• El banco pedirá protección “urgente” ante el vencimiento del 31-M
Thomas Griesa dio ayer un nuevo fallo en contra de la Argentina, y rechazó el pedido del Citibank de aplicar un «stay» (suspensión) para la prohibición del pago de los u$s 15 millones del Discount del próximo 31 de marzo. El juez de Nueva York volvió a negarse a dar un respiro al país, y dejó en firme la decisión de no permitir el pago de intereses de bonos reestructurados de deuda argentina emitidos con jurisdicción en Buenos Aires hasta que la Cámara de Apelaciones de esa ciudad decida la apelación que, en horas, presentará la entidad financiera.
Fuentes del estudio Davis Polk, donde trabaja la abogada que representa al Citibank, Karen Wagner, aseguraban ayer a este diario que el escrito ya está preparado y a punto de ser presentado ante la segunda instancia judicial. Sin embargo, se especulaba con que cualquier decisión de la Cámara de Apelaciones no estará lista antes del vencimiento del título público del 31 de marzo, con lo cual sólo la alternativa de que ese tribunal decida un «stay» de urgencia salvaría al banco de una posición compleja. Si la Cámara de Apelaciones no suspende la aplicación del fallo de Griesa, el banco tendrá que elegir entre cumplir la orden de Griesa y suspender el pago del vencimiento o desobedecer a la Justicia de los Estados Unidos y ejecutar la operación. Si define esto último, Griesa podría sumarlo al desacato dictado contra la Argentina en el «juicio del siglo» contra los fondos buitre; y, a diferencia del país (donde la aplicación del fallo sería simbólico más que efectivo), en el caso de la entidad podría tener serias consecuencias en su operatoria normal en Wall Street. Por el contrario, si acepta sin más la decisión de Griesa, el Gobierno argentino amenaza con aplicarle las mismas medidas que en su momento se le ejecutaron al Bank of New York Mellon (BONY): el despido como agente financiero del país y la suspensión de la licencia para trabajar en la Argentina. En otras palabras, el Gobierno amenaza al Citibank con expulsarlo del país. No sería una medida sencilla. El BONY tenía solo cinco empleados en el país y su salida prácticamente fue ignorada por el sistema financiero local.
El Citibank cuenta con 2.854 empleados, 136.000 cuentas corrientes y $ 18.000 millones en préstamos. La Argentina le aclaró al banco que debe cumplir con sus obligaciones y con la legislación local, y acusó al juez de obligar a la entidad a «incumplir la ley». Desde la entidad afirmaban ayer que «Citibank, NA casa matriz continúa analizando todas las opciones legales disponibles que le permitan cumplir con la decisión de la Corte y la legislación argentina».
El banco había pedido el «stay» a Griesa la semana pasada, luego que el juez resolvió que el pago de esos bonos con jurisdicción de la Argentina violaban, igual que los emitidos en EE.UU., la cláusula «pari passu» a favor de los fondos buitre. Según la visión del magistrado, esos fondos podían ser pasibles de embargos para liquidar en partes iguales a los tenedores de la deuda «performance» (la emitida en los canjes de deuda de 2006 y 2010) y los bonistas que hicieron juicio en su tribunal. El banco estadounidense pedía que el juez suspendiera su propio fallo, al menos hasta que la situación sea definida en segunda instancia, y que se le aceptara cumplir el pago del 31 de marzo. Griesa ya había habilitado al Citibank a cumplir con tres pagos de intereses, pero le había aclarado que el de la semana pasada sería su último fallo de fondo y que no habría más prórrogas. Ayer, a través de un fallo de una página, el magistrado dictaminó escuetamente como «denied» el pedido del banco.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=782898