Los inversores minoristas, con exceso de dólar MEP y las empresas saliendo del modo “wait and see”, ponen en el centro de la escena un instrumento que perdió notoriedad en la primera parte del año
Tras la convulsión propia de las elecciones generales del pasado 10 de diciembre, los inversores minoristas buscaron liquidez y cobertura en el dólar MEP, que tiene nulo rendimiento, mientras que, las empresas decidieron “esperar y ver qué pasa”, antes de salir a colocar deuda. Así y de cara al segundo trimestre, hay muchos inversores dolarizados que no saben en qué invertir y compañías con necesidad de cubrir obligaciones financieras.
En ese escenario, vuelven al centro de la cena las Obligaciones Negociables (ONs), con varias empresas saliendo a buscar financiamiento en el mercado en las últimas semanas, como IRSA, Cresud, Edenor y Vista Oil (estas últimas dos lo harán a partir de este lunes 4 de marzo).
Tal como se dijo, en un contexto de pocos instrumentos de inversión -por eso de las tasas negativas y una altísima inflación-, las ONs dejaron de atraer la atención de los inversores que buscaban dolarizar carteras a través de este instrumento y con poco riesgo, para optar por el dólar MEP en pro de mayor liquidez y cobertura frente a cualquier descalabro financiero que se pudiese dar en los primeros meses de la nueva gestión.
No obstante, el presidente Javier Milei ratificó el rumbo y el saneamiento de las cuentas públicas que “no se negocia” y eso es miel para el mercado, pues la confianza en el reacomodamiento de algunas variables disipa la incertidumbre y pone en marcha la rueda del financiamiento corporativo.
Con inversores que intuyen que la zona de definición está muy cerca y en un contexto en el que habrá que ver si Argentina logra volver a los mercados internacionales de deuda, lo que motoriza la renta fija nacional (que incluye las obligaciones negociables), y con el problema entre el Gobierno y las provincias fuera de la mirada de los capitales de inversión, las condiciones están dadas para una oportunidad en las ONs.
El duro momento de las Obligaciones Negociables
Fuentes del mercado señalaron a Ámbito que los últimos meses fueron duros para las ONs. “En febrero les fue bastante mal y no tuvieron ganancias de capital. Solo ofrecieron retornos positivos por el devengamiento de cupones”, es decir, que, las paridades cayeron, pero el pago de cupones alcanzó para compensar esa caída.
Esto, explica la fuente, se debe a que hay poco apetito por deuda corporativa argentina en los mercados internacionales, “y que, si buscan colocar en el exterior, probablemente lo tengan que hacer a una tasa elevada». Por eso, las empresas buscan hacerlo a nivel local, donde el cepo genera una suerte de demanda artificial.
Sin embargo no fue así en todos los casos. Desde una empresa que salió a buscar financiamiento la semana pasada señalaron a este medio: “No es nuestro caso. Colocamos la semana pasada con una sobre oferta de 20%, 7% en el tramo en dólares y BADLAR más 0,99% en pesos”.
Obligaciones negociables: la pérdida de apetito en el mercado
Pablo Repetto, jefe de Research en Aurum Valores, tiene una visión sobre por qué se dio la falta de demanda de ONs en el mercado y marca tres puntos esenciales al respecto:
Cambios en las preferencias inversoras: menciona que hubo un cambio en el paradigma inversor, con una disminución en la demanda de Dólar linked y Hard Dollar en favor de instrumentos CER, así como por la pasividad del crawling peg.
Mayor tolerancia al riesgo: Repetto sugirió que el optimismo llevó a una mayor tolerancia al riesgo, con inversores no solo manteniendo la demanda en soberanos, sino también invirtiendo en acciones líderes y BOPREAL. “Este aumento en la tolerancia al riesgo podría estar relacionado con una percepción más positiva del entorno económico”, advierte.
Diferencias en Rendimientos: a pesar de los elevados «spreads» en las tasas de los soberanos, se destaca que un rendimiento corporativo “del 7% al 8%” puede ser atractivo para aquellos que buscan rendimientos sin asumir demasiado riesgo.
Obligaciones negociables: qué dice la City sobre este instrumento
El asesor de inversiones, Gastón Lentini, desde hace más de seis meses que sostiene que las ONs “están muy caras”. En diálogo con este medio, agregó a su opinión que el caso de la deuda corporativa doméstica “es muy particular”.
