% de alícuota de la AFIP). En promedio, cada uno obtuvo u$s 723. La recomendación que dan los cajeros de los bancos es llevar billetes chicos, de u$s 1, u$s 5 y u$s 10, para obtener el máximo posible, porque como estos escasean, redondean para abajo y dan un puchito menos de lo autorizado. En las casas centrales de los bancos y en las casas de cambio es donde más tienen billetes de baja denominación, no así en las sucursales más alejadas del centro.
Muchas de estas divisas obtenidas a través de dólar ahorro inmediatamente van a parar a las cuevas de la City, ya que las revenden a $ 13,28 (precio de compra) y se hacen de una ganancia de casi 30% de un saque. En la jerga se conoce a este mecanismo como el «puré» (comprar en el formal para revenderlo en el informal), que provoca una disminución en el precio del blue.
«El ahorro suma, pero las bajas abruptas las hace una venta puntual siempre, que hace correr a la demanda y pactar precios a la baja. En este caso, fue una orden de venta de u$s 2,5 millones, que salió a liquidar a las apuradas. El dólar AFIP lo que genera es un colchón de oferta que le quita volatilidad al alza», dice un mesadinerista.
«Hoy no hay quien pueda controlar la oferta, porque ésta llueve con los dólares que autoriza la AFIP, y como se la necesita, compran sin hacer subir el precio. Con la demanda mayorista firme, pero en silencio, cualquier demanda extra de quienes pagan cualquier cosa por llevar, puede generar una suba muy fuerte», relatan en otra financiera.
Compra hormiga
Además, siempre está presente la «compra hormiga»: dícese de cuando se necesita comprar u$s 1 o u$s 2 millones y no se puede poner una orden de u$s 1 millón de golpe al cambista: «Entonces hablás con él y le pedís que te vaya comprando de a una gamba (u$s 100.000) por día, para silbar por lo bajo y no llamar la atención. Si tenés dos o tres cambistas, los desparramás para no generar sospechas, porque esto se sabe rápido, y si es mayorista te ayuda a pisar el precio», relatan las fuentes conocedoras del ambiente.
En las mesas creen que el blue se va a comenzar a mover. Una de las razones que esgrimen es que la Comisión Nacional de Valores está encima del contado con liqui como nunca: «La semana pasada nos pidieron de todo por una operación de CCL no rutinaria. Hasta la declaración jurada actualizada del cliente. Eso hizo que una parte del giro lo hiciéramos por compensación blue al exterior».
Demanda La Salada
Lo cierto es que hoy en la Argentina, con cepo y una brecha cambiaria mayor al 50%, la demanda del blue es muy dispersa y grande, no sólo de ahorristas, sino también de todas las compras que van a venderse en La Salada, que es permanente, pero tiene picos estacionales que duran meses. Cuentan que uno de cada diez contenedores provenientes desde China son en negro y otros tantos en gris (mitad blanco y mitad negro), y todo eso va a insumir dólar paralelo.
También hay mayoristas de fuga que traen o llevan, como comercio exterior de pymes que realizan un «blue clearing»: uno tiene pesos acá y otro tiene los dólares de sobrefacturar en el exterior. El cambista une a las dos puntas y le cobra entre 5 y 6% por la operación.