• Reducirá hoy levemente los rendimientos de sus letras más cortas. Alienta así a los bancos air por plazos largos
El Banco Central resolvió ayer volver a reducir marginalmente las tasas de interés de las Letras de deuda de menor plazo que licitará hoy, que son las que determinan los costos de los créditos y el retorno de los plazos fijos en todo el sistema financiero. Los objetivos, según precisaron fuentes oficiales, son dos: continuar con el «ciclo bajista» que pretendió iniciar a mitad de enero para abaratar la liquidez y dar impulso a la economía; y desalentar la demanda de los bancos en las Letras de menor plazo para que se empiecen a alargar los vencimientos de los altos pasivos que ya afronta el Central. De este modo, la decisión de avanzar con una política expansiva, que mejore las condiciones de la economía en la carrera electoral, parece esconder como telón de fondo una intención menos difundida: aliviar el peso de una deuda que al Banco Central se le hace cada vez más pesada, y que en los próximos meses puede conspirar contra la tranquilidad cambiaria.
El organismo informó ayer que, en las Lebac que son a 98 y 119 días, las tasas de interés serán hoy apenas 12 puntos básicos inferiores a las de la semana pasada, y se ubicarán en el 26,44% y el 27,10% anual, respectivamente. La baja acumulada desde el 27 de enero hasta hoy ya es de 40 puntos básicos sobre las llamadas «tasas predeterminadas», que son menores a 120 días y se usan como referencia para fijar los costos de créditos personales, prendarios y tarjetas y los rendimientos de plazos fijos en pesos minoristas.
Desde el Central explicaron ayer a este diario que buscan hacer menos atractivos los títulos menores a los 120 días, no sólo para reducir los pagos que debe hacer por su deuda en los meses más próximos sino también para obtener mayor liquidez de los bancos en los plazos más extensos. «Bajamos tasas cortas y dejamos subir algo las demás para alargar vencimientos y hacer que la curva no esté invertida. Se trata también de una señal de política monetaria porque con esto bajarán las tasas reguladas de depósitos y créditos. De todos modos, la baja es modesta porque la tasa de interés al ahorrista debe superar la de devaluación», dijeron en la entidad. El Gobierno cree encontrar espacio para flexibilizar la política monetaria por el aumento de las reservas y la caída del «blue» en estos días. El fenómeno se da por tres razones: en primer lugar, porque los dólares oficiales que se compran en las ventanillas de los bancos terminan por incrementar la oferta de divisas en las cuevas; en segundo lugar, porque empieza a sentirse recién ahora el efecto de la absorción de pesos en la economía que hizo Juan Carlos Fábrega durante su gestión y que desacelera la inflación; y en tercer lugar, porque la caída de la actividad atenúa la suba de precios y, por lo tanto, también del «blue».
La tendencia hace cada vez menos generoso el negocio de compraventa de dólares, que en la City llaman «puré». La brecha entre el «blue» y el dólar ahorro cayó de un máximo del 33% a fin de diciembre de 2014 a apenas un 20% en estos días. La ganancia cayó de los $ 350 a los $ 215 por cada 100 dólares que se adquieren en la ventanilla del banco; es decir, un 37% durante este período. La dinámica aumenta la demanda de pesos porque obliga al ahorrista a buscar alternativas distintas al dólar. Es el mejor escenario para una política expansiva, pero que en el sistema financiero ven inestable y que puede volver peligrosa cualquier audacia con las tasas.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=781946