La suba de los precios en la economía brasileña podría llevar la tasa de interés de nuevo hacia arriba lo que genera problemas en la política de debilitar el real
Los precios al consumidor en Brasil subieron al ritmo más fuerte en 12 años en el mes transcurrido hasta mediados de febrero, impulsados por un fuerte aumento en las tarifas de electricidad, los precios de los alimentos y los costos de las matrículas estudiantiles, mostraron el martes datos oficiales.
El índice de precios IPCA-15 subió un 1,33% en el mes hasta mediados de febrero, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). En doce meses, el índice subió un 7,36%, muy lejos de la meta oficial de 4,5% y de la tasa de 6,69% a mediados de enero.
El Banco Central de Brasil, que ha prometido reducir la inflación de vuelta a un 4,5% en el 2016, subiría la tasa de interés Selic a un 12,75% desde un 12,25% este año, según la mediana de los pronósticos de economistas consultados en un sondeo de la entidad rectora.
Un incremento de la tasa de interés podría volver a fortalecer al real brasileño, justo cuando la cartera de Hacienda buscaba ganar competitividad para fortalecer sus exportaciones.
El dólar ha alcanzado, a mediados de febrero, su nivel más alto en más de una década y ayer cotizaba muy cerca de ese valor, en las 2,82 unidades por dólar. El ajuste que encabeza el ministro Joaquim Levy es una condición necesaria pero no suficiente para salir de ese situación y todo indica que la apuesta del gobierno pasa por ganar competitividad aprovechándose de la devaluación del real frente al dólar.
En materia de precios, los analistas consultados por Reuters esperaban alzas de 1,29% en la comparación mensual y de 7,34% en la comparación anual. La inflación mensual ha superado el 1% desde comienzos de este año, los niveles más altos desde febrero de 2003.
La suba se debe principalmente a las presiones que se acumularon en los precios tras los años que pasó el gobierno brasileño tratando de contener la inflación sin ajustar los precios de los combustibles y otros costos que están bajo su control directo. Los precios del transporte subieron un 1,98% desde mediados de enero, después que el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, elevó los impuestos sobre la gasolina y el diésel y luego de que los gobiernos locales subieran las tarifas del transporte.