• Tras superar los 3 reales (cerró en 2,98), recuperó precios de 10 años atrás.
• Exportadores argentinos pierden más.
El dólar en Brasil subió ayer más del 2% y tocó los 3 reales después que el presidente del Senado, Renan Calheiros (del PMDB, aliado del PT), rechazó una medida provisoria (una especie de decreto de necesidad y urgencia) enviada por el Ejecutivo sobre exenciones impositivas, complicando más aún el ajuste fiscal comprometido. Sin duda, la sostenida devaluación del real no sólo complica la estrategia de atraso cambiario del Gobierno argentino, sino que constituye otro foco de deterioro de la competitividad de las exportaciones argentinas en el comercio bilateral. Según datos del Estudio Broda, el tipo de cambio real bilateral ya había caído en febrero pasado a niveles de la convertibilidad de diciembre de 2001. La contracara es el abaratamiento de vacacionar en el vecino país.
Ocurre que en Brasil, a medida que al equipo económico liderado por Joaquim Levy se le dificulta recortar gastos y subir impuestos, la presión cambiaria se intensifica. Así, al promediar la sesión el dólar subió un 2,25%, a 2,994 reales, después de alcanzar el precio máximo de la jornada en 3,0010 reales, el mayor nivel desde agosto de 2004.
Sobre el cierre y tras una leve intervención del Banco Central vía licitación de contratos de dólar futuro (swap cambiarios), el dólar cerró en 2,98 reales, subió un 1,8%. Mientras que el contrato del dólar futuro para abril aumentó un 1,78%, a 3,008 reales.
Como si fuera poco, ayer el Banco Central decidió otra suba de la tasa de interés de referencia (Selic) de 0,50 punto al 12,75% anual (retornó al nivel de enero de 2009). De modo que desde octubre pasado, cuando comenzó el proceso de apriete monetario la Selic, ya acumula una suba de 175 puntos. Hay que tener en cuenta que también la inflación se ha elevado a más del 7% anual.
Todo esto conlleva a confirmar que la economía brasileña se aleja cada vez más de un escenario de recuperación y ya los analistas están ajustando aún más el pronóstico del PBI para este año, que ya en el último sondeo del BC arrojó una caída del 0,5%. Por lo tanto, no es dable esperar que, por lo menos este año, Brasil juegue a favor de la economía argentina.
Entre los operadores de las mesas paulistas y cariocas, la depreciación del tipo de cambio era un dato contemplado en las proyecciones macro para 2015, pero todos coinciden en que el proceso no sólo se aceleró sino que recién comenzó.
Vale señalar que el dólar billete ayer en las casas de cambio ya se operaba entre 3,12 y 3,18 reales (estos precios contemplan el impuesto IOF del 0,38%). En el caso de aquellas personas que quieren comprar divisas con tarjeta de crédito, el precio se eleva hasta 3,33 reales, debido a que el IOF de esta transacción es del 6,38% sobre el monto total. Claro que algunos cambistas pueden cobrar incluso un valor por tarjeta que en general es de 12 reales y los que quieren recibir los billetes verdes en un domicilio pagan una tasa de «delivery» de 30 reales.
La reciente y creciente inestabilidad política que jaquea el segundo mandato de Dilma Rousseff explica, más allá de la fortaleza que vive el dólar en los mercados mundiales, la suba de la divisa norteamericana en Brasil. La popularidad de Dilma se derrumbó. La huelga de los camioneros complica aún más el contexto socioeconómico y el escándalo de corrupción de Petrobras sigue escalando posiciones y salpicando a funcionarios, empresarios y aliados del PT. El mercado se cuestiona hasta cuándo Dilma bancará los efectos del ajuste fiscal. Por lo pronto, Dilma sólo aspira a dejar el mandato sin perder el grado de investment grade de la deuda soberana.
Fuente: http://ambito.com/diario/noticia.asp?id=781329