• Pagan 26,5% a 90 días y tienen liquidez inmediata.
• Con $ 1.000 ya se puede participar.
Con la estabilidad del «blue» en los últimos meses y la disminución de la inflación, las distintas opciones de inversión en pesos vuelven a tomar relevancia. Las Lebac que emite el Central, normalmente utilizadas por la autoridad monetaria para retirar liquidez del mercado, son en general suscriptas casi en su totalidad por bancos e inversores institucionales. Pero ahora también se vuelven una interesante opción para inversores minoristas, teniendo en cuenta dos factores: se pueden adquirir con apenas $ 1.000 en el denominado tramo «no competitivo» y los rendimientos superan con amplitud el de los plazos fijos. Otra ventaja es que se trata de un instrumento con liquidez, con lo cual es posible conseguir los pesos inmediatamente a través de la venta en el mercado secundario.
No es casualidad que en las últimas semanas varias sociedades de Bolsa hayan salido a aconsejar esta opción a sus clientes para seducirlos con una alternativa de bajo riesgo vinculada al mercado de capitales.
Un ejemplo: la Lebac a 98 días que se licitó la última semana tiene implícita una tasa de interés del 26,5% anual. Un plazo fijo a 90 días, la opción que mejor se compara, paga una tasa mínima del 25%, según lo regulado por la entidad que preside Alejandro Vanoli, que tras los cambios introducidos el año pasado le pone un piso al costo del dinero que deben pagar los bancos.
Si el plazo para las Lebac se extiende un poco más, por ejemplo a 119 días, la tasa salta a 27,4%. Sirve, además, como referencia para pelear con el banco cuánto se puede obtener por un plazo fijo. La ventaja de los títulos emitidos por el Banco Central es que al contar con mercado secundario se puede acceder rápidamente a liquidez, algo que no sucede con el depósito a plazo.
Las inversiones en moneda local vienen siendo más rentables en los últimos meses, especialmente desde que comenzó la caída del «blue» desde los $ 16 en octubre hasta los $ 13 en la actualidad.
Ahora una inversión en moneda local tiene dos atractivos que no estuvieron presentes en los últimos años. En la medida que el dólar paralelo no pegue saltos bruscos como en el pasado, el rendimiento en pesos podría resultar positivo medido en moneda dura. Esto es, al menos, lo que sucedió en los últimos cinco meses.
Y, por otra parte, al registrarse una caída de la inflación, por primera vez en muchos años la tasa de interés en pesos dejó de ser negativa en términos reales, es decir que cuanto menos equipara la evolución de los precios. De esta manera, es posible invertir en moneda local sin perder poder adquisitivo, considerando que se espera un nivel de inflación que se ubicaría cómodamente por debajo del 30% este año.
Fuente: http://ambito.com/diario/noticia.asp?id=779813