La reciente problemática de Solana está vinculada a su dependencia de las memecoins, un segmento volátil del mercado cripto. Cabe recordar que previamente fue vista como un fuerte competidor de Ethereum en el segmento de las finanzas descentralizadas (DeFi)
Solana experimentó su mayor fuga de capital registrada, a pesar de que el mercado de activos digitales en general obtuvo ingresos modestos de u$s30 millones en productos de inversión la semana pasada. Mientras Bitcoin y Ethereum lograron captar una parte importante de estas nuevas inversiones, Solana perdió u$s39 millones, enfrentando dificultades significativas, en particular una fuerte caída en los volúmenes de negociación.
Según el último Informe Semanal de Flujos de Fondos de Activos Digitales de CoinShares, esta tendencia refleja influencias macroeconómicas más amplias, como los recientes datos que indican que es menos probable que la Reserva Federal de EEUU recorte las tasas de interés en 50 puntos básicos en septiembre. Esta expectativa ha disminuido el entusiasmo de los inversores, reduciendo los volúmenes de negociación globales y generando resultados desiguales en diferentes regiones.
Si bien Solana sufrió esa salida, Bitcoin fue el activo más favorecido, atrayendo u$s42 millones, mientras que los resultados globales fueron mixtos, con salidas notables en regiones como Suiza y Hong Kong. Ethereum, por su parte, logró ingresos de u$s4,2 millones, y aunque la cifra parece modesta, refleja un interés creciente en vehículos de inversión alternativos (ETFs), con nuevos productos en Ethereum recibiendo u$s104 millones en ingresos.
En contraste, Grayscale, una de las firmas más establecidas en el espacio de la inversión en criptomonedas, experimentó salidas significativas de u$s118 millones, lo que sugiere un posible cambio en las preferencias de los inversores hacia opciones más recientes.
Criptomonedas: cambios de tendencia
A pesar de un entorno favorable para otras criptomonedas, la millonaria salida de Solana representa un golpe importante para la criptomoneda, previamente vista como un fuerte competidor de Ethereum en el espacio de las finanzas descentralizadas (DeFi). Esta salida se atribuye en gran medida a una fuerte caída en los volúmenes de negociación de memecoins, un segmento del mercado en el que Solana ha sido particularmente dependiente.
La reciente problemática de Solana está vinculada a su dependencia de las memecoins, un segmento volátil del mercado cripto. La caída en la actividad de estas monedas especulativas, impulsada por tendencias en redes sociales, ha afectado negativamente la liquidez y la confianza de los inversores en Solana, contribuyendo a las salidas récord. Este revés es notable dado el rápido ascenso de Solana, que había sido considerada un «asesino de Ethereum» por su velocidad de transacción y menores costos.