Esto se debe a que hubo un montón de empresas que consiguieron “capital del mercado a una tasa cercana al 6,5%”. Y acá, es donde Lentini invitó a “reflexionar” pues considera que, hoy, muchos dólares en los portafolios, pocas inversiones y ser paciente, es también una buena decisión.
Y es que plantea que, “el Tesoro de EEUU paga por los bonos más cortos el 5%. Entonces, todo el riesgo argentino tiene un costo. Para estas empresas es de 1,5%. La diferencia entre lo que paga el Tesoro estadounidense, que se considera libre de riesgo, y lo que pagan las empresas de acá». Para Lentini, “todo lo que implica el riesgo argentino no vale 1,5% anual”. Y por eso mantiene al margen las recomendaciones a clientes de comprar o salir a licitar ONs.
“¿Por qué digo esto? Porque hay mucho inversor con dólares cash sin saber qué hacer. Gente que se ha dolarizado y hoy no sabe qué hacer con esos dólares. Entonces, ser pacientes me parece lo más importante”, advierte.
ONs: el refugio del inversor conservador
Las obligaciones negociables argentinas actualmente “son el refugio del inversor conservador y eso las mantiene en niveles de precios históricamente altos”, sostiene por su parte María Moyano Hidalgo, Institucional Sales Trader de Adcap Grupo Financiero.
Y es que, como bien explica Moyano, la resiliencia que ha demostrado este instrumento y “el comportamiento responsable de las compañías de reducir sus niveles de deuda y acumular caja” han apuntalado los precios de los bonos corporativos durante los últimos periodos de alto estrés en Argentina.
Entonces, ¿cuál es la estrategia a seguir?
Al día de hoy, la mayoría de las ONs tienden a cotizar en el mercado por encima de su valor de paridad, lo que se podría considerar como un precio superior a su valor justo. Este escenario plantea una situación interesante para los inversores, “ya que adquirir una por encima de la paridad implica mayor riesgo de pérdida de valor en comparación con la posibilidad de ganancias”, advierte Lentini.
El estratega sostiene que es importante destacar que los cupones de interés, en general, mantendrán buen flujo de pago, “ya que ninguna empresa suele dejar de cumplir con esta obligación”, por lo que los bonos corporativos se convierten en una buena opción conservadora.
Lentini destaca que en el contexto actual, algunos inversores creen que la estabilidad económica se consolidará, con la expectativa de una disminución de la inflación, la estabilidad del tipo de cambio, la reducción del riesgo país y un aumento en el valor de los bonos. Si esta perspectiva optimista se sostiene, “invertir en ONs podría no ser la opción más conveniente debido a su elevado precio en el mercado”, indica.
ONs: cuáles mira el mercado
En contraste, si se percibe un panorama más incierto y riesgoso, con la posibilidad de un aumento en la inflación, el desempleo y una depreciación del dólar, es recomendable explorar opciones conservadoras, como las ONs. “Algunas que se encuentren por debajo de la paridad podrían ser consideradas como alternativas atractivas”, concluye Lentini.
Por su parte, Moyano indica que, actualmente, “no vemos demasiado upside en términos de precios, pero sí se puede devengar entre un 5% y un 9% en dólares” lo que resulta aceptable para una inversión conservadora.
Moyano muestra preferencia por dos compañías que, “además de estar financieramente saludables, tienen planes de crecimiento”. La primera es YPF Luz (con su bono YPFLUZ 2026) y Transportadora de Gas del Sur (con su bono TRAGAS 2025), son las recomendaciones del grupo financiero que representa.
Por último, Repetto señala a modo de conclusión que, tras un año con pocas opciones de inversión, hoy se comienza a normalizar la demanda de ONs, “la cual es para inversores más conservadores que están y/o necesitan de los dólares, pero no desean entrar al riesgo soberano”.
Así, a pesar del gran spread que hay entre las tasas del 20% – 30% de los bonos soberanos, un 7% u 8% de rendimiento corporativo es útil si no se busca absorber tanto riesgo. Ese es el consenso entre los analistas tras la vuelta al ruedo de las ONs.